Entrevista

José Miguel Rodilla: "Siempre es especial volver a la raíz, al sitio en el que empecé mi carrera"

Con él empezó a rodar la Sinfónica de la Región hace ya casi veinte años, en el ‘96, y hasta 2012 sostuvo la baqueta de la formación murciana

Volvió como invitado, pero ha pasado una década desde esa última vez

Ayer se puso de nuevo al frente de la ÖSRM y hoy y mañana repite en Murcia y Cartagena con el 'Concierto de Año Nuevo'

El director de orquesta José Miguel Rodilla.

El director de orquesta José Miguel Rodilla. / L. O.

Asier Ganuza

Asier Ganuza

Una década después –y casi doce años ya desde que dejara la titularidad en manos de la molinense Virginia Martínez–, el maestro José Miguel Rodilla volvió al ponerse anoche al frente de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (ÖSRM). Lo hizo en el Auditorio Margarita Lozano de Lorca y con la responsabilidad de dirigir uno de los programas más especiales de la temporada para la formación: el Concierto de Año Nuevo. O los Conciertos de Año Nuevo. Pues hoy estará junto a sus músicos en El Batel, de Cartagena, y mañana, en el Víctor Villegas, de Murcia; en ambos casos, a partir de las 20.00 horas. La Opinión habló con él ayer, pocas horas antes del estreno.

¿Cómo está? ¿Contento, nervioso...?

A estas alturas de la película estar nervioso es difícil... [Ríe]. Pero bueno, siempre tienes esa ‘cosa’, ese gusanillo en el estómago. Y sí, claro: ¿Contento? Mucho. Por volver a dirigir a esta orquesta y por la relevancia de estas citas.

Son conciertos especiales.

Sí. Y más para esta Orquesta. En aquella primera época, cuando yo era director titular, los conciertos de Navidad fueron particularmente importantes para la formación en tanto en cuanto sirvieron para darle un cierto ‘empuje’, para darla a conocer entre el público de la Región. Así que retomar la relación con la ÖSRM después de tanto tiempo y hacerlo, además, para estas actuaciones es para mí muy importante. Así que sí, muy contento.

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¿Cuánto tiempo hace desde la última vez que tomó la batuta de nuestra Sinfónica? Creo que son doce años ya desde que cedió la titularidad...

Sí. Pero después estuve como director invitado un par de veces. De todas formas, sería en 2013 o 2014..., vamos, hace ya diez años.

¿Y qué tal ha sido el reencuentro con la Orquesta?

Muy bueno. Es como un déjà vu, ¿sabes? Al final, entras a la sala de ensayos y ves que el 90% de los músicos son los mismos que cuando yo era director. Y, claro, pasa el tiempo y eso se nota: la gente cambia, madura... Pero pasan muy pocos minutos hasta que todo parece que vuelve a ser como antes, hasta que miras a la Orquesta y parece que no han pasado tantísimos años. 

Supongo que esa es una buena señal.

Sí, porque eso se traduce en que hay buena comunicación entre músicos y director, en que estamos todos en buena sintonía. Y esa ha sido la sensación. Además de que, por supuesto, en este tiempo he dirigido a muchas otras orquestas por todo el mundo, pero volver a la raíz, al principio de mi carrera como director, siempre es una satisfacción especial. 

Pensaba que me iba a decir que no quedaban muchos músicos de su época...

¿Sabes lo que pasa? Que cuando yo era titular –al principio, nada más fundarse la orquesta– la edad media de los músicos era bastante reducida; era una formación muy joven. Y la mayoría –si no es el 90, será el 85%– siguen: se han formado profesionalmente aquí y se han asentado. Ha habido algunos cambios, obviamente, pero en esencia todo sigue igual.

Entonces, centrémonos en el presente: ¿Qué me puede contar del programa que han preparado para estas tres actuaciones?

De un concierto de Año Nuevo siempre se espera una influencia notable (o imitación) del que ofrece anualmente la Filarmónica de Viena, así que el que viene a vernos espera disfrutar, cómo no, de las polkas y los valses de la familia Strauss. Y los van a escuchar, por supuesto. Pero a mí siempre me ha gustado –siempre que he hecho este concierto– hacer una primera parte de música española, porque en este país tenemos un gran patrimonio musical y es una pena que estas actuaciones tan señaladas se limiten a un programa eminentemente austriaco. Que está muy bien, ¿eh?, pero estamos en España.

Y hay que hacer patria.

Claro. Aquí tenemos muy buena música, y no solo de compositores españoles... Nosotros, en la primera parte, abriremos con una obra de un autor ruso, Aram Kachaturian, que está basada en La viuda valenciana, de Lope de Vega. Después haremos un clásico: la suite de la ópera Carmen, de Bizet, que aunque fuera francés firmo una de las piezas más representativas de nuestra música. Y terminaremos esta parte con zarzuela (pasodobles, valses, marchas...), porque nosotros también tenemos música festiva y de danza. 

Y en la segunda parte, ahora sí, los Strauss.

Sí. Que, de hecho, tienen una obra –una cuadrilla, que se llama; un tipo de danza– que está basada en la ópera Carmen, y de alguna manera aprovecharemos eso para conectar las dos partes del programa. Pero bueno, luego ya llegarán las polkas y valses más conocidos de los Strauss y, claro está, El bello Danubio azul.

A modo de conclusión, José Miguel: ¿Cómo ve a la Orquesta hoy día? Usted la vio nacer y, supongo, el crecimiento será notable.

Sí. Y está en un buen momento. El nivel es notable y el paso del tiempo le ha dado a la Orquesta una madurez que es palpable en los montajes que está presentando últimamente. Creo que la Región de Murcia tiene una Sinfónica que goza de muy buena salud.