Antonio López se ha visto obligado a tener que poner fin a su carrera deportiva de forma repentina. El Real Murcia ha comunicado que el central sufre una miocardiopatía y no podrá continuar realizando práctica deportiva de alto rendimiento al tener que pasar por quirófano en las próximas horas. Todo empezó a principios de este mes, cuando el jugador de Puerto Lumbreras sufrió una taquicardia un día antes de que el conjunto grana se midiera al Xerez en la Copa Federación y después de la realización de las pruebas pertinentes el futbolista deberá ser operado para implantarle un desfibrilador automático (DAI) que le impedirá seguir jugando al fútbol a sus 32 años.

"El Real Murcia informa que, tras realizar durante el día de ayer y la mañana de hoy las pruebas pertinentes por parte de los servicios médicos del club y recibir los informes de dichas pruebas, el jugador de la primera plantilla Antonio López sufre una miocardiopatía y no podrá continuar realizando práctica deportiva de alto rendimiento. Desde la entidad queremos mandar el mayor de los mensajes de ánimo a nuestro jugador, asegurándole que esta seguirá siendo su casa y que puede contar con el club para todo lo que necesite. Ahora comienza una nueva etapa en tu vida, en la que con tu trabajo, dedicación, cualidades y corazón estamos seguros que triunfaras. ¡Mucha fuerza, Antonio!", ha publicado el Real Murcia a través de sus canales oficiales.

Así pues, Antonio López deberá ser sometido a una intervención similar a la del danés Christian Eriksen, quien en la pasada Eurocopa sufrió un paro cardíaco en el partido frente a Finlandia. El desfibrilador automático es un aparato eléctrico similar a un marcapasos que también tiene la función de detectar y tratar distintos tipos de taquicardias.

El jugador murciano ha militado en otros equipos de la Región como el Lorca o el FC Cartagena. Precisamente, durante un encuentro con el conjunto albinegro en 2018, cayó desplomado en la segunda parte de un partido de Copa frente al Don Benito y fue retirado en camilla. "Sentí un mareo y a los 20 segundos volví a encontrarme bien, pero me hicieron pruebas y todo al final quedó en una anécdota", dijo entonces el jugador, que estuvo un tiempo sin pisar los terrenos de juego por ese contratiempo.