Entrevista | Mari Fe Candel Jefa de Cirugía General Reina Sofía de Murcia

"Algunos pacientes tienen que cambiar el ‘chip’: las mujeres también somos capaces de operar"

El principal reto que tiene el servicio que dirige es acumular «más logros y proyección» a nivel nacional para acreditar más unidades

Mari Fe Candel, jefa de Cirugía General Reina Sofía de Murcia.

Mari Fe Candel, jefa de Cirugía General Reina Sofía de Murcia. / Eva Rodríguez

Adrián González

Adrián González

Es la primera mujer de la historia al frente de este servicio en un hospital de la Región de Murcia, «un motivo de orgullo» en un mundo que tradicionalmente siempre ha sido «de hombres», por lo que «el techo de cristal parece que se va rompiendo», asegura.

Tras dieciocho años como cirujana en el Reina Sofía de Murcia, desde hace unos días está al frente del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del hospital. Mari Fe Candel es la primera mujer al frente de este servicio en un hospital de la Región.

¿Cómo afronta su nuevo cargo en el Reina Sofía?

Con mucha ilusión y con ganas de trabajar para que el servicio siga siendo muy competitivo. Sin duda, el del Reina Sofía es de los que pueden jugar en las ‘grandes ligas’.

Además, es la primera mujer que ostenta este cargo en un hospital de la Región.

Ser la primera mujer en el mundo de la cirugía, que siempre ha sido un mundo de hombres, es un motivo de orgullo. La mayoría de mis compañeros, así como las primeras cirujanas, me han felicitado por ello y ven también que hay posibilidades de que la mujer prospere en este campo. Ahora somos muchas, pero cuando yo empecé no era así. El techo de cristal parece que se va rompiendo.

¿Cuánto de importante es que las mujeres vayan ocupando puestos de responsabilidad en la sanidad?

Mucho. Es importante que se nos visibilice y que también los pacientes sepan que las mujeres somos capaces de operar. Alguna vez que hemos estado en el quirófano, nos han llegado a preguntar que cuándo venía el médico. Incluso, a mí me han dicho ‘¿Me operará su padre, verdad?’. Algunos tienen que cambiar el chip, ya va siendo hora.

¿Se marca por ahora algún reto concreto dentro del servicio de Cirugía General?

Ahora mismo acabo de empezar y todavía estoy aprendiendo a llevar, sobre todo, el tema de la burocracia, pero el principal reto es conseguir que el servicio cada vez vaya acumulando más logros y más proyección a nivel nacional, así como consolidar y acreditar más unidades de las que tenemos actualmente con el más alto estándar de calidad.

« Tuve claro que quería ser cirujana tras la primera clase que me dio el doctor Pascual Parrilla»

¿Cuántas hay ahora mismo acreditadas?

Tenemos la Unidad de Coloproctología, que fue la primera que se acreditó en la Región de Murcia, así como la Unidad de Carcinomatosis y la de Obesidad. También tenemos unidades que funcionan muy bien, como la de Cirugía Endocrina o la de Pared Abdominal. Ahora estamos dándole relevancia también a la Unidad de Hepatobiliar Pancreática y a la Unidad Esofagogástrica. Vamos por buen camino.

¿Qué logros más recientes destacaría de los que ha conseguido el servicio?

Al doctor Antonio Albarracín [antiguo jefe de servicio, recién jubilado] le debemos que la Región de Murcia tenga el robot Da Vinci porque él lo ‘peleó’ junto con Pablo Guzmán, que estaba de jefe de Servicio de Urología en aquel momento en el Reina Sofía aunque ahora está en la Arrixaca. Ellos fueron los dos que estuvieron batallando para conseguir que la cirugía robótica entrara en la Región. De hecho, el primer robot que se puso en marcha fue en el Reina Sofía.

Precisamente releva en el cargo a Albarracín, que ha estado durante cuatro décadas como jefe de servicio. Le habrá dado más de un consejo...

Indudablemente, me ha dado muchos porque he trabajado con él muchísimo tiempo codo con codo, con lo cual hay cosas que no me pillan de nuevas. Uno importante, que escuche a los compañeros y que luego ya saque mis propias conclusiones; que no me arrebate a la hora de sacar una conclusión o decir algo.

¿En qué momento decidió estudiar Medicina y, después, realizar la especialidad de Cirugía General?

Desde bien pequeña recuerdo que solo quería ser médica. Lo tuve muy claro desde el inicio. De hecho, mis padres siempre me lo recordaban. Y luego, pues, el decantarme por hacer Cirugía General fue a raíz del día en el que el doctor Pascual Parrilla me dio la primera clase. Desde ese mismo momento ya tenía claro que quería ser cirujana.

También es investigadora en el IMIB. ¿Hay algún proyecto que tenga actualmente en marcha?

Ahora mismo estamos trabajando junto al grupo de Cirugía Endocrina de la Arrixaca en un ensayo clínico sobre autofluorescencia en cirugía tiroidea y paratiroidea. Las glándulas paratiroides, cuatro pequeñas que hay junto al tiroides, se encargan de producir el calcio. Al ser tan pequeñas, permanecen escondidas y en un proceso de cirugía pueden quedar lesionadas o dañadas. Contamos con una torre de laparoscopia que emite la luz brillante de la autofluorescencia. Como las paratiroides tienen mucha carga metabólica, es como si ‘reverberaran’, es decir, se ponen verdes fosforescentes. Eso nos ayuda a localizarlas y luego ver, una vez que ya ha terminado la cirugía, que las que han quedado están bien vascularizadas y no van a tener problemas.