Alberto Martínez es uno de los tres deportistas de la Región con plaza garantizada para los Juegos Olímpicos de Tokio. Sin embargo, su estreno en la gran cita deberá esperar un año más tras su aplazamiento al verano de 2021 por la crisis sanitaria generada por el coronavirus. El nadador cartagenero, al igual que miles de deportistas, se ha visto obligado a tener que cambiar drásticamente su rutina de entrenamientos debido al confinamiento. Pero con un hándicap todavía mayor, ya que durante este tiempo no puede entrenar en la piscina. "No hay manera alguna, por lo que aplazar los Juegos nos da algo de tranquilidad para poder llegar en condiciones óptimas y competir bien, además el resto de países también se encuentran ahora en la misma situación", ha afirmado el nadador de aguas abiertas durante el directo en Instagram con La Opinión.

Alberto Martínez logró su pasaporte a Tokio gracias a su octavo puesto en el Campeonato del Mundo de aguas abiertas y ha respondido a las preguntas de los seguidores durante la charla mantenida con Dioni García, Jefe de Deportes de La Opinión. Comparte entrenamientos con Mireia Belmonte y el estado de alerta le sorprendió en una concentración en Sierra Nevada, de vuelta a San Cugat y el posterior confinamiento en los domicilios, donde ha cambiado su rutina de trabajo. "Cuando me despierto hago una pequeña sesión de relajación muscular, una sesión de cardio en bicicleta, de una hora y media aproximadamente, tomo un pequeño desayuno, sin pasarme, porque ahora entreno menos horas, y hago una sesión de core o trabajo abdominal con autocarga. Descanso, Duero la siesta, y luego intento subir mi pulso con trabajo de flexiones, trícpes... básicamente no paro. Intento mantenerme activo", ha explicado el cartagenero y añade que, respecto a la alimentación, "he intentado reducir la carga de hidratos, intento comer menos pan y más ensaladas o verduras, casi todo a la plancha".

Aunque, su actual rutina contrasta con la llevada antes del confinamiento. "Antes nos despertábamos a las seis y media o así, y hacíamos una hora de cardio. Desayunábamos, media hora de calentamiento, y dos y media o así en el agua. Luego una sesión de fuerza o cross fit y por la tarde repetíamos las dos o tres horas de agua. Después algo de sauna, con contraste de frío y calor, y luego sesión de core para trabajar la estabilidad en el agua", ha comentado. No obstante, el nadador cartagenero ve este parón como una oportunidad de seguir progresando cuando se recupere la rutina habitual de cara a los Juegos. "Es muy importante preparar una temporada olímpica. Ahora, como todos, estamos fuera de la normalidad, pero tendremos más tiempo de preparación hasta los Juegos, entonces será positivo. Hay más tiempo y mayor margen de mejora, y todavía más en mi caso. Tengo tiempo intenta ser más rápido y poder pelear con los mejores", ha dicho a través del directo en Instagram con La Opinión.

El nadador del Club Marina Cartagena ha comentado que siempre se ha sentido un "fondista" en el agua, ya que siempre se le han dado "bien" las largas distancias desde sus inicios. "En piscina he hecho los 400 metros libre, en aguas abiertas los 10 kilómetros, que es la prueba olímpica y a la que más tiempo he dedicado. Pero también en 25 kilómetros, se hace más larga pero también me gusta y se disfruta, el tiempo en el agua se hace más corto", ha señalado. Además, también ha hablado de su entrenadora Margarita Cabezas, quien ha sido una pieza clave en su trayectoria profesional. "Ella me enseñó el respeto y la humildad. Desde pequeño me gustaba ser el mejor y ella fue la que me frenó y me dijo que bajase el listón. Me dijo que había que ser humilde de verdad y lo que era el compañerismo. El trabajo lo ponía yo y ella me machacaba", ha explicado.

Además, Alberto Martínez también ha comentado las complicaciones que supone el tener que compaginar los estudios con un deporte en el que hay que dedicarle tantas horas. "Al principio me resultaba bastante simple porque iba sacando los estudios. Pero cuando me marché las sesiones eran muy largas, hay apenas unas horas de descanso entre una sesión y otra durante el día, y yo necesitaba descansar porque el primer año tenía que adaptarme al trabajo del resto. Fue horrible. Estaba matriculado en el instituto de al lado y fue imposible. Ahora lo llevo bastante mejor, estoy estudiando online un grado superior y me lo tomo a mi ritmo", ha dicho a través del directo en Instagram.