En entrevista con EFE, los cantantes coincidieron en afirmar que la producción escénica que dirigirá Alejandro Chacón es sencilla y muy tradicional, con "una mirada al Rossini más clásico" pero resaltando las escenas cómicas para hacer divertida la representación.

El Villamarta ha reunido un elenco de voces españolas con acreditada trayectoria internacional como son Ismael Jordi (Almaviva) y María José Montiel (Rossina), y completan el elenco artístico Domenico Balzani (Fígaro), Iñaki Fresán (Bartolo), Miguel López Galindo (Basilio) y Leticia Rodríguez (Berta), dirigidos musicalmente por Gianluca Martinenghi.

María José Montiel acaba de regresar a España de una gira internacional de conciertos junto a Riccardo Chailly, prestigioso director con quien la cantante madrileña actúa asiduamente y que describió recientemente la voz de Montiel como "un violonchelo", y quiso destacar la expresividad y el bello timbre oscuro de la mezzosoprano.

Para Montiel el personaje de Rosina de "El barbero de Sevilla" es muy alegre y "lleno de vida" y escénicamente le va a dar el enfoque de una mujer romántica y soñadora que "no sufre por estar encerrada en casa de su tutor Bartolo porque en el fondo de su alma ella es feliz".

Durante la historia se ha adulterado mucho la interpretación musical de este personaje de manera que existe un amplio abanico de visiones según quien la interprete; Montiel la cantará en el "tono original de mezzosoprano escrito por Rossini" y realizará las coloraturas, en las que el compositor deja libertad a la intérprete, según su "gusto personal".

En la actualidad la mezzosoprano madrileña triunfa en importantes teatros con "La Favorita", "Carmen" y "Werther", las óperas con las que la soprano Ileana Cotrubas la identificó cuando la escuchó hace algunos años.

Entre las próximas actuaciones de Montiel destacan "Cosi fan Tutte" en Bruselas, la "Sinfonía no 8" de Mahler en el Festival Beethoven de Polonia, "Carmen" en Colonia, "Luisa Fernanda" en el Teatro Real con Plácido Domingo y la grabación de nuevos discos.

Ismael Jordi se siente "muy feliz" de volver al Villamarta, el teatro donde abordó sus primeros papeles y en el que siempre "me pongo más nervioso", afirmó, "aunque no sé por qué; creo que debe ser ese afecto y consideración que me tiene el público de aquí lo que me hace estar más pendiente de todo".

El Conde de Almaviva "es uno de los personajes rossinianos que está más cerca del tenor lírico y romántico", afirmó Jordi, "y es medicina vocal para cualquier tenor joven".

El cantante jerezano explicó que este papel "hay que cantarlo con estilo, con el corazón, y no centrarse tanto en la traca de fuegos artificiales que son las agilidades, porque ­Almaviva lo que quiere es enamorar a Rosina!", exclamó.

Jordi coincide con Montiel en recuperar el Rossini más tradicional, dándole al personaje del Conde una proyección plenamente lírica, "como hacía Luigi Alva", explicó Jordi, quien añadió que el momento "más evidente" donde ya se aprecia esta visión del papel es en el aria del comienzo de la obra, "Eco ridente in cielo", "que es puro lirismo", comentó.

Sus próximos proyectos le llevarán por tercer año a la Volksoper de Viena con "Martha", a Toulouse con "Gianni Schicchi", al Chatelet de París con "El cantor de México" y la Staatsoper de Berlín que dirige Barenboim.

No quiere cargar demasiado su agenda porque es consciente de que "hay que parar y seguir estudiando", por eso se marchará de nuevo un tiempo a Verona para seguir perfeccionando la técnica con su maestro de canto.