Ni siquiera una semana ha transcurrido desde que el Fútbol Club Cartagena lograra alcanzar el objetivo que llevaba esperando tanto tiempo. El ascenso sobre el césped de La Rosaleda va a tardar tiempo en borrar la sonrisa de la cara a los aficionados albinegros y a todos aquellos que desde dentro del club lo han hecho posible. Sin embargo, no hay tiempo para pararse a disfrutar. Esta semana ya han sido dos las reuniones que se han realizado con LaLiga para comenzar a planificarlo todo de cara a la próxima temporada. La primera, el martes -de forma telemática- y la segunda, el jueves, en la que una expedición con varios emisarios recorrieron todos los rincones del Cartagonova a para emitir el informe necesario con todos los deberes que club y Ayuntamiento tienen por delante para llegar en las mejores condiciones.

Pero no solo en lo institucional y en las infraestructuras hay que ponerse las pilas. También habrá que hacerlo en una plantilla en la que, si ya de por si es complicado hacer que sea competitiva en el fútbol profesional, más lo es aún con el poco tiempo que -en comparación con otras campañas- van a tener los clubes. No obstante, para que comiencen a llegar futbolistas, primero hay que tener claro quiénes son aquellos jugadores de la actual plantilla que van a seguir.

Quedarse arriba tras dar el salto

Como le comentaba el mánager general del Fútbol Club Cartagena, Manuel Sánchez Breis, a este diario, durante esta semana se han mantenido desde la parcela deportiva las primeras conversaciones acerca de la continuidad o no de algunos futbolistas, pero sin llegar a ser determinantes. Sin embargo, tanto el presidente, Paco Belmonte, como el técnico, Borja Jiménez, han reiterado en varias ocasiones que la intención es que continúe un importante bloque de los jugadores que han llevado al club a Segunda División. Una tarea que es aún más fácil si tenemos en cuenta que un alto porcentaje de ellos tiene contrato en vigor para hacerlo. Concretamente son 17 los jugadores que, bien por tener firmado varios años o porque tenían renovación automática en caso de ascenso, estarían a disposición del abulense cuando eche a andar la pretemporada. Todos, menos los cedidos -Álex Martín, Lucas de Vega, William de Camargo, Diegui Johannesson y Jovanovic-, además de Caballero, que solo firmó por un año. Por alguno de estos, como es el caso de William, va a pelear el Cartagena. Por ello, es de suponer que no serán pocos los jugadores que a pesar de estar vinculados al club albinegro van a terminar saliendo este verano para dejar hueco a otros con más experiencia y potencial en la categoría. Algo que ya sucedió la última ocasión en la que el Cartagena dio el salto de Segunda B a la categoría de plata.

7 'héroes' en Segunda

El verano de 2009 será recordado en el fútbol cartagenero por la llegada de grandes fichajes. El ascenso de categoría supuso un cambio importante en la plantilla. Jugadores de la talla de Víctor Fernández, Pascal Cygan o Quique de Lucas llegaron a Cartagena como auténticas estrellas. De hecho, es lo que eran y así lo demostraron a lo largo de una temporada de ensueño en la que se coqueteó hasta el final con el ascenso a Primer División. Otros, como Toché o Longás explotaron en el club albinegro y se revalorizaron de forma exponencial. Pero acompañando a los que copaban las fotos, había un grupo de jugadores que fue igual de importante que estos y que venían de ser también pilares fundamentales para salir del pozo. Fueron un total de siete los futbolistas que después de subir a las órdenes de Paco Jémez, se mantuvieron logrando ser algunos de ellos protagonistas. Rubén Martínez, Castilla, Txiki, Héctor Yuste, Mariano Sánchez, Falcón y Tato realizaron un trabajo de 'segunda línea' que fue vital para conseguir ser el equipo revelación de aquella campaña que, además, hubiera disputado play off de ascenso a Primera si en ese momento hubiera estado implementado el actual formato.

Este año, el bloque que se mantenga puede y debe desempeñar un papel igual de importante en el regreso al fútbol profesional. Existe, eso sí, una diferencia fundamental que a priori debe ser una ventaja para ellos. El técnico en esta ocasión es el mismo que el que estaba en la categoría de bronce. La renovación automática de Borja Jiménez por el ascenso hace que aquellos que se mantengan en la plantilla cuenten con el 'afecto' del entrenador y con la ventaja de saber su forma de trabajo desde el principio, un factor con el que no contarán los que se incorporen a lo largo de estas semanas.