Las sectas satánicas asentadas en la Comunidad Valenciana y en Andalucía están desembarcando en la Región y muchas de ellas ya tienen sus 'franquicias' en marcha. Se calcula que cerca de setecientos murcianos tienen relaciones con estos grupos, cuya concepción de la adoración al diablo tiene más de negocio que de creencia.

Así lo afirma Antonio Toscano, uno de los mayores expertos en satanismo de España y que ha elaborado importantes estudios sobre esta materia, además de colaborar con los grupos especializados de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado encargados de controlar a las sectas.

Según Toscano, la presencia de adoradores del diablo no es tan importante en Murcia como en la Comunidad Valencia, en la que más de 20.000 personas están relacionadas con innumerables grupos, pero no paran de crecer en la Región. "Los grupos asentados en Valencia están creado otros en la Región de Murcia, donde ya hay otras sectas asentados y muchas otras tienen pensado abrir 'franquicias'. Hay que tener en cuenta que el satanismo mueve mucho dinero y estos grupos también suele dedicarse al tráfico de drogas y a la prostitución".

Entre las organizaciones que ya funcionan discretamente en la Región se encontrarían la Iglesia de Satán, Grupo 93, Satán Nogar Etreum, Hijos de Lucifer o Los Caballeros del Anticristo, así como sus múltiples variantes de las primeras como Pirámide de Seth, Templo de Seth, Adoradores de Seth, Thelemitas de la Nueva Era, La Culebra Negra, Club Horizón.

El experto asegura que las sectas satánicas encuentran en todo el Levante y Andalucía un lugar cómodo para instalarse. "En todo Levante conviven culturas muy diferentes y existe un amplio margen de libertad. Hay que tener en cuenta que muchos de estos grupos tan sólo se investigan si tienen varias denuncias, y en Valencia y Murcia actúan a sus anchas", comenta el experto, quien puntualiza que la proliferación de grupos satánicos "va a ir en aumento".

Otra de las prácticas que se encuentra muy extendida en la Región es la cumba brasileña y los ritos vudú. Estas dos prácticas de adoración a los muertos y ritos de magia negra suelen ser utilizados para intimidar a inmigrantes a las que obligan a prostituirse. En los últimos años, en dos operaciones contra el tráfico ilegal de personas y la prostitución, la Policía Nacional ha detenido a varias personas que utilizaban estos ritos, en los que suelen sacrificar animales, para intimidar a las mujeres.

De hecho, en un club de alterne del centro de Murcia en el que eran obligadas a prostituirse mujeres brasileñas, la Policía Nacional encontró un altar vudú en el servicio de un pasillo secreto que servía para comunicar el local de copas en el que las mujeres captaban los clientes con una pensión.