Las elecciones a la presidencia del Real Murcia Club de Tenis celebradas en 2016 estuvieron marcadas por la sombra de la duda. Se habló de presunta manipulación del voto por correo y de irregularidades por parte de la candidatura ganadora, la encabezada por Antonio Saura. La institución centenaria se veía envuelta en una espiral que incluso acabó en los juzgados, donde le dieron la razón al que se estrenaba como presidente, aunque llevaba ya varios años en la junta directiva.

Cinco años después -el proceso electoral no se llevó a cabo en 2020 por el coronavirus- la historia se repite. Este domingo los socios del Murcia CT estaban llamados a las urnas, y tras el recuento de votos, Antonio Saura era reelegido. Se impuso a José Pallarés, el otro candidato, por 842 votos a 363. No será hasta el jueves cuando la Junta Electoral confirme estos resultados, sin embargo, de nuevo, la sombra de la duda planea sobre la directiva encabezada por Saura. Como ocurriera en 2016, el voto por correo vuelve a estar en el centro de la polémica. Y en esta ocasión hay un vídeo que pone en aprietos a la candidatura finalmente ganadora.

Uno de los socios del Murcia Club de Tenis, José Alberto Belando, acudía el pasado viernes a las instalaciones de la entidad para presentar ante la Junta Electoral una grabación y unas fotografías en las que, según él, demostrarían «que están controlando el voto por correo y eso es un fraude», explica en declaraciones a esta redacción.

En esas imágenes, que pueden ver en la edición digital de este diario, Florencio Soto, empleado del Murcia Club de Tenis, alardea ante dos personas cercanas a Antonio Saura de tener controlados «500 votos» emitidos a través del correo. «No hagas caso a lo que te digan, cuando el voto por correo está todo controlado. A 500 personas no puedes tirarlas para atrás en unas elecciones», se escucha decir al trabajador de la institución centenaria, que, según lo trasladado por la Junta Electoral, tendría prohibido colaborar para ninguna de las candidaturas, algo que afecta a todos los empleados del club. «Es que tienen una posibilidad, pero 500... qué más da», cotinúa, acabando entre risas diciendo que «me he gastado perras». Esos comentarios los realiza Soto mientras toma un aperitivo con dos personas que estarían vinculadas con Antonio Saura.

Esta denuncia la realiza José Alberto Belando, socio del Murcia CT, que considera que «no se puede tolerar», pidiendo que «nadie me robe la voluntad de votar al que me dé la gana». «Me siento robado», continúa, explicando que ningún empleado del club puede colaborar con las candidaturas a las elecciones. «Los miembros de la Junta Electoral ya avisaron a los trabajadores, pero Florencio Soto, que es el jefe de los monitores, hace campaña por Saura, algo que está prohibido. La tramitación de cada voto por correo es de uno 6 euros, si dice que tiene controlados 500, estamos hablando de unos 3.000 euros. ¿Ese gasto lo costea él de su bolsillo o quién lo paga?», se pregunta Belando, quien también quiere saber «¿quién le protege?». «El club es de los socios, pero al final deciden estos», explica, añadiendo además que el Murcia CT maneja al año unos cuatro millones de euros.

Belando solo pide «unas elecciones neutrales, en las que no estén las cosas dopadas», y es que el murciano también recuerda la polémica de 2016, donde indica que ganó Saura «porque al final apareció una saca de votos por correo». También desliza que durante el proceso electoral «Florencio Soto se dedica a filtrar que la candidatura opuesta va a despedir a monitores, y todo para que los socios no les voten por el miedo a que haya cambios entre los trabajadores».

El vídeo y las fotográficas aportadas por este socio están en las oficinas del Murcia CT desde el viernes por la tarde. El domingo se celebraron las elecciones sin ningún problema. Tras el recuento de votos, Saura ganó a José Pallarés. Hasta el jueves la junta electoral tiene para decidir si da validez a estas pruebas y anula el voto por correo o si da por bueno todo el proceso, confirmando la reelección de Saura.

Saura: «No hay nada ilegal, son amigos que están comentando el proceso»

El vídeo en el que Florencio Soto alardea de tener controlados «500 votos por correo» para las elecciones al Murcia Club de Tenis deja en entredicho a la candidatura encabezada por Antonio Saura, presidente desde 2016 y que seguirá al frente de la institución centenaria si la junta electoral confirma los resultados de este domingo. Esta redacción se puso ayer en contacto con Saura, quien no tuvo problemas en dar su versión de la polémica, insistiendo en varias ocasiones que todo se ha hecho «de forma transparente y legal». Explicando que se enteró del vídeo el viernes, el presidente defiende que «a estos señores los graban mientras charlan amistosamente en un aperitivo. Florencio Soto es un empleado que lleva trabajando en el club desde hace 40 años. Es verdad que son amigos míos, pero también de otros muchos socios». Saura continúa diciendo que todo lo que se está diciendo «es falso». «Hemos ganado a falta de que lo confirme la junta», indica, insistiendo en que se ha respetado «tanto el reglamento como los estatutos». «Son amigos, pero no han intervenido para nada en este proceso», se defiende, diciendo además que «no hemos robado nada a los socios. Esto no es ilegal porque los que salen en el vídeo no han participado en el proceso».

Al ser cuestionado por las palabras que dice Florencio Soto en el vídeo, Saura comenta que «no soy juez ni investigador», defendiendo que «los subtítulos que aparecen en las imágenes son ficticios. Solo están comentando el proceso electoral». Sobre la última frase de Soto, en la que dice que «me he gastado las perras», el presidente a falta de confirmación dice que «no he entendido nada de eso», insistiendo con su respuesta en varias ocasiones.

No es la primera vez que Antonio Saura se ve envuelto en un lío por el voto por correo. En 2016 ya ocurrió algo parecido, aunque al final su victoria en las urnas fue confirmada. «Es una pena, porque al final el Murcia CT se ve envuelto en estas polémicas, lo que afecta a la imagen», recordando que «en 2016 ya nos dieron la razón».

Sobre lo ocurrido ahora dice que «no tengo ningún miedo. Tengo la conciencia tranquila porque nos hemos ajustado a la legalidad».