En la vida, a veces, los pequeños detalles pueden suponer grandes cambios; o, incluso, pueden marcar la diferencia. En el ámbito musical, que es el que nos compete ahora, pueden ser, sin hacer mucho ruido -nunca mejor dicho-, la clave de un sonido característico, la pieza maestra que dote de indentidad a una composición o, en los casos más extremos, a una formación o género. Pues bien, la postiza ('castañuela', para los menos avezados) es ese detalle, en ocasiones olvidado, que lo es todo en el folclore murciano; al menos así lo piensan los responsables del último proyecto que acoge la Sala Caballerizas de los Molinos del Río Segura de Murcia.

Hablamos de la exposición Postizas, marcando el baile, una muestra fotográfica y documental en la que el objetivo es, en cierto modo, reivindicar la importancia de este instrumentro para la música tradicional murciana. «Cuando nos juntamos para hacer esta muestra, todo coincimos en que la postiza es como la 'hermana pequeña' del folclore regional; como que nunca se le ha dado valor, y se trata de un elemento muy importante en la configuración del sonido de la cuadrilla, de la fiesta o de la tradición murciana», señala el fotógrafo Joaquín Zamora, uno de los responsables de este proyecto junto a Carmen María Martínez Salazar, que ejerce de comisaria, y Clara Alarcón y Tomás García, que se han responsabilizado de hacer acopio de la documentación necesaria para llevar a cabo esta exposición, que puede visitarse desde hoy y hasta el 14 de noviembre.

La muestra recoge medio centenar de imágenes realizadas por Zamora y protagonizadas (en gran parte) por las castañuelas de Francisco Javier Nicolás Fructuoso, 'El Floristero', miembro de la Cuadrilla de Patiño. El trovero ha permitido al fotógrafo registrar buena parte de su colección -«Tiene auténticas joyas», dice-, entre las que pueden econtrarse, por ejemplo, postizas del siglo XIX y de todo tipo de tamaños y maderas. La muestra se completa, en su primera parte, con capturas de Zamora en fiestas y actuaciones de ésta y otras cuadrillas.

Y es que, además de las fotografías, este proyecto incluye una pieza documental protagonizada por Antonio Navarro, veterano posticero de La Albatalía. «En este vídeo relata el proceso artesano que lleva años realizando y que se trata ya de un archivo de mucho valor ya que él tiene 80 años, es el último de su profesión que queda en el municipio y no tiene aprendiz, con lo que el oficio se muere con él», aclara Joaquín Zamora.