Quedan cuatro jornadas para acabar esta primera liguilla de Segunda B en la que se establecerán los objetivos de cada equipo en el segundo tramo de la competición. El Real Murcia iniciaba la carrera con el objetivo de meterse en los tres primeros puestos y lograr por la vía rápida un billete para la Liga Pro. Pues cuando solo faltan cuatro encuentros para acabar estas 18 jornadas, los granas están más cerca de la zona roja que del paraíso. Y es que este domingo los de Adrián Hernández siguieron su caída en picado en 2021. Visitaban el campo del líder y estaban obligados a ganar, pues ni sumaron los tres puntos ni lograron un empate ni mejoraron su imagen. Todo lo contrario, en Linarejos los murcianistas demostraron que todavía pueden jugar peor que frente al Lorca Deportiva, si es que es eso era posible.

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Tenía un ultimátum Adrián Hernández, pero como él no lo quiso ver así, pues no cambió nada. Con una imagen lamentable y condenado por la expulsión de Gurdiel en el minuto 20 -algo que visto lo visto no debería ser excusa-, el Real Murcia se dio otro disparo en el pie. Los goles de Josema y Hugo Díaz solo vinieron a confirmar que no hay esperanza. A la espera de ver si el consejo de administración se atreve a despedir al técnico murciano, que ya desperdiciado demasiadas oportunidades y ha demostrado que no tiene argumentos para dar con la tecla, la única alegría para los aficionados no llega en los partidos de su propio equipo sino en los encuentros de los rivales, y es que parece que salvo el Linares nadie quiere el billete a la Liga Pro.

Resultados y clasificación

No sé cómo empezar a contarles lo visto en el primer tiempo del partido disputado en Linarejos. No sé cómo empezar a contárselo desde el punto de vista del Real Murcia. Simplemente porque el equipo grana no compareció sobre el terreno de juego. En 45 minutos, el más destacado del cuadro murcianista fue Adán Gurdiel. A los veinte minutos decidió no seguir participando de ese ‘espectáculo’. A los 20 minutos se autoexpulsó. El lateral derecho, que fue el único que probó a Razak al inicio del choque, vio tarjeta roja después de una dura entrada a Dani Sánchez. Y lo peor no fue la falta, lo que más retrató al ex del UCAM fue que se le fue la cabeza en una jugada muy lejos del área y en la que el Linares solo había empezado a elaborar el juego.

Quedará señalado Gurdiel por esa jugada. Pero la realidad es que durante los primeros 45 minutos nadie se salvó. Ni los once que estaban en el campo ni Adrián Hernández, al que parece que los ultimátum no le hacen efecto. Porque en el encuentro en el que el Real Murcia se jugaba la vida, en el partido que, por los malos resultados de los rivales, te puedes colar otra vez en la lucha, los granas solo se dedicaron durante cuarenta y cinco minutos a hacer el ridículo. Fue tal el desastre que mientras que Vicente Carlos Campillo, comentarista del partido televisado, celebraba una jugada en la que los visitantes daban seis pases seguidos; los aficionados se conformaban con el 0-0 que aparecía en el marcador cuando el colegiado señaló el camino de vestuarios.

Lo único que salvaba al Real Murcia era el empate a cero en el marcador. Cualquiera que no hubiera visto los primeros 45 minutos, podría decir que el partido estuvo igualado, o que fue un encuentro de tú a tú. Pero en realidad el resultado desmentía lo que se había visto en el césped de Linarejos. Porque los locales superaron por tierra, mar y aire a los de Adrián Hernández, que a falta de cuatro jornadas para el final todavía no saben a qué juegan.

Si costaba adivinar la identidad del equipo cuando ignoraba el centro del campo, ahora, con jugadores como Verza y Carrillo, todavía es más complicado descubrir qué hay en la libreta de Adrián Hernández. Superado desde el minuto 0, el trivote no se notó. Abenza y Youness no se enteraron y Verza seguro que hoy está pensando si puede romper el contrato que firmó hace solo unos días. La defensa, con Gurdiel, Miguel Muñoz, Álvaro Moreno y Molinero, no paró de temblar, contagiando incluso a un Champagne más impreciso que de costumbre.

Quitando la ocasión de Gurdiel en el minuto 9, el resto de juego ofensivo fue todo generado por el líder. La más clara la tuvo Hugo Díaz, cuyo disparo se estrelló en el palo.

Las tuvo el Linares de todos los colores. No había ida y vuelta. Solo ida. Atacaban los locales, asediaban la meta del portero argentino, y cuando el balón caía a favor de los granas, en un segundo, con un simple pelotazo, el balón ya estaba en los pies de los jugadores que vestían de azul, que volvían a empezar, una y otra vez. Quitando la ocasión de Gurdiel en el minuto 9, el resto de juego ofensivo fue todo generado por el líder. La más clara la tuvo Hugo Díaz, cuyo disparo se estrelló en el palo.

Estaba perdido el Real Murcia y estaba perdido su entrenador. O esa sensación dio cuando para solucionar el problema generado por Gurdiel, Adrián Hernández quitó del campo a Alberto Toril. El futbolista que mejor podía adaptarse a lo que se estaba viendo, el único capaz de encontrar agua en medio de un desierto, tomaba el camino del banquillo en el minuto 20. Mientras Verza, innecesario para la propuesta grana, se mantenía en el césped.

Si no sabía cómo empezar a contarles lo que sucedió en la primera parte. Todavía soy menos capaz de iniciar el relato del segundo periodo. Porque si antes del descanso lo único positivo fue el marcador, a la vuelta del vestuario no quedó ni eso. Solo necesitó un minuto el Linares para llevar la lógica al electrónico. En un saque de córner, Josema no tuvo ni que forcejear para empujar un balón a la red en las narices de Miguel Muñoz.

Con diez y con el marcador en contra… el partido parecía ponerse ideal para milagros. Pero en el Real Murcia hace mucho tiempo ya que no hay milagros. En el Real Murcia ya no hay ni alma. Por eso nadie puede culparles de celebrar victorias como la de la primera vuelta ante un recién ascendido como el Lorca Deportiva.

Del fallo de Fuentes al 2-0

Y si la cosa ya estaba fea, si lo que más apetecía era apagar la televisión, el Real Murcia decidió impulsar más al Linares en el liderato. Primero se vio que ya no tiene un delantero en racha como Chumbi. Porque mientras que el aguileño convertía en oro todo lo que tocaba, Adrián Fuentes falló incomprensiblemente ante Razak en la ocasión más clara del partido para los granas (56’). Ni para lamentarse tuvieron tiempo los aficionados murcianistas, porque solo un minuto después, los locales sentenciaba definitivamente a un equipo muerto. Era Hugo Díaz el que ganaba la carrera a Antonio López para poner el 2-0 en el marcador. No sé si era peor el resultado o que todavía quedaba media hora por delante.

Falló otra vez Adrián Fuentes, que ni remató tras una buena acción de Carrillo, y ya ni la necesidad fue suficiente para que el Real Murcia sacara algo de orgullo. Con los minutos pasando y el Linares teniendo el partido donde quería, solo hubo que esperar a que el colegiado señalase el final. Ahora hay que aguardar a ver si el consejo de administración y Julio Algar siguen manteniendo la confianza en Adrián Hernández.

FICHA TÉCNICA

LINARES: Razak, Perejón (Neto, 30), José Cruz, Josema, Dani Sánchez, Lara, Rodri, Toni García (Sanchidrián, 60), Álex Peque (Gabri, 70), Fran Carnicer (Irizo, 70) y Hugo Díaz (Marc Mas, 60).

REAL MURCIA: Champagne, Gurdiel, Miguel Muñoz (Segura, 64), Álvaro Moreno, Molinero (Palazón, 64), Youness (Marcos Méndes, 75), Abenza, Verza (Ripoll, 64), Carrillo, Fuentes y Toril (Antonio López, 29).

GOL. 1-0. Min. 46: Josema. 2-0. Min. 58: Hugo Díaz.

ÁRBITRO: Alberola Rojas. Amarillas a Molinero, Carrillo y Sanchidrián. Expulsó con roja directa a Gurdiel en el 21.

ESTADIO: Linarejos.