Social

Miles de murcianos, 'presos' en sus casas: "Temo que llegue el día en que no pueda bajar sola la escalera"

Un total de 40.900 hogares de la Región cuentan entre sus moradores con una persona con discapacidad y están ubicados en edificios con barreras arquitectónicas, según los datos que maneja el INE

Asunción, en las escaleras de su edificio en Murcia.

Asunción, en las escaleras de su edificio en Murcia. / FRANCISCO PEÑARANDA

Ana Lucas

Ana Lucas

Un total de 40.900 hogares de la Región de Murcia cuentan entre sus moradores con una persona con discapacidad y están ubicados en edificios con barreras arquitectónicas que suponen una auténtica trampa para estos vecinos. Así se desprende de la Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y situaciones de Dependencia (EDAD) del Instituto Nacional de Estadística (INE), que incluye datos de 2020.

El mismo informe revela que en la Comunidad murciana hay 8.300 domicilios en los que residen dos o más personas con discapacidad física. La falta de ayudas económicas pone aún más palos en las ruedas: es muy caro hacer las reformas necesarias en los edificios para poner un ascensor. A veces, los otros vecinos no quieren instalarlo, lo cual condena a la persona con movilidad reducida a estar ‘presa’ en su casa. 

La precariedad económica va de la mano de esta situación. Y es que el INE también detalla que en la Región de Murcia hay 11.000 hogares en los que vive una persona con discapacidad y donde los ingresos que entran son menos de 650 euros al mes

En algunos edificios antiguos del barrio de Santa María de Gracia, en la capital murciana, no hay ascensor. Los bloques no tienen demasiados pisos (la mayoría, tres alturas) y fueron levantados hace décadas, cuando este elemento para mejorar la accesibilidad no era algo imprescindible. En estos inmuebles hay vecinos de avanzada edad que, si bien en su juventud no vieron problema alguno a la hora de bajar y subir los escalones, ahora, con el paso del tiempo, son conscientes de que supone un handicap.

Paseos por el pasillo

«Temo que llegue el día en que no puedo bajar la escalera por mis propios medios», dice Asunción, vecina de Murcia de 80 años de edad. La mujer sufre problemas en las articulaciones («me levanto muchos días con dolor de riñones, qué le vamos a hacer», comenta) y artrosis en las manos. Las piernas las tiene «regular», y se obliga a «dar paseos por el pasillo, si no se puede hacer otra cosa», cuando no tiene posibilidad de salir a la calle. 

«Cuando bajo los peldaños, voy poco a poco y mi hija se pone delante, por si acaso», dice la señora, que insiste en que pone todo de su parte para no quedar «imposibilitada en una cama»

"Cuando bajo los peldaños, voy poco a poco y mi hija se pone delante, por si acaso", dice Asunción, de 80 años

En su bloque, explica, «un ascensor, aunque no sea en el hueco de la escalera, que sea por fuera, caber, cabe; lo que pasa es que es muy caro ponerlo». En su misma calle, otra vecina de mayor edad y amiga suya «de toda la vida» lleva años confinada en el salón de su casa porque el edificio carece de elevador. «Me esfuerzo en estar todo lo activa que puedo, para que no me pase», apunta. 

En otros inmuebles que sí cuentan con ascensores desde que se levantaron, el problema está en salir a la calle: residentes con movilidad reducida llegaban al rellano, pero ahí ya no podían sortear unos pocos peldaños o una rampa demasiado empinada. Ocurrió recientemente en un portal de un edificio antiguo de San Nicolás, donde ya se ha subsanado el problema. La barrera arquitectónica, en este caso, eran apenas tres peldaños. 

Tres escalones en el rellano suponían una trampa para vecinos de un portal de San Nicolás: ya se ha solucionado

Dos de cada diez personas con movilidad reducida han tenido que dejar su casa en la Comunidad murciana por falta de accesibilidad, detalla el informe ‘Accesibilidad y movilidad: mejorando la calidad de vida de las personas con discapacidad’, elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios, que analiza la accesibilidad tanto en el interior como en el exterior de la vivienda. El citado documento destaca que «el 16% de los murcianos con movilidad reducida ha tenido que cambiar de domicilio por la falta de accesibilidad del inmueble donde residían, una cifra que asciende al 31% en el caso de quienes se desplazan en silla de ruedas».

Según los datos del INE, en España un 57% de las personas con movilidad reducida tiene dificultades para andar o moverse dentro de su propia casa. Tanto es así que una de cada cuatro ha tenido que realizar obras para adaptar su hogar, siendo los principales lugares los aseos (74%), dormitorios (42%), cocina (32%) y puerta de entrada (32%), según recoge el informe de la Fundación Mutua de Propietarios.

Un 37% de los murcianos pasa muchos días sin salir de casa y un 7% no sale nunca

Las limitaciones a la movilidad se acentúan a la hora de desenvolverse fuera de la vivienda. Casi el 90% de los murcianos con movilidad reducida tiene importantes dificultades para andar o moverse. Para solucionar esta problemática, el informe desvela que el 73% de las personas requiere de la ayuda de parientes y amigos, detalla el citado documento. 

De esta manera, «esta situación provoca que un 37% de los murcianos pase muchos días sin salir de casa, y un 7% no salga nunca», prosigue el informe. 

En la misma línea, «el 33% considera que si su edificio estuviera más adaptado saldría más de casa, un porcentaje que se duplica en el caso de aquellos edificios que no tienen ascensor». 

Cuando se da esta coyuntura, «el hogar se convierte en una cárcel para las personas con movilidad reducida dada la dificultad para poder entrar o salir, encontrándonos con personas que se encuentran prisioneras en su propia casa por la falta de accesibilidad en su propio edificio», afirma Laura López Desmarbre, vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Mutua de Propietarios.

Seis de cada diez murcianos no han recibido ayudas para mejorar la accesibilidad, debido en parte al desconocimiento, la edad (los edificios en los que viven personas más jóvenes han recibido más ayudas) y la falta de solicitudes de adaptación del edificio: sólo el 29% de los murcianos con limitación de movilidad han solicitado alguna actuación. 

Mejoras "nada probables"

El informe advierte que un 87% de los edificios debe realizar actuaciones de eliminación de barreras arquitectónicas para mejorar su accesibilidad. En concreto, un 17% necesita instalar un ascensor; el 22% una rampa para salvar el escalón de acceso al portal y el 56% tiene porteros automáticos no accesibles desde una silla de ruedas.  Llevar a cabo todas estas acciones supondría un coste medio por hogar en la Región de 2.411 euros, una cifra que se incrementa en aquellos edificios de menos plantas y menos vecinos, con 5.409 euros y 4.457 euros respectivamente; entre los hogares de edificios más antiguos (3.156 euros); en los que tienen viviendas de menor tamaño (2.416 euros) y en los hogares con menos ingresos (2.995 euros). 

El informe destaca que, pese a que el 72% de los murcianos está de acuerdo en que un edificio accesible revaloriza sus inmuebles, el 54% ve poco o nada probable realizar las mejoras de accesibilidad que se necesitan en su edificio. Razones: falta de acuerdo entre vecinos (47%) y los motivos económicos (55%)