El muleño Mohamed Katir se tuvo que conformar con la octava plaza en los 5.000 metros lisos en su estreno en unos Juegos Olímpicos. Al final, el murciano, que tuvo que correr en muchos momentos por la calle dos, solo pudo lograr un diploma olímpico. El atleta de 23 años de edad, que había llegado a la final después de realizar una gran exhibición en las semifinales, pagó su inexperiencia en grandes competiciones en una carrera que fue rápida, como a él le convenía. Pero a 500 metros de la meta se quedó descolgado del grupo de cabeza y finalmente tuvo que apretar los dientes para ser octavo y lograr un diploma.

El murciano se instaló en medio del pelotón durante el primer kilómetro en una situación cómoda, remontando paulatinamente sin ansiedad, manteniendo siempre la calma mientras que los ugandeses, con Cheptegei, el plusmarquista mundial, casi siempre en cabeza, querían imprimir un ritmo vivo, algo que beneficiaba a un atleta veloz y pero poco acostumbrado a las grandes competiciones como es Katir.

A tres vueltas del final, después de verse rezagado, el muleño incrementó la revoluciones, cogiendo la cuerda y enganchándose al grupo de cabeza. Pero justo cuando se iniciaba la última vuelta, Katir se quedó descolgado y sin opciones de entrar en la lucha por las medallas. El joven atleta se tuvo que conformar con la octava plaza y el primer diploma olímpico de su vida deportiva.