En apenas un mes se resolverá el conflicto que se inició el pasado marzo por hacerse con el control del Real Murcia. Treinta días, a partir de hoy, en los que el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) aclarará si el propietario del club grana pasará a ser el empresario mexicano Mauricio García de la Vega o, en cambió, dará la razón a Raúl Moro, lo que mantendría en el poder al oriolano Víctor Gálvez. Tanto García de la Vega como el expresidente del conjunto murciano, han depositado en el TAS la cantidad que necesaria para que el proceso siguiera adelante. El empresario mexicano abonó a principios de mayo los 15.000 euros, aproximadamente, mientras que Raúl Moro hizo lo propio ayer, en el último día de plazo.

Después de conocerse que el Consejo Superior de Deportes (CSD) no se iba a pronunciar sobre este asunto, el fallo del Tribunal de Arbitraje Deportivo será el que decida quien tomará las riendas de la entidad murcianista de cara al futuro. Lo que deja a Víctor Gálvez, actual presidente del Consejo de Administración en una situación delicada, ya que desde marzo está haciendo frente a algunos pagos sin tener la certeza de que es dueño del club tras llegar a un acuerdo con Raúl Moro para adquirir su paquete de accionarial.

No obstante, pese a que tanto los futbolistas de la primera plantilla como el resto de empleados acordaron hace unas semanas que el dinero de la taquilla del play off de ascenso iría destinado al pago de sus nóminas, ayer, según pudo conocer esta Redacción, dicha cantidad todavía no había sido abonada. Además, parte de esa cantidad ha sido embargada por Hacienda, así como también ocurriría con los ingresos obtenidos por la retransmisión de los encuentros tras emitir las eliminatorias LaLiga TV y BeIN Sports.