Dos años después, el Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas volvió a llenarse –y no es una forma de hablar...– de poderosos superhéroes, maléficos villanos, intrépidos guerreros de tierras lejanas, princesas de cuento y personajes sacados directamente de los videojuegos o los cómics. Y es que el año pasado, la pandemia no ofreció tregua a los otakus murcianos (tampoco a los de otras regiones vecinas, acostumbrados a desplazarse hasta la capital del Segura cada mes de noviembre), que tuvieron que conformarse con mostrar sus cosplays –no le llamen ‘disfraces’, que esto es toda una «forma de vida», aseguran– de manera virtual en el que fue, según los organizadores, el mayor evento online que había vivido esta comunidad hasta la fecha. Los seguidores lo agradecieron –«lo hacemos por ellos», decía Antonio Álvarez, principal responsable de esta anual cita freak junto a su hermano Juan–, pero nada como volver a encontrarse (físicamente) en la decimotercera edición del Salón del Manga y la Cultura Japonesa de Murcia, que arrancó ayer y se alargará durante todo el fin de semana con más de 350 actividades, seis conciertos, exposiciones, concursos, charlas, talleres, etc.

Y que la gente tenía ganas de volver a la ‘normalidad’ del ‘Murcia se re-Manga’ –como también se le conoce– es algo que ayer quedaba patente desde mucho antes de acceder al recinto; de hecho, casi desde el mimo momento en que los aficionados encaraban la Avenida Primero de Mayo: de entrada, por la riada de cosplayers que, casi en peregrinación, marchaban hacia el entorno de La Fica, y después por la interminable cola que, por momentos, se estableció desde las carpas de acceso (junto al parking del auditorio) hasta el cruce con el río Segura. ¿Los motivos? Varios. Por un lado, los controles de aforo impuestos por la organización: para entrar al salón, así como –una vez dentro– a sus diferentes espacios (el market de la planta baja del Villegas, el edificio anexo al auditorio, la zona gamer, etc.), voluntarios de la organización llevaban un estricto conteo de asistentes, a fin de garantizar un estricto respeto de la capacidad de cada zona. Y por otro, por supuesto, el enorme número de jóvenes –y no tan jóvenes...– deseosos de mostrar sus mejores cosplays. Porque además, ayer, como es habitual, todo aquel que acudiera íntegramente caracterizado como algún personaje de su película, serie o videojuego favorito podía disfrutar gratis de la propuesta de este Murcia se re-Manga. Eso sí, tanto hoy como el domingo se requerirá entrada, y los que todavía no la tengan solo podrán comprarla en taquilla al precio de 9 euros, si es la entrada de día, o de 21 si es el abono.

Sea como fuera, por el Villegas y la Fica pasearon ayer el lenguaraz Deadpool, Batman y Catwoman, Darth Vader, toda la familia Mario, la tripulación de Monkey D. Luffy en One Piece... y sí, los soldados de El juego del calamar, la serie de moda. Aunque si hay un disfraz que este año se postula como el favorito de los fans es el de la Organización Akatsuki del anime Naruto y su continuación, Naruto Shippuden, un clásico de este tipo de eventos. Para los neófitos, es sencillo reconocerles: ninjas ataviados con una suerte de kimono negro adornado con nubes rojas. No obstante, hubo amplio porcentaje de otakus que prefirieron asistir ‘de calle’. Algunos lo achacaban a la «incertidumbre» de la covid-19 –elaborar este tipo de disfraces suele llevan semanas de trabajo–, otros, simplemente, a que ayer, viernes, era laborable. «Mañana es el día gordo», aseguraba un fan.

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Primera jornada del Salón del Manga Murcia se ReManga Juan Carlos Caval

Múltiples espacios

En cualquier caso, el Salón del Manga de Murcia –el primer salón de Europa en cuanto a número de visitantes por densidad de población– es una «fiesta», y como tal exigía vestirse para la ocasión. Así, quien más quien menos portaba una peluca, un gorro o una blusa especial para la ocasión, y el que no, no tardaba en acercarse a la inmensa zona comercial de esta decimotercera edición para hacerse con algún detalle que coronara su outfit. Por suerte, el market de este año es incluso mayor que el de anteriores ocasiones, ocupando toda la planta baja del edificio anexo (su ubicación habitual), pero también buena parte de los jardines exteriores y el hall del Villegas. Eso sí: no todo son camisetas o complementos –katanas incluidas–, también hay figuras y, por supuesto, cómics. En este sentido, el espacio habilitado en el propio auditorio se lleva la palma con las casetas de la librería 7 héroes, Norma Editorial –una de las más potentes del sector–FrikiMasters.es, Cazatesoros y Junius-seven. Y en uno de los laterales, la Mangateca de la Biblioteca Regional de Murcia, con más de trescientos ejemplares disponibles a préstamo y una zona de lectura para relajarse.

También merece la pena destacar el importante surtido de foot trucks aparcadas en su mayoría a la espalda del edificio anexo –y que completan la oferta culinaria de la cafetería del Centro de Congresos–, así como el puesto de la Fundación para la Formación e Investigaciones Sanitarias (FFIS) y el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB), que estarán muy presentes durante esta edición con un stand informativo en el que ofrecen consejos sobre hábitos saludables y un programa de actividades coordinado por el médico e investigador Enrique Bernal. En este sentido, la doctora Mª Antonia Belmonte, del Servicio de Promoción y Educación para la Salud, ofreció ayer la ponencia ‘Sexo con seso’, que repetirá hoy a las 12.30 y 11.30 horas.

La presente edición del ‘Murcia se re-Manga’ presenta una de los markets más amplios de su historia, con varias zonas comerciales

Durante la jornada del viernes también se impartieron charlas y talleres sobre literatura fantástica, rol, música asiática, caligrafía oriental, parpercraft, maquillaje e incluso un cursillo de japonés básico y otro para confeccionar un cosplay del videojuego Metal Gear. Para hoy destacan las manualidades, con invitados que mostrarán a los aficionados cómo hacer un estuche de Pokémon, cómo crear un terrario o cuidar de tu bonsai, cómo hacer heridas con maquillaje, armas de softcombat, un reloj de pared de Spiderman y hasta cómo imprimir el Halcón Milenario de Han Solo en 3D. No obstante, hoy los eventos más esperados por los fans son los protagonizados por los youtubers Umaru-Chan y El Quinto Emperador, la cantante Ruki, el bailarín y coreógrafo surcoreano de k-pop Hytae y los autores del cómic El rey de las polillas, los murcianos Ángel Abellán y Carlos Morote. Sobre esta publicación hay, por cierto, una muestra en la sala de exposiciones, que en esta edición recurre a la nostalgia para tocar la fibra sensible de los freaks más veteranos o, incluso, los padres que acompañan a sus hijos al salón. Así, por ejemplo, se exhibe una colección de dibujos dedicados a la saga Star Wars a cargo de María Buigues, otra al cine de los ochenta (Robocop, Alien, Terminator, etc.) de ‘Sergio’, pero, sobre todo, este espacio (en la segunda planta del edificio anexo) está protagonizado por la histórica línea de juguetes que Mattel lanzó a principios de los ochenta de la serie Masters del Universo.

Aunque, como siempre, la zona de videojuegos –con varios ejemplares de la deseada PlayStation 5– es una de las más concurridas y uno de los principales atractivos del salón. Pero si algo con lo que no puede competir ninguna de las consolas o propuestas de la organización es con los encuentros y las fotos entre otakus; esa es la verdadera esencia del Murcia se re-Manga, la que se perdió y ahora se ha recuperado. Y ellos, los aficionados, lo tienen claro: «Hacer la cola merece la pena».