Adrián Hernández está perdiendo crédito a pasos agigantados. Si hasta el momento el técnico del Real Murcia contaba con la confianza ilimitada de Francisco Tornel y algunos integrantes del consejo de administración, el empate cosechado el domingo por los granas ante el Lorca Deportiva ha pesado más de la cuenta a los apoyos al entrenador murciano. Incluso sus gritos desde la banda, que desquiciaron a los jugadores y que no consiguieron nada, han dejado ya de ser del agrado dentro de las oficinas de Nueva Condomina. Pero, por ahora, Adrián Hernández seguirá en el banquillo el próximo domingo ante el Linares.

Aunque había otros temas a tratar, el consejo de administración ser reunía ayer para ver qué hacer con el entrenador grana. Julio Algar, director deportivo del club, fue el que llevó la voz cantante y el que tuvo la última palabra. En el club consideraron que debía prevalecer su opinión, y así fue. El madrileño consideró que Adrián se merece una oportunidad más, por lo que dirigirá al equipo el próximo domingo en Linarejos.

En ese choque frente al líder, el técnico murciano no podrá volver a fallar. Con una plantilla completamente renovada en este mercado invernal, en el que se ha hecho un gran esfuerzo económico para fichar a jugadores contrastados y experimentados en la categoría, los resultados tienen que empezar a aparecer, y es que hasta el momento parece que esos cambios no han servido de nada.

A las dudas ante el Betis B y el Sevilla Atlético se ha sumado lo visto en este fin de semana, donde los murcianistas volvieron a ofrecer su peor cara en la segunda parte de un partido en el que Champagne tuvo que salir al rescate para que por lo menos se sumase un punto.

No gustó nada lo que vieron los consejeros sobre el césped, con un equipo ignorando a futbolistas como Carrillo y Verza, y apostando una y otra vez por pelotazos sin sentido. Como tampoco gustó que el Real Murcia siga desperdiciando oportunidades para llegar a la parte de arriba, sobre todo en estas últimas tres semanas en las que UCAM y Córdoba están fallando más de lo esperado. Eso ha hecho que los responsables del club que todavía confiaban en Adrián Hernández, rápidamente empezasen a apuntar al técnico como responsable de que ni el juego ni los resultados lleguen.

Y es que desde que comenzase el 2021, el Real Murcia solo ha sumado seis puntos de quince, y aunque el tercer puesto está ahora mismo a dos puntos -el Betis Deportivo tiene un partido pendiente-, la crisis murcianista ha permitido que equipos como el filial bético o el Sevilla Atlético le superen en la clasificación, aumentando el número de candidatos a luchar por los plazas que dan acceso directo a la Liga Pro.

Con ocho fichajes, la mayoría de ellos de mucho más nivel que lo que había en la plantilla, tanto los responsables del club como los aficionados confiaban en de una vez por todas encarrilar una racha de resultados positivos que permitieran poner fin a la regularidad que impedía alcanzar la parte alta.

Solo quedan cinco jornadas

Pero en vez de ir para arriba, el Real Murcia va para abajo. Ahora que solo quedan cinco jornadas, en el consejo de administración han empezado a entender que el problema no estaba solo en el terreno de juego. De repente la venda que tenían en los ojos ha caído, y los que antes veían una campaña en contra del técnico ahora ya hablan con libertad de todas las limitaciones que hay en el banquillo, llegando incluso a debatir qué hacer con el preparador murcianista.

Ayer mismo el consejo de administración se saltó otros temas importantes que había sobre la mesa para debatir sobre qué hacer con Adrián Hernández. De momento el de Churra tendrá una oportunidad más y se sentará en el banquillo contra el Linares, líder del subgrupo B pero que esta semana ha caído contra el Sevilla Atlético. La opinión de Julio Algar fue la clave. El madrileño defendió que confía en el entrenador, y el consejo de administración decidió respaldar la decisión del director deportivo.

El hecho de que solo queden cinco jornadas por delante en esta mini liguilla que reparte tres billetes directos a la Liga Pro también ha pesado en la decisión, y es que dentro de las oficinas consideran que a lo mejor un cambio de entrenador a estas alturas y cuando hay tanto en juego más que una solución puede ser un problema.

Semana de excursiones para poder entrenar

Desde que los responsables del Real Murcia decidieron echar el candado a las instalaciones de Cobatillas, el Real Murcia ha perdido la ventaja que tenía de tener un lugar propio en el que trabajar para tener que ir de prestado de un sitio a otro. Después de darse cuenta de que ejercitarse muchos días seguidos en Nueva Condomina no era beneficioso para la hierba del estadio murcianista, el club se aprovechó de las buenas relaciones con la Universidad de Murcia para utilizar sus instalaciones, quitando importancia al hecho de que estos campos son de césped artificial.

Y en los últimos meses, los jugadores granas han tenido que acostumbrarse a una situación inédita para un club como el Real Murcia. Si los partidos se juegan en césped natural, los entrenamientos se realizan sobre hierba artificial.

Esta semana cambiarán las cosas, aunque para ello tocará subirse al autobús y hacer un par de excursiones. Cuando los jugadores vuelvan al trabajo mañana miércoles -hoy tienen jornada de descanso- lo harán en Nueva Condomina. Ya el jueves se desplazarán a Campoamor para seguir preparando el partido frente al Linares. Por su parte, el viernes tocará visitar Balsicas para trabajar en el campo de fútbol de la pedanía pachequera. La última sesión de la semana, la del sábado, tendrá lugar en Nueva Condomina, según informó el Real Murcia en su página web.

El partido ante el Linares, líder del subgrupo B del Grupo IV, se jugará el domingo a las cinco de la tarde en Linarejos. Los granas visitarán a un equipo al que golearon en la primera vuelta del campeonato. En Nueva Condomina se impusieron por 3-0, siendo la victoria más cómoda de este curso. Adrián Hernández estará pendiente esta semana de las lesiones de Alberto Toril, que ante el Lorca no pudo jugar al tener molestias, y de Marcos Mendes, con una elongación en los isquiotibiales.