Agricultura

La sequía y el precio del aceite agotan las existencias de los plantones de olivos en la Región

Los productores no encuentran árboles juveniles para sus explotaciones por el aumento de nuevos agricultores de olivar, que es más resisitente que el almendro

Los viveros ya tienen pedidos para la próxima temporada

Producción de olivar en la Región.

Producción de olivar en la Región. / L.O.

Jose Antonio Sánchez

Jose Antonio Sánchez

El aumento del precio del aceite de oliva ha provocado la multiplicación de la producción de olivar en todo el país y la Región de Murcia no ha sido una excepción. Lo confirma Jesús Villaplana, presidente de COAG Jumilla, uno de los municipios donde más explotaciones hay en toda la Región, junto a Yecla, Caravaca de la Cruz, Moratalla o Lorca.

«Los viveros se han quedado faltos de plantas», explica Villaplana tras intentar comprar para su explotación de la variedad que estaba buscando, que no es la común que se utiliza para la producción intensiva. Cifra en 9.000 el aumento de hectáreas dedicadas a la explotación de olivar entre 2022 y 2023, lo que supondría un crecimiento de casi el 70% del terreno empleado a la obtención de oliva.

«Tampoco hay de la arbequina que es la más usada para el intensivo. Es que no hay nada en ningún sitio», sentencia el representante de COAG en el altiplano. Una fiebre del oro líquido que no únicamente está relacionado con el aumento exponencial del valor del litro de aceite: «El aumento en la Región de Murcia también está ligado a la sequía porque los almendros se secan y el olivo aguanta más. A la gente de la dado por plantar porque se han juntado las dos cosas: la resistencia del árbol y el aumento del precio del aceite».

Este negocio agrícola se expande a todo el país, incluso a provincias poco habituales por el clima como Ávila o León

Respecto a ese incremento, Jesús Villaplana pone un pero. «Hay años buenos y años malos, por lo que el precio fluctúa mucho», esgrime el agricultor a la vez que intenta avisar sobre la transformación del campo. Y es que son muchos los que preguntan por los plantones de olivo, es decir, los árboles juveniles producidos en vivero.

«De cada 10 llamadas que tengo para pedirme plantas, 7 son con el olivo», asegura un intermediario asentado en Caravaca que afirma que ni le quedan este tipo de plantas ni las va a encontrar en el mercado por mucho que las busque.

Jesús Villaplana.

Jesús Villaplana. / L.O.

Crece el número de cultivos

Según los datos de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, en la Región de Murcia hay cultivadas 14.299 hectáreas de olivar, de las que cerca de 13.550 se dedican a la aceituna de almazara y más de 750 para la aceituna de mesa. Además, hay que puntualizar que 6.248 de todas las hectáreas plantadas corresponden a olivar ecológico.

Unas cifras que podrían incrementarse todavía más de lo que han hecho estos años, pero que están estancadas debiado a que no hay plantones, como explica Javier, de Viveros Monreal: «Ahora mismo no quedan existencias y ya tenemos pedidos para la próxima campaña». Este vivero, situado en Hellín, cultiva hasta diez tipos de olivos distintos y tiene una producción anual de entre 200.000 y 300.000 árboles.

Cifra que para el próximo año se quedará corta: «Claro que hemos notado un aumento de la demanda, desde el otoño pasado no nos queda nada y esta próxima producción superará los 300.000 ejemplares». Además, apunta que ellos suelen vender formatos más grandes, pero que desde hace un tiempo les piden hasta los árboles más pequeños.

Entre 600.000 y 700.000 árboles suelen producir al año en Viveros El Soto una empresa de Córdoba que, como sucede en todas ellas, está sin existencias. Lo explica Antonio Díaz: «Estamos sin plantas. No tenemos prácticamente nada. La picual y la cornicabra se acabaron en noviembre y las otras han ido agotándose poco a poco. Ahora mismo va saliendo algún resto, pero en general, todo agotado».

Desde el prisma del andaluz, el valor es la razón fundamental que ha provocado la intensa demanda de esta planta: «Ha sido el precio del aceite lo que ha hecho que se disparen las plantaciones. La almendra ha pegado un bajón grande y los agricultores se han ido al olivo». Un hecho que deja un nuevo mapa de cultivos en las zonas de Galicia y en provincias de Castilla y León con las que «nunca» habían trabajado por el clima que atesoran.