Entrevista | Blanca Pérez de Tudela Periodista y documentalista

"La Algameca Chica es una realidad difícil de borrar del mapa"

La murciana ha ganado el premio al Mejor Proyecto de la primera edición del market del Ibaff, y lo ha hecho con un documental sobre La Algameca Chica que continúa en busca de apoyos para convertirse en realidad

Blanca Pérez de Tudela durante la grabación del documental.

Blanca Pérez de Tudela durante la grabación del documental. / L. O.

Asier Ganuza

Asier Ganuza

El mes pasado, La Algameca Chica volvía a ocupar titulares después de que dos vecinos de este particular poblado cartagenero aceptaran derribar sus casas en este asentamiento ‘alegal’ para evitar condenas de un año y medio de cárcel. Mientras, esta misma semana lo hacía de nuevo pero por algo mucho más positivo: que el documental que se está realizando sobre este rincón único en nuestra geografía se había llevado el premio al Mejor Proyecto en el market del Ibaff, el Festival Internacional de Cine de Murcia. Hablamos con su directora, la joven periodista Blanca Pérez de Tudela (Alguazas, 1994), para conocer el estado de la producción, inmerca en una campaña de mecenazgo que termina este viernes.

Antes que nada: Felicidades por el premio. ¿Qué supone este reconocimiento para usted? El jurado no era cualquier cosa...

¡Muchísimas gracias! Lo primero: ¡fue un sorpresón! Como bien dices, el jurado no era cualquier cosa. Nos evaluaron los productores ejecutivos de MediaPro y AtresMediacine, que al final son dos importantísimos profesionales de la industria del cine español actual, las personas que están decidiendo qué vemos y qué no vemos en la gran pantalla y en las plataformas. En fin, el nivel era alto y era la primera vez que participábamos en un concurso de este formato. Además, era una edición muy enfocada a la ficción y nuestro proyecto era el único documental, así que no éramos el público más objetivo de la convocatoria... En resumen, que no nos lo esperábamos en absoluto. Nuestro objetivo era sumar experiencia y aprender todo lo que pudiéramos, pero nos llevamos un voto de confianza que aún estamos digiriendo.

¿Qué tal fue el fin de semana, por cierto? Es el primer año que se celebra este proyecto.

Ha sido una experiencia realmente útil. Como te decía, nunca habíamos estado en un market pitch, y a lo largo del fin de semana nos dieron muchísimas herramientas para aprender a defendernos en estos entornos. El primer día tuvimos un taller impartido por Luis María Ferrández, guionista en Fikticia Korner, en el que nos dieron importantes claves para elaborar una presentación bien estructurada y adecuada a las normas de la industria cinematográfica, algo clave para que podamos presentar a productoras y plataformas el proyecto documental de forma eficaz. Además, pudimos conocer otros trabajos que se están cocinando en la Región y en muchos otros puntos de España;fue un verdadero lujazo poder acercarnos a ellos ya en estas fases tan primarias de producción. Por otro lado, el espacio de intercambio que se creó fue también superbonito y generoso. A veces, que un compañero se te acerque y te de una simple referencia de un documental similar al tuyo, puede inspirarte y ser un punto de inflexión.

¿Qué le llevó a presentarse con La Algameca Chica?

Nos pareció que era un marco muy positivo para el proyecto. Se trataba de un encuentro de profesionales de la industria cinematográfica: creadores, autores, productores, directores, guionistas… Y encima en nuestra propia ciudad. Una oportunidad enorme de contacto con la realidad cinematográfica de nuestro país, sin tener que costearnos un viaje a Madrid o Barcelona. El objetivo era aprender, intercambiar, ver cómo funcionaban este tipo de encuentros y exposiciones y, de paso, promocionar La Algameca Chica. Pensamos que también dar a conocer uno de los rincones más mágicos de nuestra Región podía aportar valor. Es importante que la gente de fuera sepa que en Murcia, más allá de la marinera, existen estas realidades y que las estamos atendiendo.

El premio de Fikticia no tiene dotación económica ni es vinculante con ninguna de las productoras representadas en el jurado, pero supongo que a nivel anímico y, sobre todo, mediático es un empujón importante, ¿no?

Absolutamente. Las apreciaciones que nos hizo el jurado han sido un empujón, un voto de confianza que nos ha llenado de ilusión y energía. Además, ha llegado en un momento idóneo: justo estamos finalizando la campaña de crowdfunding que abrimos para recaudar fondos y poder financiar la postproducción del documental. Nos quedan apenas unos días –el 8 de marzo finaliza– y aún no hemos cubierto el objetivo final. Esperamos que este premio sirva para avalar el potencial del documental y que la gente confíe y nos apoye aportando su granito de arena.

¿Qué tal la experiencia de Verkami? Me imagino que cuando se lanza parece algo casi quimérico, pero ya han logrado el primer objetivo marcado y la campaña sigue dando sus frutos…

Muy contentos. Pusimos un primer objetivo muy bajito: 5.000 euros, pese a que el presupuesto que tenemos calculado para poder llevar a cabo el docu es de 21.000. Lo hicimos así porque Verkami te obliga a alcanzar el primer objetivo, si no devuelve el dinero a los mecenas y nos quedamos sin nada. Nuestra sorpresa fue enorme al ver que en la primera semana ya habíamos cubierto esos 5.000. Ahora hemos llegado a una etapa valle; es lo normal en estos procesos: siempre hay un subidón de apoyo al inicio que luego desciende y se estanca, pero sigo animando a la gente a que nos ayude en la medida que pueda, porque nos queda bastante para alcanzar esos 21.000...

Creo haberle leído decir que llegaría hasta el final con esto sí o sí, pero supongo que era más un tema de autorefuerzo positivo que otra cosa. Sin embargo, ¿se puede decir ya, con ‘seguridad’, que algún día (más tarde o más temprano, con más dinero o menos) veremos el documental?

Como diría Antonio Machín en su tradicional bolero, yo con La Algameca Chica «tengo un compromiso». «Sin firmar un documento, ni mediar un previo aviso…», muy al estilo algamequero, ¿no? [Risas]. Fuera de bromas, siento que mi responsabilidad es terminar este documental y hacerlo real. Aún necesitamos apoyo económico para hacer la película de mis sueños, pero vamos a seguir trabajando. Ya contamos con un presupuesto desde el que partir y ahora toca seguir remando. Consigamos más dinero o no, un producto más profesional o más independiente, salir, saldrá. Llegados a este punto sólo hay una dirección y es hacia delante.

Más que nada, supongo, por la gente que se ha volcado con el documental. Y cuando digo «la gente» me refiero a su gente (familia y amigos), que son los que han hecho posible la grabación, y a los vecinos de La Algameca Chica. ¿Cómo estás viviendo a nivel personal todo esto?

A veces hasta con vértigo. Es gente que me conoce desde los pañales, que lleva mucho tiempo en mi vida y que ha visto a la Blanca adolescente y universitaria empollona. Otra está en mi vida desde hace tan sólo unos meses, ¡y algunos ni siquiera me conocen!, pero tienen más claro que yo misma que mi trabajo va a merecer la pena y que el documental va a ser una realidad. Es superbonito. Pero a la vez tengo que confesar que a veces me da miedo no cumplir con las expectativas. Pese a todo, los temores, las inseguridades propias del proceso…, me siento muy apoyada, muy recogida y muy acompañada. Y lo valoro y lo agradezco a diario.

Permítame insistir: ¿cómo han acogido los vecinos el proyecto? 

Los vecinos se han volcado conmigo y con el proyecto. En el crowdfunding lo han demostrado de nuevo, puesto que las recompensas que estamos ofreciendo son experiencias organizadas por la propia Asociación de Vecinos de La Algameca (paseos en barco, comidas en embarcaderos, talleres, noches en sus barracas…). Y es genial porque para mí su apoyo es fundamental. ¿Cómo iba a hacer un documental sobre su forma de vida sin contar con ellos? 

¿La situación de La Algameca es realmente crítica o goza de cierta estabilidad pese a su condición..., digamos, ‘alegal’?

Es difícil responder. La amenaza es real: hace menos de un mes amanecimos con una noticia en los diarios locales que advertía de que hay construcciones que se van a derribar. A los denunciados les ofrecían dos opciones: o tiraban sus casas abajo o se pasaban un año y medio en prisión, y definitivamente se han visto obligados a aceptar el derribo de sus construcciones en un plazo máximo de un año. A pesar de esto, La Algameca Chica sigue siendo una realidad que parece difícil de borrar en el mapa y cada vez somos más los que la apreciamos y estamos dispuestos a protegerla.

Uno de sus objetivos era descubrir cómo un espacio como este, que parece sacado de otro tiempo, ha logrado mantenerse en pie durante tanto tiempo. Igual es mejor mantener de momento el secreto, pero... ¿lo ha conseguido? ¿Le ha encontrado una explicación a un lugar tan especial y contradictorio como este?

Yo creo que La Algameca Chica es una excepción y una incongruencia en sí misma. Lo consigue por su esencia, por su naturaleza. No quiero revelarlo todo, porque no hay una explicación única ni sencilla. En esa imposibilidad creo que reside su magia, en que esto sea un poco inexplicable. Pero parte de los motivos pasan por esa condición de alegalidad, que es a su vez, su mayor peligro y su mayor garantía. Es un limbo jurídico que los desprotege pero les permite vivir en cierta forma varados en el tiempo, de una manera muy auténtica, muy suya. 

Estuvieron grabando por allí el pasado verano, hablando con vecinos y expertos, recabando testimonios con los que construir el relato. ¿Lo que es el rodaje ya está finiquitado? ¿En qué punto o fase está ahora mismo el proyecto?

No del todo. Un documental es un proyecto con vida propia que va cambiando y al que le van surgiendo nuevas necesidades. A lo largo de estos meses han sucedido cosas y aparecido personas como La Dani, el actor galardonado este año en los Premios Feroz y nominado a un Goya. Descubrimos justo el día después de finalizar el rodaje que era el hijo del vecino que precisamente nos dejó la barraca en la que nos hospedamos durante el rodaje. Él tiene un vínculo muy singular con La Algameca Chica que nos gustaría incluir en el documental. Esa entrevista, por ejemplo, tenemos prevista grabarla ahora en marzo. Y también faltan aún algunas tomas del poblado. Y, además de esto, todavía falta editar, etalonar, crear el sonido, la música original... Estamos en proceso de producción, así que aún nos quedan meses de mucho trabajo.

¿Tiene en mente alguna fecha para su posible estreno o no se marca metas de ese tipo todavía?

Metas sí, pero siendo realistas sabemos que los tiempos en cine son lentos y que lo que en un principio se fija como objetivo casi nunca se cumple. No por falta de esfuerzo, sino porque todo va mutando, sobre todo con un documental, que como te decía es un proyecto con vida propia. Pero bueno, por darte una fecha, y teniendo en cuenta que es más un deseo que una promesa, te diré agosto de 2024. Ojalá lleguemos.