Más de 100 libros de artista llenan las vitrinas del Museo Arqueológico

El libro de artista es un soporte en el que se entrelazan diferentes disciplinas artísticas. Las posibilidades del formato son tantas como autores hay, tan únicas como el lenguaje creativo que configura cada firma. Estas piezas tan particulares han encontrado su lugar de reunión en el Museo Arqueológico Municipal Enrique Escudero de Castro de Cartagena, donde 105 creadores de España, Francia e Italia exponen estos ‘libros objeto’ en una muestra que podrá visitarse hasta el 27 de abril y que se enmarca dentro de la bienal internacional ‘Mediterraneus ars liber’.

El tándem formado por los artistas Salvador Torres y Enzo Trepiccione comisaría esta exposición que también tiene como objetivo dar visibilidad a artistas locales y regionales como Kraser, Virginia Bernal, Antonio Vidal Máiquez, Belén Orta, Fernando Saénz de Elorrieta, Javier Cruzado, Pablo Sánchez, Luz Bañón, Ginés Vicente, Silvia Viñao, Alberto Balaguer, Luis Izquierdo y Concha Montalvo, entre otros tantos. El proyecto también ha sido concebido por Giovana Donnarumma y Gennaro Ippolito. 

«Se trata de una muestra muy polifacética que enseña una cara de los creadores no tan conocida como es el libro de artista –explicó el concejal de Patrimonio Arqueológico, Pablo Braquehais, durante la inauguración de los expositores el pasado jueves–. Y el Museo Arqueológico es un lugar muy adecuado para albergarla porque aúna cultura, arqueología y arte». 

El hilo conductor que articula las piezas expuestas (y, dicho sea de paso, también el espacio que las acoge) es el Mediterráneo. De ahí la fuerte presencia de autores italianos entre el extenso listado que figura en el programa. Enzo Trepiccione ha detallado que la bienal internacional ‘Mediterraneus ars liber’ nace en el Castel dell’Ovo (Castillo del Huevo) de Nápoles hace más de veinte años, y que en los últimos tiempos se está celebrando en España para mostrar el fuerte legado entre los dos países.

"Hemos creado mapas de recuerdos, de descubrimientos, de posibilidades y realidades, vividas o no"

En las mesas del museo descansan desde pequeños cuadernos de notas hasta volúmenes de gran tamaño y peso, como ha señalado Salvador Torres, todos transformados por el arte: el libro se metamorfosea y consigue ser como la piedra para la escultura o el lienzo para la pintura. La propia configuración es la esencia de cada obra. 

Esta extensa exposición permite al espectador una mirada al mundo más interior de los artistas. En ocasiones será imposible ver todos los ángulos de esta faceta oculta (pues también quedan ocultas, por su construcción, algunas páginas), por lo que la narración visual continuará, de infinitas formas posibles, en la imaginación de cada visitante. Una forma inmersiva de experimentar el arte a través de variaciones de un mismo objeto.