Literatura | Antonio Parra Sanz Organizador de Cartagena Negra

"Empecé a escribir novela de misterio por culpa de Vázquez Montalbán"

Uno de los organizadores de las jornadas literarias dedicadas a la novela policíaca comparte detalles y novedades de la IX edición de Cartagena Negra, que se celebra a principios de septiembre

Antonio Parra Sanz.

Antonio Parra Sanz. / Iván Urquízar

Judit López Picazo

Las IX Jornadas de Novela Negra, Policíaca y de Misterio de la ciudad portuaria se celebran del 2 al 9 de septiembre, con las actividades que ya son tradición en Cartagena Negra y con algunas novedades. Un total de 27 eventos reunirán a lectores y autores en mesas redondas, presentaciones de libros y clubes de lectura, sin olvidar la entrega de los tres premios: Cartagena Negra, Icue Negro y Cortometraje. Los finalistas de este año, Carlos Bassas, con Sinántropos, Reyes Calderón, con El juego de los crímenes perfectos, y Óscar Beltrán de Otálora, con Tierra de furtivos, se verán las caras en la última mesa redonda, justo antes de la entrega del VII Premio de Novela Cartagena Negra. Uno de los organizadores del evento es Antonio Parra Sanz, quien, además, se dedica a la docencia, a la crítica literaria y a escribir, sobre todo, novela negra, aunque de su pluma también han salido relatos que se desmarcan del género de misterio.

¿Cómo surgió la idea de crear Cartagena Negra?

Hace ya 10 u 11 años, Paco Marín y yo, que organizábamos encuentros de escritores en Cartagena, queríamos hacer una especie de congreso. Decidimos dedicarlo al género negro, porque estaba en alza y había muchas jornadas y festivales por España. Al principio fueron un par de días, pero el Ayuntamiento nos apoyó y empezaron las jornadas. A partir de ahí empezamos a crecer, las siguientes ediciones fueron de 5 días y a la tercera instauramos un premio de novela negra.

Más tarde surge la modalidad Icue Negro, para los nuevos autores. ¿Cómo fue la acogida?

El premio Icue Negro surge para premiar a los autores debutantes y ha sido muy valorado por la gente, sobre todo por las editoriales pequeñas y por los autores de novela negra, que nos mandan sus obras para participar. Nosotros queríamos reconocer la presencia de los nuevos autores, porque son los que ayudarán a que el género siga vivo.

Este año van a publicar el II volumen de relatos, Cartagena + Negra, ¿qué nos puede contar?

Hace 4 o 5 años sacamos el primer volumen, donde 23 autores que habían pasado por las jornadas escribieron un relato negro que transcurría en Cartagena. Como han pasado unos años, decidimos hacer una segunda edición, siempre publicada por La Fea Burguesía. Me puse a la faena de coordinar a 27 autores y autoras para conformar el segundo volumen de relatos, que se llama Cartagena + Negra y lo vamos a presentar en las jornadas. Hemos mezclado nombres con gran peso en el mundo literario negro con otros que quizá sean menos conocidos, pero han venido para ganar el premio Icue Negro y les hemos dado un rincón en nuestra antología.

¿Qué obras recomendaría leer antes de las jornadas de Cartagena Negra?

Es una pregunta muy difícil, son una treintena de autores y todos se han ganado su hueco. Pero voy a recomendar un par de obras: La Ronda, de Francisco Bescós, una novela que engancha desde el primer capítulo, que habla de dos inspectores de policía que trabajan por separado, hasta que coinciden debido a unas muertes en torno a la M30 de Madrid. Recomendaría también la novela de Marto Pariente, Las horas crueles, que tiene una ambientación muy particular, pues Marto trabaja muy bien el género negro rural. Y las obras de los finalistas también son muy recomendables.

¿Tiene ganas de encontrarse con alguno de los finalistas en las jornadas de este año?

Carlos Bassas vino en la primera edición, porque entonces era el director de Pamplona Negra, y desde entonces no había vuelto, pero él tenía muchas ganas de volver y nosotros de que volviera. Es un autor que tiene una manera muy peculiar de concebir la novela negra y las tramas y que, además, tiene un estilo muy literario y bien cuidado.

También se dedica a escribir novela negra desde 2003, con Ojos de fuego. Después de 20 años, ¿ha notado cambios en el interés o la acogida del público hacia este género?

Sí, muchísimo, creo que gracias a los festivales de novela negra, pero también a que las editoriales se abrieron a publicar este género, que, al principio, parecía de segunda. Pero cuando Vázquez Montalbán gana en los ochenta el Premio Planeta y aparecen Lorenzo Silva, Alicia Giménez Bartlett..., se va unificando el género, y ahora hay grandísimos autores y autoras.

Y, ¿por qué empezó a escribir novela negra?

Empecé a escribir novela de misterio por culpa de Manuel Vázquez Montalbán. Me leí la serie de Pepe Carvalho, y aquella manera de narrar, el personaje tan cínico y descreído, que encima no era un policía, sino un detective privado que había estado en la cárcel... A mí me gustó muchísimo, y de ahí me fui a los clásicos norteamericanos y me enamoré de la novela negra. Empecé con un cuento negro que se convirtió en una novela, y a partir de ahí seguí con el género porque, como creador, es mucho más divertido que otro tipo de novela.

¿Cómo espera que se desarrolle la edición de este año de Cartagena Negra?

Pues vamos a hacer una cosa que no habíamos hecho hasta ahora, un encuentro en un club de lectura de la prisión de Sangonera La Verde. Vamos a llevar a Blas Ruiz Grau, con su novela Quebrantahuesos, porque la están leyendo los presos. Después, se van a presentar un par de libros, y la novedad más importante es que nos vamos al Nuevo Teatro Circo. Con mucha ilusión pero también muchas prevenciones, estamos un poco como si esta fuera una segunda primera edición.