Después de un mal inicio, el Mérida se ve capaz de terminar el curso en los puestos de play off de ascenso para pelear por una plaza en Segunda División al término del curso. El conjunto extremeño, que arrancó la presente temporada con una derrota en Nueva Condomina, llega al primer choque de la primera vuelta con los mismos puntos que los granas (30) y muy cerca de la parte alta después de un irregular arraque que provocó la destitución del mazarronero José Miguel Campos al frente del equipo.

El club extremeño cesó al entrenador murciano en la jornada 7, debido a que el Mérida tan solo había cosechado cuatro puntos hasta esa fecha de 21 posibles -es decir un 19% de los puntos en juego- y el equipo ocupaba posiciones de descenso a Tercera División.

Sin embargo, la llegada de Eloy Jiménez al estadio Romano, tras dirigir hace dos temporadas al UCAM CF en la categoría de bronce, ha servido para relanzar al Mérida en la clasificación y pelear por el objetivo que se marcaron desde el club este verano.

Con el técnico manchego al frente, el Mérida ha mejorado considerablemente su rendimiento y ha conseguido acercarse al tren de cabeza al conseguir 26 puntos de los 36 puntos en juego desde su llegada -es decir un 72% de los puntos en juego.

El cuadro extremeño tan solo ha dejado escapar diez puntos desde la jornada 7 y el duelo ante los granas, mañana a las 17.00 horas, puede ser muy importante para el futuro de los dos clubes, ya que ambos comparten el mismo propósito.

Así lo entiende el presidente del Mérida, Daniel Martín, que esta semana afirmó en su cuenta personal de Twitter que perder ante el Real Murcia sería «una catástrofe» y confía en mantener los números que le han llevado a poder pelear por una plaza entre los mejores del grupo IV de Segunda B.