El diestro murciano Rafaelillo reaparecerá esta tarde en la Plaza de Toros de Jaén, casi dos años después del percance sufrido en Pamplona el 15 de julio de 2019. Durante este tiempo, el matador ha pasado una larga y dolorosa recuperación en la que, señala, siempre ha contado con el apoyo incondicional de su familia: «Ellos son el estandarte a seguir». No obstante, quienes le acompañarán hoy sobre la arena serán Alberto Lamelas y Rubén Pinar, y, por supuesto, los toros de la ganadería de Victorino Martín, que llegan por primera vez al coso de La Alameda. Se trata, además, de un lugar muy especial para el del Barrio del Carmen, ya que fue allí hasta donde se marchó con apenas once años para hacerse torero. El diestro llega así a esta cita con mucha ilusión y con ganas de conseguir su primer triunfo en este regreso a los ruedos, en un año cargado de incertidumbre a consecuencia de la pandemia del coronavirus.

¿Cómo esta preparando una cita tan importante como esta?

Con mucha ilusión, ganas y trabajo. Estoy en una finca en Sevilla, totalmente concentrado en el campo. Me fui el 26 de febrero y he pasado por diferentes ganaderías. Está siendo una preparación muy intensa.

Uno de los sitios por los que ha pasado ha sido la finca Las Tiesas, de Victorino Martín.

Sí, la semana pasada; estuve tentando con mis compañeros de cartel. También estuve en la finca de mi compañero y amigo Antonio Ferrera, en Badajoz. No he parado de moverme haciendo la preparación de cara al sábado.

Regresa a los ruedos con una ganadería ante la que se crece y en una cita que supone el debut de Victorino Martín en Jaén.

Es una tarde muy especial para ellos también, sí. Se trata de una ganadería que es figura y estrella; una ganadería histórica que es muy exigente, muy difícil.

Y, hablando de Jaén, torear allí es para Rafaelillo como jugar en casa. Llegó allí con doce años...

Es un lugar muy especial, sí. Mi primer apoderado era de Jaén, y yo taurinamente me forme allí (hasta mi segundo año como matador de toros). Me motiva mucho que mi vuelta a los ruedos en esta etapa tan especial de mi carrera sea en una ciudad que me vio crecer y a la que le debo tanto. Murcia es mi tierra y es la que quiero, pero fue en Jaén donde maté a mi primer becerro, donde eché las bases sólidas de lo que es un torero. He toreado en todas las plazas de la provincia y siempre he sentido el cariño que me tienen los aficionados. Cuando la empresa Tauroemición me hizo la propuesta de que la reaparición fuese en Jaén ni me lo pensé. Es una pena que, por el tema de los cierres perimetrales y las medidas sanitarias, no puedan pasarse por allí amigos y familiares de Murcia, que lo tendrán que ver por la tele...

Comparte cartel con Alberto Lamelas y Rubén Pinar.

Es un cartel muy bonito con dos compañeros a los cuales tengo mucho cariño y admiración profesional.

Vuelve a pisar el albero tras el percance de Pamplona. Ha sido una recuperación muy dura...

De casi dos años... Ha sido un proceso muy duro y largo, aunque me quedo con lo bueno: a nivel personal he aprendido mucho. En esta vida tienes que saber sacar lo mejor de los momentos difíciles, más que de los fáciles. Lo que he vivido en estos casi dos años –sumado a lo que estamos viviendo todos con el tema de la covid– te marca y te hace madurar, pensar y reflexionar sobre muchas cosas de tu vida. Para mí este sábado se abre una etapa distinta en lo profesional y en lo personal; espero poder disfrutarla.

Y su familia siempre está ahí apoyando...

Es fundamental. Mi mujer, mis hijas, mis familiares y mis seres queridos han estado siempre ahí, pendientes de Rafael Rubio Luján, no de Rafaelillo. Han estado pendientes de la persona, que al final es la que ha tenido que luchar y superar todas estas circunstancias y adversidades que te manda el destino y la vida. Me siento orgulloso de poder estar aquí, en este punto, y espero que el sábado los toros nos permitan ofrecer a la afición una gran tarde de toros. Pero el simple hecho de poder volver a vestirme de torero, con lo que he pasado en los dos últimos años, para mí ya es un triunfo.

Este año se cumplen 25 de su alternativa, una efeméride que llega en una temporada llena de incertidumbre por la pandemia... ¿Se cierran fechas o ahora mismo es muy complicado?

Es complicado... La corrida de Jaén se presentó tan solo dos semanas antes porque en todo momento estas cosas quedan a expesnas de la evolución de la pandemia, de las medidas sanitarias..., en definitiva, de muchos factores. Ahora mismo podría haber algo para mayo, según me ha comentado el apoderado, pero todavía tendremos que esperar para confirmar algo. Vamos a ver cómo avanza la cosa... Pero yo soy positivo: espero que conforme se vaya vacunando la gente, y mientras se sigan cumpliendo las medidas sanitarias, el índice de contagios siga descendiendo. Sabemos que será un año atípico, pero esperamos que se celebren, aunque con todas las restricciones necesarias, las principales ferias. Lo necesitamos; el año pasado fue durísimo en todos los aspectos...

¿Qué tienen los victorinos, los miuras, para que se crezca de esa manera tan especial?

Al final un toro es un toro, y siempre hay que respetarlo; no hay enemigo chico. Un toro que te crees que es el más noble del mundo, en un mal gesto te coge. Pero bueno, es cierto que estas ganaderías son especiales. Son toros más vivos y más ágiles, muy difíciles de torear y de dominar técnicamente; no te puedes relajar. Son toros que te plantean muchas más dificultados debido a su encaste y menor nobleza.

Por cierto, la solidaridad taurina vuelve a estar presente en esta corrida.

El mundo del toro siempre ha sido muy generoso con los más necesitados. Y aunque se trate de un aforo reducido, habrá una partida que se va a destinar a la Cofradía del Abuelo, para que repartan entre la gente que esté pasando por un mal momento. Cuando lo planteó la empresa, estuvimos todos de acuerdo; y eso es algo que engrandece al toreo y a la tauromaquia. Aquí estamos para ayudarnos entre todos, y en el mundo del toro siempre lo hemos tenido muy claro.

La reaparición Rafael Rubio, ‘Rafaelillo’, se anunciará con una obra del artista jienense Juan Ramón Martos, amigo personal del torero, que ha querido sacar «lo mejor» del murciano para dar luz y colorido a lo que califica como «un acontecimiento de primer nivel». La pintura plasma el rostro del diestro del barrio del Carmen sobre una imagen del hierro de la ganadería de Victorino Martín.