El maestro arrocero más conocido de Mazarrón es Elhadji Diouf y trabaja en el chiringuito Bangalore situado en primera línea de playa, en Bahía. El chef del momento tiene 36 años y es de origen senegalés, llegó a España hace ya nueve años en una patera que arribó en Melilla y, tras pasar por diferentes lugares, ahora se encarga de dar de comer con decenas de paellas al día a aquellos que se acercan a disfrutar del Mediterráneo y de su gastronomía.

Ali, conocido así por sus compañeros a los que ya considera una gran familia, no tuvo un camino fácil cuando emprendió su viaje a España. En 2012 y con origen en Senegal, recorrió un largo trayecto hasta Marruecos, donde andando por duras zonas montañosas consiguió acercarse a la costa y cruzar así, en patera, hasta Melilla. Una vez Ali se encontraba en territorio español, pasó cuatro noches en el calabozo hasta que la Guardia Civil lo trasladó a un centro de la Cruz Roja en Barcelona, donde residió dos semanas. Sin oferta de trabajo y sin conocer el idioma, el joven emprendió el último viaje que haría, esta vez en autobús, hasta Mazarrón, lugar donde le esperaban sus amigos y paisanos.

El reconocido cocinero comenzó su nueva etapa en el municipio costero, ya reconfortado por sus conocidos, pero sin trabajo. Aprendió el idioma castellano en la calle mientras se dedicaba a vender discos y películas como ‘mantero’. Así conoció a Pedro, quien le recomendaría a Guillermo, que es el dueño del Bangalore, para comenzar a trabajar en su restaurante, primero como vigilante de seguridad. Lo de meterse en la cocina vino después.

Aprendió viendo al compañero

Ali ha ido cambiando de puesto hasta adentrarse en la cocina y convertirse en el chef más felicitado por los comensales. Su especialidad es el arroz a banda, aunque el resto de variedades de paella tampoco se le resisten, recetas que conoció mientras observaba a su compañero de trabajo. El chiringuito ha obtenido recientemente un Sol de la Guía Repsol, en parte gracias al mérito de las manos de Ali en los fogones.

El cocinero ha recalado en la misma localidad en la que otros africanos no tuvieron, recientemente, la misma fortuna: una patera naufragaba en aguas de Mazarrón, dejando una estela de muerte en el mar y al supuesto patrón detenido por la Policía.

A pesar de estar feliz en Mazarrón, Ali desea reencontrarse con su mujer y con su bebé de ocho meses, al que todavía no conoce más allá de las videollamadas. La esposa de Ali vive actualmente en Marruecos, donde trabaja: ella se quedó embarazada cuando pudo verse con su marido antes de la pandemia de coronavirus.

Después del verano, mientras tramita la reagrupación familiar, Ali espera poder viajar para abrazar por primera vez a su bebé y también a su mujer y, así, reunirse los tres como la familia que han formado.