Universidad

Los alumnos de la UCAM ya usan la realidad virtual para salvar vidas

Los terremotos de Turquía han servido para llevar por medio de la tecnología inmersiva a los alumnos de la Universidad Católica la experiencia vivida en primera línea por el vicedecano y enfermero Manuel Pardo: son capaces de recrear una situación real ante la posibilidad de enfrentarse a una catástrofe que pueda provocar el rescate de supervivientes

Una de las imágenes de realidad virtual utilizadas en el proyecto.

Una de las imágenes de realidad virtual utilizadas en el proyecto. / L.O.

Adrián González

Adrián González

La realidad virtual también puede ayudar de forma importante a salvar vidas. Las experiencias reales vividas por los profesionales sirven para aportar conocimiento y formar a los alumnos que en el futuro también se puedan ver envueltos en una situación similar. Pongámonos en contexto.

Madrugada del 6 de febrero de 2023. Dos terremotos devastadores de magnitud 7,7 y 7,6 arrasaron el sureste de Turquía y el norte del país de Siria. Más de 45.000 personas perdían la vida en el país en una tragedia sísmica que sorprendía y conmocionaba a todo el mundo.

Los primeros días fueron angustiosos: ciudades convertidas en ruinas, miles de estructuras colapsadas, multitud de personas atrapadas bajo montañas de escombros... La gran mayoría fueron halladas sin vida, pero todavía se mantenía un pequeño rayo de esperanza para poder encontrar a otras que hubiesen corrido mejor suerte aunque estuviesen atrapadas y fuese prácticamente tarea imposible el dar con ellas.

Tras la llamada de auxilio de las autoridades turcas, numerosos voluntarios de todo el mundo viajaron sin pensárselo para tratar de aportar su granito de arena ante la grave emergencia.

Hasta ahí se desplazó Manuel Pardo, vicedecano del Grado de Podología de la UCAM, profesor del Grado de Enfermería, enfermero del 061 y miembro del operativo de Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF). Viajó hasta la ciudad turca de Elbistán para ayudar en las tareas de rescate y búsqueda de supervivientes. Allí permaneció junto al resto del equipo durante una semana, marcada por las largas jornadas de trabajo en condiciones muy duras de frío extremo, sobre un terreno inestable y con la dura tarea de buscar supervivientes en medio de una inmensa tragedia.

En uno de los rescates se produjo un auténtico «milagro». Más de catorce horas fueron necesarias hasta dar de madrugada con una de las últimas supervivientes. Era una joven que fue localizada por los efectivos y la unidad canina entre los escombros de un edificio. Tras el arduo rescate en el que hubo incluso que construir un túnel, una vez que fue estabilizada por parte de los sanitarios pudo ser trasladada con vida hasta el hospital.

Una experiencia tan dura marca de por vida tanto en lo profesional como en lo personal. Tras su regreso a España y a Murcia el pensamiento de Manuel Pardo seguía estando en lo que había vivido y cómo podía contribuir a que futuros miembros de emergencias y sanitarios afrontasen con garantías situaciones de este tipo: «Qué difícil es formar a nuestros alumnos en esta experiencia tan importante que hemos vivido», pensaba en un primer momento.

Pero no era tan complicado. Solo era cuestión de ponerle ganas, empeño y esfuerzo para llevar hasta el mundo ‘virtual’ lo que pudieron experimentar Manuel Pardo, los voluntarios y los sanitarios desplazados ante ese dramático escenario. Dicho y hecho. «Se aprovecharon las fotos, los vídeos y el conocimiento profesional que teníamos del rescate para crear una experiencia virtual y a través de la sensación inmersiva que dan las gafas de realidad virtual», explica.

Una de las imágenes de realidad virtual utilizadas en el proyecto.

Una de las imágenes de realidad virtual utilizadas en el proyecto. / L.O.

Alumnos de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica son partícipes ahora de esta realidad virtual. Pardo explica que en la UCAM los alumnos de Enfermería ya han recibido un seminario de realidad virtual basado en este hecho real: «Ya no es que vivan experiencias virtuales inventadas, ya son experiencias basadas en hechos reales», sostiene.

«Tenemos la reconstrucción digital para que se vea en dos dimensiones y, además de este trabajo, también escribimos el artículo científico Equipos de búsqueda y rescate urbano (USAR) en estructuras colapsadas en el terremoto de Turquía de 2023, publicado en una prestigiosa revista de Medicina de Emergencia, donde incluimos un código QR donde cualquier persona puede acceder con su móvil u ordenador para vivir esta experiencia a través del espacio virtual que diseñamos y que está abierto a cualquier persona», dice.

Desde la Universidad Católica presumen del Plan de Transformación Digital de la UCAM impulsado en su día por el fundador, José Luis Mendoza, y que está integrado «tanto en las propias instalaciones y servicios de sus campus como en su modelo de enseñanza, potenciando la incorporación y uso de las nuevas tecnologías en la actividad docente».

«Cada alumno tiene sus propias gafas y entra a esta clase con su avatar», comenta Pardo, para quien «la realidad virtual nos permite fabricar entornos para una enseñanza inmersiva, a la que no podemos acceder con otras herramientas».

«Una vez que finaliza la práctica, nos quitamos las gafas y analizamos lo que se ha hecho bien y lo que no. Se trata de una formación pionera. Son los primeros alumnos en tener en su Plan de Estudios esta metodología, que permite integrar todos los conocimientos adquiridos cursos anteriores en las diferentes materias», explicaba para la Universidad el propio vicedecano.

Sanitarios de Uganda siguen los seminarios de la Universidad Católica

Del metaverso de la UCAM hasta Uganda. El uso de la tecnología más puntera y de la realidad virtual ayudan a romper fronteras y hacer incluso lo que parece a día de hoy imposible posible. Otro de los proyectos en los que se ha involucrado Manuel Pardo es sobre la cooperación en el país de Uganda. Una de las novedades de la última misión que realizaron el pasado verano por parte de la ONG World Project era la formación con gafas de realidad virtual que permitía a los profesionales sanitarios del país africano acceder a las clases que se imparten en el metaverso de la Universidad Católica.

Formación con las gafas de realidad virtual en Uganda.

Formación con las gafas de realidad virtual en Uganda. / L.O.

«La realidad virtual no tiene por qué ser solo para los países ricos. Conseguimos dejarles unas gafas y, cuando celebramos algún seminario, les ofrecemos la opción de que los profesionales sanitarios de allí puedan seguirnos y formarse con nosotros. Compartimos el mismo espacio virtual y, sin un coste elevado, pueden ir aprendiendo y mejorando sus competencias», explica Manuel Pardo. Entre las intervenciones simuladas que pueden ir siguiendo a través de estas gafas de realidad virtual están la reanimación, el sondaje, técnicas sanitarias o determinados casos clínicos.