Entrevista | Djavan Cantautor

"Es importante decir cosas, revelar nuevos caminos; es así como los artistas podemos ayudar"

Icono de la música en Brasil, el autor de 'Flor de lis abrirá' este viernes la vigésimo quinta edición del Festival de Jazz de San Javier

Lo hará con un concierto en el Parque Almansa que incluirá algunas canciones que no suele tocar en directo, clásicos y temas de su último álbum, 'D' (2023)

El brasileño Djavan.

El brasileño Djavan. / L. O.

Asier Ganuza

Asier Ganuza

Djavan atiende al teléfono desde un taxi. Está en Madrid y esta noche –por la de ayer– ofrece su primera actuación en España desde que cruzara el charco en 2019 para presentar Vesúvio (2018). Lo hace en el marco de las Noches del Botánico, festival por el que ya han pasado, por ejemplo, Bob Dylan, Andrés Calamaro, The Lumineers y Goran Bregovic, entre otros. Hablamos de grandes nombres de la escena internacional, y el del brasileño no desentona. Con casi cincuenta años de carrera –en los que ha colaborado con mitos como Caetano Veloso, Quincy Jones, Paco de Lucía y Stevie Wonder–, la suya es una de las voces más reconocibles y exportables de Brasil; ‘reconocible’ por su dulzura, imperturbable pese al paso del tiempo (aunque no lo aparente, tiene ya 74 años), y ‘exportable’ porque ha sabido fusionar como nadie la música popular de su tierra (samba, bossa) con el pop, el rock y el jazz, entre otros género. Dice que, quizá, esa sea la clave de su éxito.

«Mi música tiene una penetración muy grande allá por donde voy. Y un público muy variado (en cuanto a su clase social, económica, racial, etc.). Supongo que tiene que ver con la curiosidad natural que siento desde pequeño por la diversidad», afirma el veterano vocalista, en un castellano mucho más fluido de lo que él mismo considera. Tampoco es raro que así sea –su dominio del idioma–, pues siempre se ha declarado un enamorado de nuestra cultura. «La sensación de proximidad es muy grande, casi ancestral», advierte, y producto de esa cercanía es uno de sus últimos temas –y que redunda en esa filosofía mestiza que se cuela por cada grieta de la escueta charla–, Sevilhando. «Tiene arreglos de jazz, pero, sobre todo, una melodía con perfume español», afirma entre risas.

Se trata del séptimo corte de D (2022), su último álbum. «Fue muy bonito hacer esta canción, pero, sinceramente, creía que iba a ser una de las que se quedara como en el fondo del disco. Y, fíjate, la gente parece haberla identificado como una canción buena para cantar y danzar; en directo, todo el mundo la goza. Estoy muy contento», afirma Djavan, que este viernes abre la vigésimo quinta edición del Festival de Jazz de San Javier. Es, por supuesto, una de las actuaciones más esperadas del programa: vendrá acompañado de su guitarra y junto a siete músicos de reconocida trayectoria en su país (Paulo Calasan al piano, Renato Fonseca a los teclados, Luiz Felipe Alves a la batería, Marcelo Mariano al bajo, Jessé Sadoc a la trompeta, Marcelo Martins al saxo y Joao Castilho apoyándole a las seis cuerdas).

«Será un concierto especial –afirma–, distinto al resto de los que ofreceré en este tour. Voy a incluir algunas músicas que no siempre canto, otras más conocidas y algunos clásicos. Y, claro, alguna de mi nuevo disco». Djavan, cuya canción más popular sea, seguramente, Flor de lis, quiere –como es lógico– mantener cierta intriga en relación con el set list que presente sobre las tablas del Auditorio Parque Almansa, pero, puestos a apostar, quizá la más jazzística de este nuevo elepé sea Ao menos um porto, ejemplo perfecto del gusto especial e imperecedero del brasileño por un género que cubre indiscutiblemente toda su discografía (ya sea con una ligera pátina o, como en este caso, con un tupido manto). «Como te decía, siempre he amado la diversidad; siempre la he buscado, desde niño. Pero, así como el flamenco, la música francesa o la africana llegaron más tarde a mis oídos, el jazz es un género del que disfruto desde que era pequeño; lo he escuchado siempre. Así que mis incursiones en él son casi tan naturales como lo son en la samba», asegura.

Y no es un brindis al sol, es una evidencia. Djavan fluye entre los géneros, entre los músicos que le acompañan o entre los surcos del vinilo; lo hace ahora, septuagenario, y lo hacía cuando era un chaval al frente de LSD (Luz, Som, Dimensão), la banda tributo a The Beatles con la que arrancó su carrera. Y sin ausencias ni parones: desde que en 1976 publicara su álbum debut, A voz, o violão, a música de Djavan –en el que figura Flor de lis–, el tiempo más largo que ha estado sin publicar material original han sido los cuatro años que hay entre Vesúvio y D, marcados por la pandemia: «Jamás he tenido una pausa. Siempre he estado escribiendo, grabando o dando conciertos; nunca me he tomado unas vacaciones», asegura.

Pero es que para él, «componer es... una necesidad casi biológica». «Yo necesito escribir y publicar periódicamente; traer nuevas palabras, nuevas melodías. Lo necesito», afirma Djavan. Además, el de Maceió asegura ser extraordinariamente permeable a lo que ocurre a su alrededor, y Brasil es un país «muy dinámico y muy complejo, prácticamente nuevo, y todavía se está transformando». Por suerte, desde su última visita a España, las cosas han cambiado mucho por allí: el ultraconservador Jair Bolsonaro ha cedido su posición de gobierno a un viejo conocido como Lula Da Silva, y Djavan reconoce sentirse «un poco más tranquilo» que entonces. «Esta nueva ejecutiva apuesta por un futuro mejor, trae valores fundamentales para una sociedad democrática, y aunque no va a ser fácil –porque todavía hay organismos ampliamente influenciados por el bolsonarismo, como el Congreso–, espero que este Gobierno tenga la fuerza política necesaria para devolver el equilibrio a nuestro pueblo», apunta.

Nunca ha tenido problemas Djavan en expresarse en estos términos, en comprometerse. No lo considera una responsabilidad (como músico), sino más bien algo inevitable. «Escribo de lo que me rodea. También de las relaciones humanas o de un tema tan universal como el amor. Pero es cierto que, cuando eres una persona conocida, con un público amplio, es importante decir cosas, revelar nuevos caminos. Es así como nosotros, los artistas, podemos ayudar a los demás», asegura el brasileño, para quien las músicas políticas «siempre son bienvenidas porque cumplen una función social». Eso sí, él tiene claro que el sendero que pretende iluminar con sus canciones debe dirigir a quienes lo recorran a «un futuro de luz y esperanza». Así que, si tienen la entrada para disfrutar de su música en el ‘Auditorio de los Sueños’, no se preocupen por la hora –las 22.30 horas–, que Djavan se encargará de iluminar la noche con su guitarra y una voz inconfundible.

FICHA

Fecha: Viernes, 22.30 horas.

Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier.

Precio: 40 euros.