Concierto

Muerdo: "Contra la polarización, lo mejor es darse cuenta de que todo es mentira"

Pascual Cantero y su banda en Garaje Beat Club su fin de gira

Pascual Cantero, Muerdo

Pascual Cantero, Muerdo / L.O.

Este pequeño tour (cuatro conciertos) de fin de la gira de Muerdo, Gira y cambia todo, que concluye este viernes en Murcia, está siendo «como volver a empezar», dice Pascual Cantero. El 2023 ha sido un año con muchas novedades para el molinense. Ha girado por toda Latinoamérica y parte de Europa a propósito de su álbum 10 años de flores, viento y fuego (2023), celebrando una década de carrera con colaboraciones muy especiales en una decena de sus mejores temas, reinventados junto a Love of Lesbian, Los Caligaris, Valeria Castro, Tanxugueiras, Green Valley… Y anuncia que próximamente habrá nuevo disco –en una onda de jazz latino– que ya ha empezado a grabar en Madrid bajo la producción de Fernando Illán. Un regalo antes de navidad.

Este ha sido un año con muchas novedades.

De muchas vueltas, de mucho trabajo y de lugares nuevos, de lugares emblemáticos a los que teníamos ganas de llegar, y de abrir también nuevos territorios, como hemos hecho con la gira por Europa. Ha sido un año de mucho movimiento y también muy emotivo, por el hecho de que lo hemos pasado de alguna manera mirando hacia atrás en el repertorio y haciendo un poco balance de estos años. Así que sí, un año muy movido en lo puramente físico, pero también en lo emocional.

Has vuelto a instalarte en Madrid.

Es un cambio que ya venía necesitando después de cuatro años en Murcia. Volver a casa me ha ayudado a recargar pilas y a ordenar todo lo vivido esta década, pero sentía que tenía que volver a la calle, y volver a Madrid, que es donde se concentra la industria y los artistas, y uno también necesita de ese movimiento para crear.

Este año has estado celebrando tus diez años de carrera con colaboraciones muy especiales. ¿Te has quedado satisfecho reinventando tus canciones?

El hecho de reinventar, de darle nuevos vuelos a diez de las canciones de los primeros álbumes, era porque me había quedado como una espinita clavada de aquellas primeras grabaciones, que yo quería realizar con los medios que tengo ahora, con la experiencia acumulada en todo este tiempo… Sentía que estas canciones merecían una revisión, y qué mejor para ello que contar con bandas y artistas como Love of Lesbian o Valeria Castro. Creo que el disco ha servido a su propósito, que ha hecho de hilo conductor de una mirada hacia atrás que ha sido muy positiva tanto en lo musical como en lo emocional, así que estoy satisfecho. También ha sido –no te lo voy a negar– una manera de ganarle tiempo a la industria, que constantemente te exigen estar sacando material nuevo, y yo necesito tiempo para componer, para saber lo que quiero decir, y este recopilatorio me ha dado un tiempo para poder centrarme en lo que viene ahora.

La gira ha pasado por Argentina, Italia, Francia, Reino Unido, Bélgica, Alemania y Suiza. ¿Has vivido igual los conciertos en Europa que en Latinoamérica?

No lo sé. Pero ha sido una experiencia muy interesante. Es curioso, porque el 80% de la gente que venía a escucharnos a nuestros conciertos europeos era de origen latino. Entonces, si ya los conciertos por Latinoamérica son efusivos de por sí, cuando viajas por Europa, por países más estructurados, y les llevas a esos latinos una pista de su cultura, enloquecen todavía más si cabe. Así que la recepción ha sido muy calurosa y emotiva.

¿Alguna vez llegaste a pensar que recorrerías el mundo cantando?

Creo que sí. Creo que fue una proyección, un deseo lanzado por ahí, y hacia eso enfoqué mi vida los últimos años. Es algo que disfruto mucho, andar viajando por el mundo de la mano de las canciones. Yo creo que casi todo lo que uno desea y proyecta se puede hacer realidad. En este caso ha sido un deseo cumplido. Y desde luego los viajes me han ayudado para todo; tanto la música como los viajes son mi gran escuela de vida.

En varias ocasiones has nombrado a Manu Chao como referente. ¿La música sigue siendo para ti un placer, o se ha convertido en trabajo puro y duro?

Manu es un gran referente; obviamente en lo musical, pero también en lo discursivo y cómo esto se hace coherente con su propia vida. Yo creo que la música nos puede hacer muy felices o muy desgraciados, y que hay que saber dimensionarla, que la música esté puesta para la vida y no al revés. Creo que Manu Chao es un gran ejemplo de cómo integrar la música en tu vida sin llegar a opacar otros temas importantes. A veces nos volvemos muy workaholics, muy obsesos del éxito y de la exposición, cuando eso raramente te puede hacer feliz.

Regresaste a Argentina en octubre. ¿Cómo viste el país? ¿Se sentía en la calle la victoria de Milei?

Obviamente que la tensión social se respiraba, pero desde hace muchos años. Argentina tenía y tiene una economía que va en declive, lo que genera una situación de desesperanza muy grande entre la población. Lo veo constantemente en mis amistades, porque en la mayoría de los casos se ven obligados a emigrar. Es lamentable que, a la desesperada, el pueblo argentino haya optado por una solución tan radical, pero tampoco es reprochable, en el sentido de que la situación era muy acuciante ya, y era muy evidente que las fórmulas que se han llevado a cabo en los últimos años, desde Kirchner a Macri y, después, con Alberto Fernández, han podido frenar la crisis. Solo espero que no sea tan grave como algunos medios quieren pintar, y que el pueblo argentino sepa ponerle freno y control a este señor.

Este verano fuiste a La Mar de Músicas por el homenaje a Víctor Jara. ¿Qué significado tiene para ti el chileno?

Fue una experiencia increíble. Y muy importante a nivel emocional, porque fue uno de los primeros cantautores que escuché. Recuerdo que, cuando tenía 14 años, mi tío, un agricultor de la Ribera de Molina, me regaló una cinta de Víctor Jara que incluía Te recuerdo Amanda, A desalambrar, El corrido de Juan sin Tierra…, y me impactó mucho, porque eran canciones muy abiertamente revolucionarias; había escuchado antes a Serrat y Sabina, que se movían en una historia más poética y con temáticas más variadas, pero el caso de Víctor me chocó por ser una música muy directa.

Cuidas enormemente las letras de tus canciones. ¿Qué escritores te gustan?

Soy un fan de poetas como León Felipe, Miguel Hernández..., y de otros más actuales como Ángel González o Jaime Gil de Biedma. También poetas latinoamericanos como Benedetti o Gioconda Beli. Y últimamente he estado leyendo mucho a Tagore;me interesa todo el tema este de la poesía mística y la espiritualidad, es algo que también está en mi música. Bueno, y ahora estoy con un libro de aforismos de Tolstoi que me está volando la cabeza. Pero también mucha música, mucho cantautor; incluso música tradicional: vallenatos estoy escuchando ahora de Diómedes Díaz, que tiene unos textos increíbles.

El festival Periferias se acaba por decreto. ¿Qué opinas de lo políticamente correcto y de la cultura de la cancelación?

Es un tema espinoso..., pero estoy claramente en contra. No creo que sea útil ni beneficioso para el conjunto de la sociedad, porque cuando cancelamos a alguien es como quemarlo en la plaza pública: no le damos la oportunidad de restituirse socialmente, ni de respuesta o alegación;es poco democrático. Y también estoy en contra de lo «políticamente correcto», de que no se pueda pensar en voz alta. Porque a veces cuando hablamos con el otro verbalizamos cosas con las que igual no estamos cien por cien de acuerdo, y en el caso de que lo estemos, se nos puede rebatir y reflexionar. Pero cuando tenemos miedo y no nos damos la oportunidad de hablar, el debate intelectual se reduce muchísimo. Creo que esa preponderancia de lo políticamente correcto va en detrimento del pensamiento crítico, individual y del diálogo.

Cuándo: Viernes, 22 de diciembre, 22.00 horas

Dónde: Garaje Beat Club.

Entradas; 18 euros.

Entonces, Pask, ¿habrá nuevo disco próximamente? ¿Cómo va la grabación?

Empezamos [a grabarlo] esta semana. Compositivamente es más fuerte y ordenado, con canciones muy honestas, muy de verdad, muy incisivas; digamos, muy Muerdo, con planteamientos profundos, críticos y, al mismo tiempo, con una musicalidad muy interesante. Porque es un discos basado en el latin jazz, con una instrumentación muy reducida, tocada de manera orgánica con músicos de primer orden como Luis Dulzaides, Manue Machado, Iván Ruiz Machado... Tengo muchas ganas de que la gente las escuche.

¿Ese optimismo y alegría vital y constructiva que derrochas con tu música es una constante en tu vida diaria? ¿Necesitamos mensajes que nos hagan vibrar?

Mi actitud en la música es muy similar a mi actitud en el día a día, y creo que incluso con el tiempo lo ha ido siendo más. El ser positivo creo que es la mejor actitud que uno puede tener. Ser positivo realistamente y ser crítico constructivamente. Lo que más nos daña es la negatividad, y el mejor favor que nos podemos hacer a nosotros mismos es encarar los retos del día a día con positividad. Hay que ir programando nuestros cerebros y nuestra cotidianeidad para que eso pueda ser así, y obviamente necesitamos mensajes que nos hagan mirar alto, que nos eleven, que nos permitan soñar, que nos toquen la fibra, que no se queden en la superficialidad y que realmente nos remuevan, aunque a veces nos entristezcan o nos generen melancolía.

¿Y tienes alguna receta contra la polarización que tanto abunda?

El darse cuenta de que todo es mentira. Como decía el bolero de Arsenio Rodríguez: «Todo es mentira, nada es verdad». Partiendo de esa base y de que todo es relativizable, y de que todos somos seres humanos con ideologías diferentes, pero con sueños e inquietudes muy similares, creo que tenemos que ir a lo que nos une en sociedad, como tribu, como familia. Creo que eso es lo que no quieren los poderosos, y por eso nos enzarzamos en peleas ideológicas que no llevan a ningún sitio más que a distanciarnos y a que no podamos sacar adelante proyectos comunes frente a esa élite que nos pone a pelear.

¿Qué estás preparando para el show que culmina la gira?

El de Murcia es un concierto que no estaba previsto inicialmente. Íbamos a terminar la gira en Madrid, y yendo en la furgoneta con los músicos, que muchos son murcianos o alicantinos, me dijeron: «¿No vamos a hacer el fin de gira en Murcia?», y pensé en pegarlo a la Navidad, fechas propicias para reencontrarnos con la familia. Y vamos a estar en Garaje Beat Club, una casa donde siempre nos cuidan bien. Va a ser una concierto a banda completa, retrospectiva de todos estos años, y va a tener sus momentos especiales, con algunos invitados sorpresa.