Agricultura

Prueban un nuevo fertilizante que no contamina el Mar Menor y es mucho más barato

Asaja promueve el uso de zeolitas naturales que permitirían eliminar el 100% de fertilizantes tóxicos

Con este compuesto tratar una hectárea de limoneros costaría 475 euros al año frente a los 2.000 de la actualidad

Antes y después del uso de zeolitas naturales para eliminar la eutrofización

Antes y después del uso de zeolitas naturales para eliminar la eutrofización / Asaja

Jose Antonio Sánchez

Jose Antonio Sánchez

Fertilizar los campos sin contaminar el Mar Menor. Esta es la máxima del proyecto que Asaja está realizando con la financiación del Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad y que se consigue con una roca: las zeolitas naturales. Estas piedras porosas permiten sustituir el nitrógeno y los productos agroquímicos en hasta un 100%, por lo que supondría una revolución total para la recuperación de la laguna. 

Se trata de pequeñas partículas que se disuelven en el agua y que reducen el nitrógeno amoniacal, por lo que impulsa microorganismos benéficos para el suelo y el agua de riego. Un caldo de partículas compuestas por materiales microporosos de silicio y calcio de diferentes diámetros. Una de ellas es la clinoptilolita de origen sedimentario, una zeolita que reacciona con el nitrógeno amoniacal y estimula la creación de colonias que fijan naturalmente el nitrógeno del aire sobre las plantas y el suelo, haciendo que la partícula genere de forma instantánea una colonia bacteriana benéfica.

Entre este 2024 y 2026 se sustituyen los fertilizantes en unas explotaciones, de forma gratuita para los participantes, para usar este método que se sigue de una investigación de Félix Navarro titulada ‘Biohacking al Mar Menor y al Campo de Cartagena’. Navarro se ha vinculado a Asaja para probar este proyecto: «Se extrae de la zona del pacífico y sustituye a todos los agroquímicos. Es un tratamiento único de forma que el Mar Menor no tiene que estar contaminado ni por la agricultura ni por la ganadería».

 «El proyecto es un antes y un después del enfoque sobre nitratos y agroquímicos en la Región de Murcia, teniendo a la tecnología por aliado frente a la regeneración del Mar Menor», añade el secretario general de Asaja en la Región de Murcia, Alfonso Gálvez. 

Pese a que tienen dos años de financiación por parte del Ministerio, no dudan de los resultados porque «ya se está aplicando en países con poco acceso a los agroquímicos» y Navarro recuerda que es una ciencia desarrollada, por lo que lo único que queda es aplicarlo en el Mar Menor. 

Más económico

La siguiente pregunta es si este compuesto encarecerá la fertilización al agricultor. La respuesta es que no. «Con esta tecnología costará fertilizar al año la hectárea de limoneros 475 euros, mientras que en agroquímicos ahora el coste es de unos 2.000 euros anuales. En el melón costará unos 600 euros cuando se gastan 1.800, misma cifra que para el brócoli, cuando el coste anual por hectárea oscila entre los 1.300 y los 1.800 euros», cuenta Navarro. 

Además, este proyecto no solo abre la puerta a que sea alternativa para la fertilización, es que también se utiliza para desnitrificar las aguas de riego, puesto que se conseguirá la deseutrofización de balsas de riego en un 100% y de forma natural. Además, entre los objetivos se incluye la sustitución de desaladoras y filtros por medios biocatalíticos naturales en las balsas de riego con lo que se consigue el ablandado del agua. Los tratamientos empleados estarán compuestos que contienen zeolitas naturales bioestimulantes (clinoptilolita, phillipsita y chabasita) y sílices (cristobalita, clinocloro y granates), entre otros.

Una prueba que está supervisada por un Comité Científico formado por miembros del Centro de Edafología y Biología aplicada del Segura CEBAS–CSIC, las universidades públicas de Cartagena y Murcia, el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida) y el Centro tecnológico Nacional de Conserva. Una forma de, como concluye el líder de Asaja, «dar alternativas viables a los agricultores y ganaderos» desde el campo.