Toros Sutullena

Paco Ureña en estado puro en la reapertura del coso de Sutullena

El lorquino firmó un total de cinco orejas y un rabo en una tarde donde se colgó el cartel de ‘No hay billetes’ en Lorca

El matador lorquino Paco Ureña, en el cuarto de la tarde

El matador lorquino Paco Ureña, en el cuarto de la tarde / Enrique Soler

Gil López

Tarde histórica en el centenario coso de Sutullena en Lorca, tras más de 14 años de un peregrinar por el desierto. Los aficionados taurinos de la Ciudad del Sol veían su sueño cumplido y el coso abría de nuevo sus puertas. Una encerrona del torero lorquino Paco Ureña era el cartel elegido para esta fecha, que ya forma parte de la historia de la localidad. Ureña cerró el festejo con cinco orejas y un rabo en una tarde de éxitos.

Los aficionados taurinos de la Ciudad del Sol veían su sueño cumplido y el coso abría de nuevo sus puertas

En el coso de Sutullena se pudo ver al presidente del ejecutivo, Fernando López Miras, junto al vicepresidente, José Ángel Antelo. Así como el consejero de Presidencia, Marcos Ortuño y el director general de Administración Local y responsable de Espectáculos, Francisco Abril o el director general del Itrem, Juan Francisco Martínez. También a toreros como Rafaelillo, Jorge Martínez y Antonio Puerta. El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, fue el presidente de la corrida.

Ayer, más de 4.000 almas llenaban los graderíos de Sutullena. Antes del inicio una pancarta recorrió el ruedo bajo el lema ‘Lo hemos conseguido’.

Delante del burladero de matadores saludó Ureña a Venturoso, su primero, un toro bien presentado, un tanto huérfano de fuerzas y con el que no pudo empezar con brillo a pesar de quebrar la cintura en un par de verónicas, siendo después de varas cuando firmó un quite por tafalleras invertidas, cerrando con una media exquisita. Agustín de Espartinas colocó dos excelentes pares de banderillas. Brindis a su público y muleta en mano, para tras un par de doblones, tirar del toro en los medios en una fiel interpretación del toreo en redondo, salpicada por los arreones del toro que miraba a las zapatillas, intentando cortar el espacio. Dejó media estocada tras tres intentos. Aplausos.

Poco con el capote en su segundo, un toro algo vareado, bien armado, astifino, que derribó al caballo. Quite por gaoneras muy aplaudido. Excelente Cama con los garapullos. Faena de lucha de poder, ante un toro con picante y con ‘perfume’ de aspereza, muy terco y que no se lo puso fácil, con un comienzo muy torero y una tanda final igual. Gran estocada, cayendo la primera oreja de la encerrona.

Brega con el capote en el tercero, que entraba a los vuelos de la seda con la cara baja y cortando por el pitón izquierdo. Muy valiente y torero con el de Domingo Hernández, al que logró someter por donde el toro «renegaba» el lado izquierdo en faena muy variada que había comenzado con ayudados por alto y en la que Ureña se pudo lucir y poner encima de la arena todo su poder. Concluyó de otra gran estocada en la suerte contraria. Dos orejas y rabo, tras aviso.

La segunda parte de la corrida se abrió con el toro de Victorino, cuya presencia, con un gran árbol de levas, levantó palmas

Segunda parte con emoción

La segunda parte de la corrida se abrió con el toro de Victorino, cuya presencia, con un gran árbol de levas, levantó palmas. Le apretó mucho a Ureña buscándole los pies y queriéndose comer ambas cosas, los pies y el capote. Brindó al maestro Pepín Jiménez. Muy grande la faena a este noble Victorino en series por ambos pitones templadas, limpias y de buen trazo. Falló en los aceros, aplausos tras aviso. Y el burel fue aplaudido en el arrastre.

Ureña, con el capote

Ureña, con el capote / Enrique Soler

Salida briosa del quinto, rematando en burladeros. Aseado con el capote Ureña en este toro con kilos, pero muy justo de fuerzas y de nombre Sosito, de los Hnos. García Jiménez. En banderillas se desmonteró El Charra. La faena con la muleta tuvo un buen comienzo, pero el toro apenas se podía mantener en pie, por lo que el maestro tuvo que cortar la faena. Media estocada que fue suficiente. Palmas.

Toro muy bien hecho el sexto, con leña por delante y bonito de pelos, castaño ojo perdiz y bocinero, al que Ureña paró con el capote al hilo de las tablas. También perdió las manos este toro de Fuente Ymbro. Se notaba que el lorquino quería cerrar la tarde con buen tono y se entregó sin límites. Tras un apunte por el pitón izquierdo, volvió al toreo en redondo cuajando una gran tanda. Entró a matar por derecho en la suerte natural cobrando un gran espadazo. Flamear de pañuelos y dos orejas tras presionar las cuadrillas al palco.