El Palabrario

Desastre

Charo Guarino

Charo Guarino

Charo Guarino

Charo Guarino

Se da este nombre -derivado del término astrum, préstamo poético del griego astron, a partir del cual tenemos ‘astronomía’ o ‘astrología’- al suceso infausto que altera el orden regular de las cosas.

En latín medieval se llamaba astrum sinistrum (literalmente ‘izquierdo’) al mal agüero, lo aciago o maligno, resultado de la observación celeste especialmente en el momento del nacimiento, de donde procede ‘horóscopo’ (la observación de la hora), y la expresión ‘tener buena estrella’. En provenzal antiguo existía, junto a ‘desastre’, ‘benastre’ (buena suerte) y ‘malastre’ (mala suerte), que pervive en catalán, mientras en castellano se usa ‘tener mala estrella’ y también el verbo ‘estrellarse’ como sinónimo de accidentarse chocando frontalmente. En el mismo sentido, cuando alguien recibe un fuerte golpe se dice que ‘ve las estrellas’. Su origen se encuentra en la raíz indoeuropea *ster-3 de donde también procede stella, mucho más usado en latín, que ha derivado en ‘estrella’ en español, estrella y estel en catalán o star en inglés, y de donde también tenemos el adjetivo ‘estelar’.  

El prefijo dis- recoge la noción de separación, posición opuesta, y por tanto influencia negativa o contraria, presagio de desgracia.

También se da el apelativo de ‘desastre’, además de a objetos de mala calidad o mal aspecto, a la persona inútil, carente de habilidad o desorganizada y a la desaliñada o mal vestida. En el transcurso del tiempo ‘desastre’ pasó a significar evento sorpresivo y repentino que traía alguna calamidad o infortunio, sinónimo de ‘catástrofe’ o ‘cataclismo’ según su magnitud.