La editorial Brainus, en su colección MMM Tercer Milenio Crítica y Ensayos, acaba de publicar en Castellón el volumen de María Martínez (Totana, 1960) titulado Entre la historia y la novela, Sidi, de Arturo Pérez Reverte, en el que la Catedrática de Historia Medieval de la UMU lleva a cabo un detenido ensayo, documentado a través de fuentes histórico-literarias, orales y escritas, sobre la historia en torno a la figura de Rodrigo Díaz de Vivar, el tantas veces celebrado como denostado Cid Campeador, el Sidi. La trasmisión de su aventura desde los mismos años en que aún vivía Rodrigo, a través de la propia poesía épica popular, pero también tras su muerte, por medio de las fuentes escritas más prestigiosas (Historia Roderici, Carmen Campidoctoris y Cantar de Mio Cid), hizo que se convirtiera durante siglos en protagonista de relatos, comedias y dramas, leyendas poéticas y multitud de creaciones artísticas que llegaron hasta el cine, la televisión, los dibujos animados y los videojuegos.

Por eso constituyó un auténtico reto que, en 2019, Arturo Pérez-Reverte se decidiese a escribir una novela y crear un nuevo prototipo del personaje, al que denomina Sidi, y al que pretende concebir de una forma innovadora. Para lograrlo se aleja intencionadamente de la tradicional visión épica con la intención de forjar su nueva ficción desde la perspectiva de un narrador intelectual bien documentado, muy siglo XXI, muy de nuestros días y totalmente avezado en el manejo de la compleja simbiosis entre historia y literatura.

Relata María Martínez el origen de sus propósitos como historiadora y docente que constituyen el germen de este libro. La aparición en septiembre de 2019 la novela Sidi de Pérez-Reverte como un relato de frontera la llevó a programar un seminario en la Universidad de Murcia con el fin de analizar la figura de uno de los personajes más universales de la literatura medieval, Rodrigo Díaz de Vivar. La pandemia lo impidió y con los materiales de lo que iba a ser una exposición oral en el marco académico decidió construir este espléndido ensayo.

Posiblemente, lo más interesante de este proyecto de María Martínez es que en sus planteamientos para descubrir la verdad de la historia, en toda la aventura de ficción relatada por Pérez-Reverte en su versión del Cid, es que la historiadora ha desplegado las que son sus cualidades como tal, al ser experta en cuestiones de tipo social que le han generado un sólido prestigio entre los historiadores y medievalistas de su generación. Y así lo destaca la prologuista del volumen, la catedrática y académica de la Real Academia de la Historia María Jesús Viguera Molins cuando señala que María Martínez, «experta medievalista», descubre en esta prospección suya, entre la documentación académica y las creaciones noveladas: su interés por la identidad de los lugares, la organización socioeconómica, la vida cotidiana, las instituciones, la mujer, el trabajo, la indumentaria, las fiestas, el agua…

Aborda el libro asuntos de una gran relevancia para establecer una valoración histórica de la novela de Pérez-Reverte. Así, sus consideraciones preliminares sobre la divulgación actual de la Edad Media entre los lectores teniendo la novela Sidi como referencia, a través de la cual se rastrean las Españas de Sidi, las fuentes histórico-medievales en que se basa, hasta llegar a conseguir un retrato lo más ajustado a la realidad del protagonista de verdad: Rodrigo Díaz de Vivar. Para centrarse a continuación en los resultados obtenidos por Pérez-Reverte, tanto en lo que se refiere a la creación un nuevo héroe novelesco, que se revela en su creación historicista, en el verismo geográfico e incluso en la precisión lingüística, que, como saben bien los lectores del novelista, es una de sus obsesiones más fructíferas.

En el extenso capítulo dedicado al contenido temático de la novela es donde María Martínez despliega sus conocimientos más sólidos y arraigados como experta medievalista: la guerra, la ideología bélica, los personajes reales que confluyen en la historia, la indumentaria, los topónimos y el correspondiente territorio a través de su naturaleza y su paisaje, las leyendas cidianas y otros numerosos asuntos que ponen de manifiesto la originalidad de la interpretación revertiana, pero más aún la seriedad con que ésta ha sido sometida a criterios historiográficos bien establecidos y sólidamente fundamentados.

Por supuesto, todas estas verdades y hallazgos se confirman en el libro a través de diversos índices que prueban la variedad de los encuentros geográficos y semánticos que conforman el proceso creador de una novela singular creada por un novelista moderno bien documentado, que jamás cede sin embargo a todo aquello que le corresponde por derecho como fabulador y creador de ficción.