Literatura

La Biblioteca Regional de Murcia adquiere su primer incunable

Se trata del ‘Valerio’ de Diego Rodríguez de Alamela, un tratado moral que contiene anécdotas y sucesos históricos tomados de la ‘Biblia’ y de las ‘Crónicas de España’ que data de 1487

El ‘Valerio’ de Diego Rodríguez que ya se encuentra en poder de la Biblioteca Regional.

El ‘Valerio’ de Diego Rodríguez que ya se encuentra en poder de la Biblioteca Regional. / CARM

La Opinión

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La Biblioteca Regional de Murcia ha adquirido para su colección un ejemplar con especial valor y simbolismo para la ciudad. Se trata de Valerio de las historias escolásticas de la sagrada escriptura, y de los hechos de España, con las batallas campales. Compiladas por Fernando Pérez de Guzmán, un libro de Diego Rodríguez de Almela que data de 1487 y que pasa por ser la cuarta obra que se imprimió en la capital del Segura, tras el Breviarium Carthaginense y otras dos obras del autor del ‘Valerio’: el Oracional y la Compilación de las batallas campales que son contenidas en las historias escolásticas y de España.  

Que se tenga constancia, solo se conservan ocho copias de esta primera edición, que se encuentran en la Biblioteca de la Universidad de Salamanca; la Biblioteca Pública del Estado en Lugo; la Biblioteca Nacional de España; la Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo del Escorial; la Biblioteca del Palacio Real de Madrid; la Biblioteca de la Real Academia Española; la Biblioteca de la Universidad Complutense, y la Biblioteca Capitular de Murcia. Algunos de ellos se encuentran deteriorados o incompletos; no así el de la Regional, que se convierte además en el primer incunable que pasa a ser de titularidad de la Administración autonómica. 

Se trata de una primera edición murciana, de la que solo se conocen ocho copias, y de la que el centro ya tenía una réplica

Cabe señalar que en la Biblioteca Regional de Murcia se conservaba un facsímil de esta primera edición, publicado por la Real Academia Alfonso X el Sabio de Murcia en 1994. Asimismo, el centro disponía de la edición de esta obra que se imprimió en Toledo en 1541 por Juan de Ayala, cabeza de una familia de impresores toledanos. Pero desde ahora se cuenta con un original de más de quinientos años, cuya edición corrió a cargo de Lope de la Roca, impresor alemán establecido en Valencia con estancias esporádicas en la Región. El ‘Valerio’, reflejado en un papel de gran calidad, no blanqueado, con tipos de letra gótica y espacio libre para decorar las letras iniciales del capítulo con posterioridad, es uno de los seis únicos incunables murcianos de los que hay noticia. 

Y es que, como apunta la Comunidad, «son escasos los autores de Murcia en el siglo XV». Así, se tiene noticia únicamente de dos religiosos, de tres miembros de la familia Fajardo y del propio Diego Rodríguez de Almela, el único que logró reconocimiento. Hijo de un escribano del Cabildo catedralicio de ascendencia gallega, asentado en la ciudad tras la conquista de Alfonso X el Sabio, fue arcipreste, capellán real y cronista real. Y comenzó su formación en Burgos, pero bajo la protección del obispo Alonso de Cartagena. También se sabe que en 1464 se encontraba en Murcia como canónigo de la Catedral y que dos años después viajaría a Roma y a su regreso se instaló definitivamente en la capital de la Región. Aquí publicó varias de sus propias obras y algunas de su mentor, Alonso de Cartagena, favoreciendo así el desarrollo de la imprenta. Pudo ser, pues, el promotor de la imprenta en Murcia.

Antes del ‘Valerio’, Diego Rodríguez había publicado dos obras que le habían granjeado un cierto nombre y permitieron que fuese nombrado cronista de los Reyes Católicos. Sin embargo, en el escrito que hoy recupera la Biblioteca Regional, el autor murciano toma como modelo la obra del escritor romano Valerio Máximo. De él respeta la organización, pero no el idioma, pues en lugar del latín se utiliza el castellano, con el objetivo de facilitar su difusión. Y, en cuanto a la temática, se trata de un tratado moral que contiene anécdotas y sucesos históricos tomados de la Biblia y de las Crónicas de España. En este sentido, diversos expertos han destacado su erudición y la oportunidad de los ejemplos escogidos, donde aprovecha para referirse también a la historia de Murcia.