Social

Inmigrantes del campo al pupitre en busca de un futuro mejor en la Región

Un numeroso grupo acude, casi diariamente y tras una dura jornada laboral recogiendo vegetales y frutas, al Centro de Educación de Adultos de Mula en busca de una formación que le ayude a conseguir un trabajo más próspero

Por las tardes Mohsine, junto a más compañeros,acude a la FP básica. L.O.

Por las tardes Mohsine, junto a más compañeros,acude a la FP básica. L.O. / Juan Daniel González

A primera hora de la mañana llegan al campo para recoger vegetales y frutas en Pulpí y San Pedro del Pinatar, todos a bordo de autobuses y furgonetas. Un trabajo que ellos mismos definen como «precario», pero que tienen que desempeñar religiosamente cada día para poder subsistir. Sin embargo, su pretensión es la de mejorar su situación, y por ello acuden casi todas las tardes, tras una dura jornada laboral, al Centro de Educación de Adultos (CEA) ‘Río Mula’ para ampliar sus conocimientos y así poder encontrar un trabajo más próspero.

Se trata de varias decenas de inmigrantes que viven en las zonas más deprimidas de Mula, la gran mayoría procedentes de Marruecos y mayores de edad, que desean regularizar su situación en el país. Empezaron su andadura en el CEA a mediados de septiembre del año pasado. Su primer acercamiento al centro se produjo cuando se propusieron derribar una de las principales barreras que se encontraban en su día a día, «fruto del aislamiento»: el idioma, según cuenta Leo Bódalo, uno de los profesores.

Tras acceder a un curso de español para extranjeros, decidieron dar un paso más allá y coincidieron en la necesidad de contar con unos estudios más formales. Fue entonces cuando pasaron a formar parte de un grupo de unas 15 o 20 personas encaminado a la obtención del título de la ESO, esencial para conseguir casi cualquier trabajo hoy día, y del Grado Básico de Formación Profesional en Servicios Comerciales.

Este grado, que en la Región solo tienen este centro y el de ‘Alto Guadalentin’ (Lorca), tiene una duración de dos años y en él aprenden a trabajar en tiendas y almacenes. En concreto, según explica Bódalo, durante el primer año se les enseñan conceptos relacionados con el ‘merchandaising’ y el ‘marketing’, atención al cliente y ofimática. En segundo año «se trabaja más de puertas para dentro de una tienda», prosigue el profesor del CEA.

Concretamente, aprenden sobre almacenamiento, preparación de pedidos, cuestiones informáticas más avanzadas, como gestión de una página web, correo electrónico o de aplicaciones que le pueden servir para trabajar en un almacén; recepción de productos y cómo se etiquetan y codifican para hacer la trazabilidad hasta que llegan al consumidor final; y tratamiento postventa del producto. El acceso a esta FP es prácticamente gratuito, pues únicamente deben pagar algo más de un euro en concepto de seguro escolar.

Desde el primer año ya comienzan a hacer prácticas en empresas, según asegura por su lado la directora del centro, Inés María López Mengual. En total cursan 240 horas «para que puedan integrarse en el mundo laboral», explica.

Sucede que en Mula la mayoría de personas que componen estos grupos de FP básica son inmigrantes que cumplen con las características mentadas y que, en muchas ocasiones, «tienen estudios en su país de origen, pero no han podido regularizarlos», en palabras de Bódalo. Un profesor que imparte las asignaturas relacionadas con la parte comercial y que se siente orgulloso de su trabajo: «Lo veo como una gran oportunidad de ascenso social para ellos, al que de otra forma no podrían llegar. Me llena mucho el poder ayudar a una persona a mejorar su vida», cuenta.

Cinco sedes

El Centro de Educación de Adultos (CEA) ‘Río Mula’ lleva 33 años abierto -y ha solicitado acreditación hasta 2027- y cuenta con sedes en Mula, Bullas, Pliego, Albudeite y en el Centro Penitenciario de Campos del Río. Actualmente hay 732 alumnos matriculados, de los cuales prácticamente la mitad se encuentran en Campos del Río. La oferta educativa del centro, además de la FP de comercio, la obtención del graduado de ESO (modalidad a distancia y presencial) y los cursos de español para extranjeros, se complementa, por ejemplo, con un curso de competencias básicas, la preparación del certificado A2 y B1 de inglés, y talleres de francés, informática y de lectoescritura para presos y personas mayores.

Por otro lado, el CEA tiene en marcha un proyecto con el centro penitenciario de prevención de consumo de alcohol y drogas en algunos institutos de la Región. Esta iniciativa consiste, según explica López Mengual, la directora, en charlas impartidas por los propios internos a los jóvenes, en las que «les exponen por qué están en la cárcel».

En septiembre de 2022 el centro comenzó también un proyecto Erasmus+, basado en la realización de diferentes cursos para el profesorado y actividades de observación en escuelas de otros países para lograr la plena inclusión de sus estudiantes en el mundo europeo a nivel personal y laboral. También programan desde entonces una salida con alumnos a Italia.

«Quiero dejar de una vez este trabajo y encontrar algo mejor»

Mohsine trabaja todas
las mañanas en el Campo
de Cartagena.  l.o.

Mohsine trabaja todas las mañanas en el Campo de Cartagena. l.o. / Juan Daniel González

Mohsine Baibouda, natural de Marruecos, tiene 31 años y hace cuatro años, en plena pandemia de coronavirus, viajó desde su país natal hasta la Región de Murcia, concretamente hasta la localidad de Mula, en busca de una vida mejor.

Mohsino es uno de los tantos inmigrantes que está cursando el Grado Básico de Formación Profesional en Servicios Comerciales en el Centro de Educación de Adultos (CEA) ‘Río Mula’.

Cuenta que cuando llegó a España se encontraba en una situación delicada «ante la que tuvo buscar un trabajo, sea cual sea», para regularizar su situación. Eso le llevó a aceptar, como tantos otros inmigrantes que llegan al país en su misma situación, un puesto como jornalero en el Campo de Cartagena.

Este joven marroquí acudió por primera vez a ‘Río Mula’ sin saber ni una sola palabra de español. Tras dos años de cursos adaptados para extranjeros su dominio del idioma mejoró considerablemente, hasta el punto de apuntarse al FP de servicios comerciales y de ser capaz de conceder esta entrevista.

"Quiero dejar de una vez este trabajo y encontrar algo mejor"

Todos los días sale de casa a las 5.30 de la madrugada y, junto a otros compañeros con los que comparte residencia, dos hombres y una mujer de menor edad que también acuden al mismo curso, ponen rumbo al huerto.

«Llegamos sobre las 7.00 de la mañana, empezamos a las 8.00 y hasta las 16.30 de la tarde no nos vamos», relata. Aún así, Mohsino, decidido a cambiar su situación, hace un esfuerzo para acudir casi todos los días al grado.

«Quiero dejar de una vez este trabajo y encontrar algo mejor», asegura. Su aspiración en estos momentos es la de trabajar como comercial, «sea donde sea».

Su historia es muy similar a la de las decenas de inmigrantes que a diario acuden al Centro de Educación de Adultos ‘Río Mula’. Y es que la Región de Murcia es, desde hace unos años, una de las comunidades con menores salarios agrarios, posiblemente debido al tipo de trabajo que se desempeña, irregular en el tiempo y condicionado por factores climáticos.