Anna Montañana Gimeno se convirtió en febrero de 2018 en la primera mujer en tener un cargo de entrenadora ayudante en un equipo de la Liga ACB. Hasta ese momento, los banquillos de la máxima categoría del baloncesto nacional habían estado ´vetados´ para las mujeres. Pero Montañana no solo quiere ser asistente, quiere liderar un proyecto y para ello lleva preparándose desde hace muchos años.

Internacional española en 129 ocasiones, siempre ha sido ambiciosa, como dejó claro en una charla-coloquio que se celebró en el marco del Curso Internacional de Alto Rendimiento en Baloncesto, donde también participaron, entre otros, técnicos de ACB como Ibon Navarro (MoraBanc Andorra), Diego Epifanio (San Pablo Burgos) y Pedro Martínez (Kirolbet Baskonia). Junto a ellos, hasta San Javier también acudieron para impartir diferentes ponencias José Luis Pichel, David Cárdenas, Ángel Carmona, Lluis Riera y Fabián Téllez, entrenador este último del Mann Filter Zaragoza de la Liga Femenina. "En 2008 empecé a hacer los cursos para ser entrenador, cuando aún estaba jugando, pero es que a mi madre ya le dije cuando tenía 10 años que iba a ser profesional del baloncesto", recordaba, para admitir posteriormente que "ni siquiera ahora sé dónde voy" después de abandonar el pasado mes de febrero su puesto en el departamento de Márketing del Valencia Basket para lanzarse a la aventura de los banquillos.

Montañana repasó en una entretenida charla su carrera deportiva, desde sus inicios en el Godella -"tuve la suerte de tener al club campeón de Europa a diez minutos de casa"- y su paso por la Universidad de George Whasington, en unos años donde era atípico que las españolas emigraran -en la actualidad hay más de sesenta jugadoras de nuestro país en las universidades estadounidenses-. Hasta allí llegó siguiendo los pasos de Elisa Aguilar y por ser "siempre muy atrevida, porque me fui sin saber inglés".

Después de una larga trayectoria, con una temporada en la WNBA con Minessota incluida, ahora tiene claro que su sitio está en los banquillos. Este verano estará como ayudante de Mario López en la selección nacional femenina sub.-18, pero su mirada va más allá: "Siempre he dicho que quería entrenar a hombres y me gustaría ser entrenadora de ACB, pero hay que buscar un método para llegar hasta la meta", expresó.

"El baloncesto es muy parecido para hombres y mujeres, no se tiene que entrenar diferente. La diferencia está en la manera de hablar y corregir a las jugadores o jugadoras, ahí está la diferencia entre hombres y mujeres", dijo Montañana, quien matizó que "las mujeres buscan siempre más el porqué de las cosas que se hacen".

La valenciana explicó cómo surgieron los contactos el pasado mes de enero con el Montakit Fuenlabrada para incorporarse al equipo técnico del argentino Néstor ´Ché´ García: "Vino por Amaya Valdemoro. Ella le habló de mí a Néstor García y después de tres semanas de conversaciones, se hizo realidad, también gracias al presidente del club, José Quintana", explicó, para añadir sobre su rol dentro del grupo que "Néstor se trajo a Fuenlabrada a su ayudante, pero él no jerarquiza, tienes que ser tú misma. De hecho, después del primer día me llamó y me dijo que me soltara, que fuera yo. Es cierto que al principio me causaba respeto cómo iban a reaccionar los jugadores, pero salió espectacular. Néstor me presentó a los jugadores con total naturalidad , solo diciendo que era Anna Montañana y que era nueva entrenadora ayudante, sin más, y eso hizo que todo el mundo lo viera más normal".

Después de reiterar que "me considero entrenadora" y que su fichaje por el Fuenlabrada fue "un lance de suerte", Montañana argumentó para explicar la ausencia de mujeres en los banquillos del baloncesto profesional masculino, así como que solo tres estén al frente del conjuntos de la máxima categoría nacional femenina, que "hay una barrera invisible, propia de la mujer. Tenemos que ser más visibles y que las mujeres entrenadoras seamos una posibilidad", para puntualizar que "yo no quiero estar por ser mujer, quiero que miren a la mujer como entrenadora".

Pese a todo, Montañana considera que se están dando los pasos adecuados para llegar a ver en un futuro próximo a una mujer dirigiendo un equipo de ACB: "Estamos llegando a eso y cada vez hay más gente que piensa que puede ser, pero tenemos que empujarnos las unas a las otras", manifestó una exjugadora que admitió que el peor momento de su vida deportiva no fue al poner fin a la misma pese a que "si pudiera, aún seguiría jugando porque no hay mejor vida que la de jugadora", sino cuando se vio que ya no podía ir todos los veranos a la selección española: "El final de mi carrera lo vi en 2011, cuando me operé el cartílago. En ese momento ya sabía que las horas estaban contadas, pero el año más duro fue cuando ya no fui a la selección española. Lo pasé mal", reveló.

El Curso Internacional de Alto Rendimiento en Baloncesto, que estuvo organizado por la Universidad de Murcia en el marco de la Universidad del Mar, estuvo dirigido por Juan Carlos García Gómez, José Margineda y Antonio Pérez, y contó con la presencia de unos 140 alumnos llegados desde todos los puntos de España. Entre los participantes se encontraban destacados técnicos de la Región de Murcia, como Víctor Verdú, máximo responsable del equipo de Liga Femenina 2 del Jairis, o Eugenio Alcaraz, cartagenero que este verano volverá a estar en el cuerpo técnico de la selección sub-12 de la Federación Española.

Durante tres jornadas se desarrollaron interesantes ponencias, como los hábitos defensivos en las categorías de formación, impartida por Ángel Carmona, seleccionador andaluz femenino infantil, o el ´paso 0´, de José Luis Pichel.