Si un equipo medio muerto como el Lorca Deportiva no aprovecha dos claras ocasiones para empezar a mandar en el marcador, todos hubiéramos firmado que el encuentro iba a caer del lado del Real Murcia (1-1). Todos hubiéramos pensado que en cualquier acción aislada, los granas le iban a mandar a la lona y casi a Tercera. Pero eso no fue lo que sucedió en Nueva Condomina. Y eso que en el error habitual de los lorquinistas en cada tarde, Carrillo se encontró un balón perdido en el área y el Real Murcia se adelantaba en el electrónicoCarrillo se encontró un balón perdido en el área y el Real Murcia se adelantaba en el electrónico. No anotaba el jugador de Alcantarilla por segunda semana consecutiva. Lo haría Emilio Iglesias, que se metía el tanto en propia puerta. Sin embargo, esa jugada, que llegó cuando parecía que el encuentro se marcharía al descanso con 0-0, solo fue un espejismo, porque en el 48, los visitantes lograron batir a Champagne y devolver el marcador a un empate que ya no se movió.

No supo el Real Murcia mantener un 1-0 que parecía encarrilar un partido que hasta ese momento no quería caer ni del lado de uno ni de los otros. Sobre todo porque al conjunto grana le cuesta muchísimo entender que hay choques en los que si se tranquilizara y pensara hasta tres antes de dar pelotazos sin sentido le iría mucho mejor y disfrutaría mucho más.

Pero hasta cuando un rival como el Lorca no presiona en exceso, el Real Murcia se hace un lío, favoreciendo que el partido se convierta en un correcalles que es más un problema que una solución. Y da igual que ya esté Verza para coger el timón, si Verza está rodeado de contrarios y sus compañeros no se ofrecen. En una época de distancias de seguridad, los de Adrián Hernández se toman en serio las medidas de protección hasta dentro del terreno de juego. No puede ser que los extremos, ayer Segura y Gurdiel, tengan tanta prisa por llegar arriba. No puede ser que ninguno de ellos entienda que deben ser el punto de conexión entre el centrocampista oriolano y la delantera.

Pues mientras Verza, por mucho que mire a un lado no encuentra a ningún apoyo, Gurdiel y Segura ya pisan casi área, amontonándose con Carrillo o con Adrián Fuentes, que esta domingo ha debutado con la elástica grana y lo ha hecho siendo titular.

Podría haber tenido el debut perfecto el atacante murcianista. Lo podría haber tenido si en el minuto 4 no se hubiese estrellado con el larguero. Rozó el gol el Real Murcia, al igual que en el primer minuto lo tuvo el Lorca Deportiva. Mustafá avisaba a Molinero de que podía darle la tarde, pero Dani Vega, con todo a favor por la caraja inicial de la defensa local, se atragantó con Champagne.

No aprendió el Real Murcia, porque en el nueve, volvió a cometer otro error en cadena. Otra vez el balón llegaba a Vega, pero otra vez el lorquinista falló, en esta ocasión cruzando demasiado.

Parecía que a granas y lorquinos solo les interesaban las áreas, y eso permitió ver un partido abierto en la primera parte. El paso de los minutos llevaba a sumar al Real Murcia ocasiones por la debilidad defensiva de los visitantes. Carlos Molina tuvo que remangarse para mantener el 0-0, parando primero un disparo de Fuentes y evitando después el gol de Gurdiel.

No tenía el Real Murcia el control del partido, y eso perjudicaba a sus defensas, en alerta constante, pero también hacía que en ataque se aprovechara cualquier balón dividido para apretar a los lorquinistas.

Cuando se acercaba el descanso y parecía que el marcador no se movería, llegó la jugada tonta que siempre cuesta puntos al Lorca. Aprovechó Carrillo un balón perdido para, con la colaboración de Emilio Iglesias, poner el 1-0.

Otra ventaja perdida

Ese gol debería haber aupado al Real Murcia. Con un Lorca ya muerto en la clasificación, el gol tendría que haber valido más a los granas para cerrar el partido. Pero este equipo se empeña en regalar vidas a todos sus rivales. Apenas había empezado la segunda parte cuando los visitantes ya tenían de nuevo el empate. Si el primer gol fue un churro, el 1-1 no fue mucho mejor. Garrido en línea de gol solo tenía que empujar en una acción muy polémica, y es que el jugador lorquinista estaba más adelantado y además el balón le tocó en la mano.

Era el minuto 48 y pocos pensaban que al Real Murcia iba a sentar tan mal el gol. Porque los minutos fueron pasando y ya nadie pensaba en el juego, las ocasiones cada vez llegaban en un número menor. De hecho, el mejor jugador de los granas fue Champagne, que salvó por dos veces a los suyos. Evitó en el 63 un disparo de Mustafá, posiblemente el más chisposo de los visitantes, y en el 76 se volvió a cruzar en el camino de Vega, que no tuvo su tarde da cara a puerta.

Conforme Adrián Hernández iba haciendo cambios, el Real Murcia parecía más perdido. Hubo instantes en los que incluso el Lorca, con sus deficiencias, le dominó. Solo en el tiempo extra, los granas intentaron hacer un esfuerzo por llevarse algo más de tres puntos, pero ni así pusieron en aprietos a Molina.

Al final, el empate ya no se movió del marcador. Un empate que no sirve a ninguno.