El Lorca FC cayó ayer por tercera vez consecutiva. Y en esta ocasión, lo hizo de una forma bastante lamentable ante el Valladolid (3-0). Los lorquinos dejaron sobre el césped de Zorrilla una imagen muy lamentable porque el equipo no compitió, ni dio en ningún momento la impresión de que podía hacer algo positivo, y al entrenador Curro Torres solo podría salvarle de la destitución la proximidad del último encuentro del año de este miércoles, a las 20.00 horas ante el Osasuna, después de seguir dando bandazos.

Dejó en la grada a los centrales Holgersson, José Carlos y Albisua e introdujo tres cambios con respecto al once que salió ante el Numancia. Esta vez fue Merentiel quien llegó desde la grada al terreno de juego aunque en la segunda parte ocurrió lo propio con Manel, quien no jugaba desde la décima jornada. Onwu se estrenó como titular y Tropi ocupó la baja del sancionado Bustos. Pero ni así, la imagen del Lorca fue muy descorazonadora.Tras diecinueve partidos,visto lo visto, la conclusión es que el Lorca no tiene plantilla para competir con solvencia en el fútbol profesional ni entrenador con el suficiente rango para gestionar este grupo.

Al Lorca le hace falta de todo en todas las posiciones, incluido el banquillo, para intentar la proeza de mantener la categoría. El presidente Xu Genbao, sus dos asesoras, el traductor y director general Joaquín Romeu aguantaron estoicamente el frío vallisoletano. Todos fueron testigos de la pobreza futbolística que mostró su equipo. Muy blandito en defensa, una vez más, y muy ingenuo de medio campo hacia adelante, como siempre. No es normal que un equipo profesional ofrezca tantas facilidades, regale tantos goles y tenga tan pocos recursos ofensivos. O ninguno.

Los jugadores lorquinistas quieren hacer el juego que les ordena Curro Torres, pero algunos de ellos ya no creen en eso. Y ese es otro problema añadido. El Lorca fue capaz de darle oxígeno a un Valladolid que ha tenido una semana convulsa. En los primeros minutos el público silbó a su equipo mostrando su descontento con lo que el cuadro pucelano está haciendo hasta ahora en Liga. Pero llegó el cuadro lorquinista, quien sirvió de bálsamo de su rival. En el minuto once Dorronsoro evitó con un paradón un remate que pudo abrir el marcador mientras que el Lorca buscaba combinar, pero de poco vale si no es capaz de inquietar la portería rival. Todo lo contrario ocurre con el rival quien en el minuto veintiocho hizo el primero en otro desajuste defensivo provocado por el poco carácter que los jugadores lorquinistas. Borja se encontró un balón dentro del área y no perdonó.

Con un nulo bagaje ofensivo de los lorquinos se llegó al descanso con ventaja del conjunto local, que sin hacer un buen partido dominaba el marcador. La segunda parte todavía fue peor. El Lorca no tuvo poder de reacción y nunca estuvo metido en el partido. La nota positiva, por destacar algo, fue la reaparición del centrocampista Eugeni, siete partidos sin jugar por lesión, pero lo que no cambió fueron los regalos defensivos del Lorca. A los sesenta minutos llegó el segundo del Valladolid en otro clamoroso error de la defensa que permitió a Mata eludir a Dorronsoro y dejar sentenciado el choque.

Un Lorca moribundo entregó el partido.Ni tan siquiera salió el orgullo que se le supone a los jugadores y con esta perspectiva llegó el tercero en un riguroso penalti de Pomares subre Hervías que el propio jugador convirtió. A partir de ahí no hubo partido y el Lorca siguió sin dar señales de vida después de noventa minutos.