Emprendimiento

Estos murcianos han vendido dos empresas millonarias en seis años sin inversores externos: "No tenemos mentalidad americana"

Javier López y Emilio Nicolás acaban de vender Magnific, una 'startup' de inteligencia artificial con menos de seis meses de vida

En 2018 vendieron Erasmusu, una comunidad online de estudiantes que levantaron a pulmón y sin inversión

Javier López y Emilio Nicolás, fundadores de Magnific y Erasmusu

Javier López y Emilio Nicolás, fundadores de Magnific y Erasmusu / L.O.

Analía Plaza

No han pasado ni seis meses desde que Javier López y Emilio Nicolás, dos amigos de toda la vida de Murcia de 42 años cada uno, registraran su segunda empresa y ya la han vendido por una suma millonaria. Es más: ni siquiera la habían fundado cuando empezaron a recibir ofertas. "Yo estaba en un grupo de gente que hace inteligencia artificial y conté, ingenuamente, lo que quería montar con Emilio", cuenta López. "Ahí estaba Joaquín Cuenca [fundador y CEO de la tecnológica malagueña Freepik], que me dijo que por qué no me iba con ellos a hacerlo allí. Pero me apetecía tirarme al barro y ver dónde podíamos llegar solos. Lanzamos, se apuntaron 30.000 personas, nos hicieron una oferta, les dimos largas, recibimos otros tanteos —el más sonado por parte de Adobe—, seguimos hablando... y al final llegamos a un acuerdo. Era cuestión de tiempo".

López y Nicolás son los creadores de Magnific.ai, una herramienta de mejora de imágenes con inteligencia artificial. Hasta no hace tanto tiempo, cuando uno quería ampliar una imagen iba a Photoshop, le subía los píxeles y como mucho usaba filtros para enfocar el resultado. "Coges una imagen que está al 100%, la pones al 200% y se crean nuevos píxeles a partir de una interpolación de los colores. ¿Qué sucede? Que queda difuminado", explica López. "¿Qué hicieron Topaz Pixel y otros? Utilizar la IA, pero ser absolutamente fieles a la imagen original. Nosotros vimos la posibilidad de permitir a la IA alucinar en otras direcciones, guiándola si tú quieres. A nadie se le había ocurrido que esto podía ser útil. Ni siquiera sabíamos cómo llamarlo. Preguntamos a la comunidad y nos dijeron que upscaler reimaginativo".

Crearon la empresa y lanzaron la web a finales de 2023. En pocos meses superaron los 700.000 usuarios registrados, una buena parte de ellos de pago (la única forma de usar Magnific es pagando un mínimo de 39 euros al mes). No invirtieron ni un euro en publicidad: López llevaba más de un año hablando de inteligencia artificial en sus cuentas de Twitter (una en español y otra en inglés) y ese tirón bastó para viralizar el producto, que llegó a recibir un comentario de Elon Musk. Y así hasta esta última semana, cuando Magnific ha anunciado su compra por parte de Freepik.

La firma malagueña, un gran banco de imágenes que en 2022 registró 77 millones en ventas y 11,5 millones de beneficio, fue adquirida por el fondo sueco EQT en 2020 y ha realizado varias adquisiciones desde entonces. La más grande hasta la fecha había sido la de la británica Videvo, de vídeos de stock, por 11,8 millones de euros, según aparece en las cuentas depositadas en el registro y revisadas por este diario a través de Insight View.

Aunque los términos de la compra de Magnific no son públicos y los implicados prefieren no hablar de ellos, según confirmaron desde Freepik a La Información, ha sido superior a la de Videvo. De modo que los dos amigos murcianos, que mantenían la totalidad de su 'startup' y no habían dado entrada a ningún inversor, se han embolsado varios millones de euros.

Lo sorprendente de la historia no es solo la rapidez con la que lo han hecho, sino que es la segunda vez: en 2018, López y Nicolás vendieron su primera 'startup', la red social para estudiantes Erasmusu, a la plataforma de alquiler Spotahome. La operación se cerró por seis millones de euros, 5,7 de los cuales fueron en efectivo, de acuerdo a las cuentas del grupo Spotahome depositadas en el registro mercantil británico. Los empresarios también levantaron Erasmusu a pulmón, sin inversores externos, así que todo el monto fue para ellos.

Deprisa, deprisa

"Hemos comparado mil veces las dos experiencias", comenta Nicolás. "Con Magnific hemos vuelto a empezar de cero, pero no es lo mismo porque llevábamos una mochila de aprendizaje de usuarios, tecnología, marketing, dirección de empresas... El modelo de negocio es muy distinto. El bagaje ha sido fundamental, pero lo hemos hecho todo diferente. Lo único que no ha cambiado es que no hemos levantado inversión".

López y Nicolás crearon Erasmusu en 2009, al calor de la primera ola de grandes redes sociales (Facebook, Tuenti, MySpace...), y cuando solo tenían 27 años. Quisieron hacer una comunidad online para estudiantes erasmus, pero se pasaron cuatro años sin saber cómo hacerla rentable. "Los primeros cuatro años no ganamos un duro y aquí hemos cobrado desde el primer día. El principal canal de adquisición en Erasmusu era el SEO [salir en Google] y aquí ha sido todo marca, la fortuna de llevar hablando un año de inteligencia artificial en mi canal en inglés. En Erasmusu llegamos a ser un equipo de sesenta personas, aquí somos dos. Dijimos: a ver hasta dónde podemos llegar. Creemos que hoy en día, con herramientas como ChatGPT y el conocimiento que teníamos, era más que suficiente".

Erasmusu no ganó dinero hasta 2015, cuando los fundadores incluyeron la posibilidad de reservar habitaciones. Por eso tres años después llamaron la atención de Spotahome. Pese a llevar tantos años con la empresa, ninguno de los dos abandonó al vender: Nicolás se quedó hasta 2019 y López, hasta 2020. "No había compromiso de permanencia. Nos quedamos porque teníamos el compromiso moral con Alejandro Artacho, el fundador de Spotahome. Y ahora haremos lo mismo con Magnific. No vendemos para quitarnos la empresa de encima".

Entre que salieron de Erasmusu y empezaron a desarrollar su nueva herramienta se dedicaron a invertir en otras startups, a viajar, a descubrir el mundo de la inteligencia artificial e incluso a publicar algunos libros en Amazon. "Yo ya estaba con la IA y le conté a Emilio una grandiosa idea: por qué no creamos unos libros para colorear unicornios generados con Midjourney —una de las IA más famosas—, los ponemos en Amazon y nos forramos", ríe. "Sacamos cinco y nos caen dos o tres ventas al mes. Lo hicimos por las risas, pero lo que realmente queríamos era empezar algo juntos otra vez".

Cuenta López que él nunca ha sido ningún "visionario", pero que cuando salió Dall-E 2 —otra inteligencia artificial— alucinó. "Lo vi clarísimo. Recuerdo ver esas primeras imágenes pequeñitas de un nabo paseando un perro con un tutú y pensar: esto empieza así y nos reímos, pero se viene un tsunami y no nos vamos a dar ni cuenta", dice. "A partir de ahí le dediqué diez horas al día a jugar con la IA generativa y lo fui contando en Twitter. Cuando tienes la suerte de tener tiempo, porque no teníamos la presión económica de tener que trabajar, surgen oportunidades".

Montar Magnific, que está basado en Stable Diffusion (un modelo de IA de código abierto), les ha supuesto muchas horas de trabajo y estrés por que todo saliera bien, pero reconocen que han ido más deprisa que con Erasmusu porque la tecnología no tiene nada que ver con la de entonces.

"Puedes imaginar Magnific como un conjunto de piezas de lego que hemos conectado. Cuando salimos hubo gente que decía: esto me lo hago yo en nada. Pero han pasado cinco meses y seguimos siendo el mejor upscaler reimaginativo", dicen. "En la época de Erasmusu tenías que montarte tú el servidor y hacerlo todo, hasta las facturas. Ahora lo haces todo en la nube, tienes software para las facturas...". Los principales costes de Magnific son los procesadores y la comisión de la pasarela de pagos externa que usan (Stripe). "Teníamos claro que eso había que pagarlo desde el primer día, como un alquiler, y por eso lo hicimos de pago". En sus cinco meses de vida, el negocio de Magnific les ha resultado "extremadamente rentable".

Además del interés de Freepik y el de la mismísima Adobe —"intercambiamos dos emails y una reunión, pero no prosperó"—, los empresarios recibieron desde el primer día ofertas de fondos españoles y extranjeros. "Hubo un fondo que me decía cada día: Javi, dame tu cuenta que te meto 150.000 euros. Y yo le daba largas: 'no, es que no buscamos inversión...'. Había mucho interés, porque al final estás en algo caliente que está creciendo muchísimo, pero no somos tan ambiciosos, no tenemos mentalidad americana. Si hubiéramos seguido ese camino tendríamos que haber ido a Estados Unidos, construir un equipo... Y no tenemos esa mentalidad".

Por no querer, López y Nicolás no quieren ni irse a Málaga, donde está la sede de Freepik. "Cuando estábamos firmando en la notaría nos decía Joaquín: '¿os venís a Málaga, no?' Y yo... firma, firma", ríe López. "El equipo de Freepik trabaja en remoto. Iremos porque nos gusta trabajar con la gente, pero nos quedamos en Murcia". De momento, Magnific seguirá siendo una herramienta independiente sin integrarse en Freepik. "Es una decisión muy importante a la que aún estamos dando vueltas, pero son dos marcas muy fuertes y queremos mantenerlas así".