Las diferencias entre Víctor Gálvez, actual presidente del Real Murcia, y Mauricio García de la Vega, quien se considera dueño del club tras ejecutar el contrato de compra firmado con Raúl Moro, van más allá de los despachos de Nueva Condomina. Aunque el objetivo de ambos es el mismo, hacerse con el control del club grana, los proyectos difieren hasta tal punto de que el oriolano y el mexicano no se ponen de acuerdo ni en la forma de vestir. Viendo todo lo que hay en juego, con procedimientos judiciales abiertos y con incógnitas por resolver sobre la gestión anterior, conocer la firma de ropa elegida para diseñar la colección que lucirá el Real Murcia la próxima temporada es una simple anécdota, sin embargo la 'batalla' De la Vega-Gálvez también ha llegado a ese extremo.

Cuando Nueva Condomina se preparaba para dar la bienvenida a Adidas, que se estrenaría en el coliseum grana, la llegada de Víctor Gálvez no solo frenó todos los planes sino que significó el fin del acuerdo alcanzado por Mauricio García de la Vega. Y es que el oriolano se ha decantado por el regreso de Hummel, que ya vistió a los murcianistas durante tres temporadas -de 2014 a 2017-. Los responsables en España de la marca danesa no solo se han llevado el gato al agua en la lucha por proveer al club, sino que además, en un hecho insólito, han sido los encargados de seleccionar al que será gerente y director deportivo de la entidad, Toni Hernández.

Aunque el Real Murcia tenía contrato en vigor con Umbro -hasta 2020-, Mauricio García de la Vega quería apostar por algo nuevo. Deseado Flores, nada más conocer los planes del recién llegado, puso sobre la mesa el nombre de Hummel. Sin embargo, la propuesta del albaceteño no iba acorde con los planes de un Pedro Gómez Carmona, que como hombre fuerte del mexicano en las oficinas defendió desde un primer momento la idea de que los granas deberían lucir una de las primeras marcas del mercado, acelerando las conversaciones con Adidas hasta el punto de llegar a un acuerdo que entraría en vigor este verano.

Como el FC Cartagena también había elegido a la marca alemana como su proveedora para el próximo curso, tanto De la Vega como Paco Belmonte, presidente albinegro, acordaron que el anuncio de la llegada de Adidas a ambos clubes se haría a la misma vez para así evitar que las aficiones se picaran con que si unos se habían copiado de otros.

Al llegar a un acuerdo con Adidas, el Real Murcia, como el resto de clubes de Segunda o Segunda B que eligen la firma germana, tendría que comprar todo el material deportivo, aunque al ser productos de catálogo los precios no suelen ser elevados. La ventaja reside en los beneficios que obtienen los equipos al vender material con el logo de las tres bandas son mucho más elevados que con cualquier otra marca. Sabedores de ello, otra de las ideas era desarrollar mucho más la tienda que el Real Murcia tiene en NC, consiguiendo así elevar las ventas y por tanto los ingresos.

Sin embargo, tras la salida de la Vega, el acuerdo con Adidas quedó en papel mojado, y es que Víctor Gálvez apostó por la idea inicial de Deseado Flores, firmando el regreso de Hummel solo un año después de que se rompiera el contrato con los daneses. La firma dotará al Real Murcia de material deportivo por valor de 300.000 euros, y como contraprestación recibe publicidad y se queda con los ingresos de las ventas, salvo un porcentaje de alrededor de un 15% que percibe el club.