El muleño Mohamed Katir, octavo en los 5.000 metros en los Juegos Olímpicos de Tokio, regresó ayer a la competición en la reunión de Bruselas de la Diamond League, donde concluyó en la séptima plaza en los 1.500 con un tiempo de 3:34.50. 

El joven murciano, que tuvo que correr con unas zapatillas que no son las suyas habituales por unos problemas en los tacos, realizó una mala salida, pasando el primer 400 en la última plaza. A partir de ese instante comenzó a remontar, aunque tuvo que irse en varias ocasiones a la segunda calle para ello, realizando un desgaste mayor que sus rivales. Ya en los 800 metros Katir se colocó en la octava posición para entonces iniciar un ataque muy lejano que le llevó a situarse primero en el inicio del último giro a la pista

El muleño, que este año ha batido tres récords de España, se lanzó a por el triunfo en la recta de contrameta, pero en los últimos 200 metros empezó a acusar el esfuerzo y fue superado por varios rivales, concluyendo finalmente en la séptima plaza de una cita que ganó el australiano Steve McSweyn con 3:33.20. Katir volverá a competir el próximo jueves en la última reunión de la temporada de la Diamond League, que se disputará en Zurich.

Katir explicó al final de la carrera que «de sensaciones iba muy bien», pero el problema surgió porque los clavos de su zapatilla «no agarraban bien. Hablé con mi patrocinador, Asics, y he corrido con unas zapatillas de Nike que son especiales para pruebas de 400 metros, lo que me ha hecho ir fatal, cargadísimo en la parte final», explicó. El muleño recalcó que «no hice una mala carrera, fue buena, pero es que iba hecho polvo con las zapatillas», terminó diciendo.