Música

Califato 3/4 encumbró a La Faraona en Cartagena

La formación clausuró la edición de La Mar de Músicas con su inclasificable show en homenaje a Lola Flores

Califato 3/4 en un momento de su concierto en La Mar de Músicas

Califato 3/4 en un momento de su concierto en La Mar de Músicas / Iván J. Urquizar

Jutxa Ródenas

Jutxa Ródenas

Con una intro al más puro estilo western saltaron al escenario los Califato 3/4, reivindicando lo que por derecho pertenece a Andalucía y siempre se queda en el Gobierno central. A buen entendedor, jornada de reflexión... En lo que para nada estoy de acuerdo es en que el mensaje de una banda sea mandar al público a que vote con sed de venganza para que así ganen las libertades: la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena. Suerte que el mensaje, a ritmo de bulería se cocina mejor.

El giro tornó a mejor, el color y la luz que dos presencias femeninas ponen en un escenario es absolutamente indiscutible. Los cinco integrantes de la banda pasaron a ser ocho y el espectáculo comenzó a brillar más. Esto solo era la preparación a lo que estaría por venir.

En busca y captura o cómo la voz de una María José Luna salva una canción del olvido, de nuevo petición a plata y plomo de dignidad para Andalucía, como si las demás comunidades estuvieran exentas de querer pedir lo mismo. Me resultó muy extraño que en el cuarto corte del set el público, o parte de él, permaneciese aún sentado.

En Camino a Agmath, los de Sevilla dejaron claro que, si algo bueno queda patente del cruce de tres culturas, es la fusión musical que ha perdurado. Durante cientos de años, lo que llamamos cultura occidental y ciencia, originadas en saberes con múltiples vertientes, se forjó, consolidó y penetró en Europa gracias al trabajo conjunto de musulmanes, judíos y cristianos que convivían en la España de las Tres Culturas: bavo Califato 3/4 por dejarlo patente en cada actuación.

Con el Fandango de Carmen Porter seguida de Canelita en Rama, el público ya andaba entregado para recibir entusiasmado un avatar de Lola Flores y una Virgen del Rocío en peregrinación. En otro escenario hubiera sido motivo de propuesta para según qué sectores, pero la banda tiene claro que el respeto se cultiva y su público es altamente generoso.

La Puerta fue definitiva para el trance colectivo, Chaparro se cubrió literalmente de gloria al emular un desnudo sobre el escenario y casi llora de rabia y pena haciendo alusión a lo que no hace demasiados días ocurrió durante el concierto del día del orgullo en Murcia. Dejó claro que quitarse la camiseta en público sigue siendo privilegio de los hombres.

La cultura anda en manos de nuevos retrógrados censuradores que miden con distinto rasero. La Vía en Rosa desprovista de glamour pero reivindicativa como la que más. Si tengo que elegir, lo más bonito del show fue el momento de Puerta La Carmen, fusión es la palabra que mejor la define, mientras Chaparro gritaba en verso el nombre de grandes voces del cante jondo femeninas.

Saltó al escenario la gracia hecha hombre, Tomasito, justo antes de que de nuevo María José Luna nos diera un punto en la boca a todos interpretando una magistral Zarzamora con un sofisticado anti homófobo cambio de letra. Otra sinpar a la que se le rindió homenaje fue, ni más ni menos, Guadalupe Pineda, con la versión que Califato y un sinfín de invitados le hicieron interpretando al unísono Historia de un amor, con una jovencísima cantante que hizo su mayoría de edad mirando al puerto, La Cebolla. Fenomenal puesta en escena.

El surrealismo quedó patente cuando por la gran pantalla asomó King África mientras el frontman más indescriptible del panorama actual pedía aplausos para La Paquera, La Jurado y Carmen Sevilla, superrealismo con bases que han dejado en mantillas a los mismísimos Propellerheads marcándose un ‘featuring’ con Shirley Bassey.

Califato 3/4 y sus invitados en el concierto de La Mar de Músicas

Califato 3/4 y sus invitados en el concierto de La Mar de Músicas / Iván J. Urquizar

Alvariño Picaporte, que tan conocida hizo La Faraona, quedó vista para sentencia, convencida estoy de que a Lola le hubiera encantado. Si teníamos alguna duda, quedó disipada: una banda que se atreve con esto es porque, previamente, cada uno de sus integrantes es capaz de dejarnos atónitos con su arte.

Así lo hizo Guille Iniesta tocando un magistral solo de guitarra (para los puristas). Honor y gloria para levantar un trono en memoria de las que han perdido, de las que no están y como consideración a las que aquí seguimos. Agradecidas, Califato 3/4, por hacer que esto resulte tan sencillo, por vuestra conciencia y por abrir mentes. Es el segundo en La Mar de Músicas, convencida quedo que no es el último.