El Real Murcia se condena a sí mismo una vez más (1-0)

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Parecía una mañana perfecta. El Córdoba iba perdiendo ante el Cádiz B -los gaditanos acabaron ganando- y por la tarde Linense y Sevilla Atlético se enfrentaban en un duelo directo en el que los dos no podían sumar los tres puntos. Era la oportunidad perfecta para que el Real Murcia recortase puntos en la clasificación. Era el día clave para acercarse a la Primera RFEF. Sin embargo, al descanso, los aficionados granas poco o nada confiaban. No porque habían desentonado mucho los murcianistas. Habían tenido ocasiones los de Loreto, una de ellas muy clara, pero las facilidades defensivas habían vuelto a condenar a un equipo que concede mucho atrás. Un gol de David García en el minuto 32, tras una falta lanzada por David González, había decantado la balanza a favor del Tamaraceite y en contra de un Real Murcia que de nuevo se complicaba en exceso.

Poco que destacar dejó la primera parte. Con el Tamaraceite dominando y durante varios minutos encerrando al Real Murcia, los locales apenas generaban ocasiones de gol. Tampoco destacaba en ataque el cuadro grana, que al cuarto de hora no había sido capaz de encadenar dos pases seguidos. Como se esperaba, el partido era demasiado igualado y el Tamaraceite hacía valer su superioridad en casa. Pese a que mandaban los de Gran Canaria, la primera ocasión llegó para el bando visitante. Fue en una acción aislada en la que Molinero se encontró un balón en el borde del área, pero su remate acabó en las manos de Nauzet. Marcaba el reloj el minuto 22 y dos después, el colegiado anulaba un tanto a Fuentes por fuera de juego.

Parecía que el Real Murcia empezaba a coger el ritmo del encuentro. Sólido atrás, esperaba cualquier oportunidad para salir a la contra y sorprender. Pero el que sorprendió de verdad fue el Tamaraceite. Una vez más, una acción a balón parado costó demasiado a los de Loreto. Sacaba David González y otro David, en este caso García, se elevaba entre la defensa para batir a Champagne y hundir la moral de los murcianista.

Despertó rápido el Real Murcia. Tenía que despertar como fuera, porque si las opciones de llegar a Primera RFEF eran escasas, con el 1-0, la palabra imposible tomaba más fuerza que nunca. Lo intentó Carrillo, con un balón que se fue a la derecha de la portería de Nauzet, y tuvo una clarísima Guille Lozano, que tampoco pudo convertir en gol. En una contra, el canterano corrió y corrió, hasta plantarse en el área. Pudo buscar a Fuentes, aunque decidió jugársela con un remate que sacó el meta local.

Las ocasiones de gol se acabaron tras la vuelta de vestuarios. El partido cayó del lado del Tamaraceite. Los locales consiguieron un guion perfecto. El Tamaraceite llevó el juego a donde le interesaba. Seguros en un campo que han convertido en un fortín, se lo tomaron con calma, defendieron el 1-0 que les daba la victoria y se encargaron de cortar cualquier posibilidad de juego de un Murcia que de nuevo recurría a Edu Luna para que patease ante la incapacidad de mandar en el centro del campo. Una falta de Yeray que fue directamente a las manos de Nauzet en el 66 fue el único acercamiento en los primeros veinte minutos de la segunda parte. El ex del Hércules había sido uno de los cambios. También habían entrado en el terreno de juego Roggny y David Segura.

Da igual los jugadores que saltaran al campo o los minutos que quedasen pendientes de jugar. El Real Murcia volvió a demostrar que está más muerto que vivo y que la victoria in extremis frente al Cádiz simplemente fue un aborto. Con esta derrota, los granas vuelven a demostrar que lo de llegar a la Primera RFEF es más que un milagro. Siguen a seis puntos a la espera de lo que ocurra en el partido entre el Sevilla Atlético y el Linense.