Social

Jesús Costa 'se priva' después de diez años de defensa del colectivo LGTBI

El expresidente de No Te Prives hace balance de su gestión días después de haber dimitido alegando motivos personales: «Hemos conseguido una sociedad más abierta»

Jesús Costa sentado en un banco del jardín de San Basilio

Jesús Costa sentado en un banco del jardín de San Basilio / Francisco Peñaranda

Jaime Ferrán

Jaime Ferrán

Después de casi una década al frente de No Te Prives, Jesús Costa ha dado un paso al lado abandonando la Presidencia del colectivo. Su huella es innegable. Este murciano de 51 años entró a formar parte de la asociación en 2010, fue tesorero y en 2014 se puso al frente de una entidad que lo ha significado todo para muchas lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales de Murcia.

Esgrime «motivos personales» para dejar el cargo. A su «situación personal y familiar», con una madre cada vez más mayor, se le suma su interés por retomar los estudios y la excesiva carga de trabajo, ya que nunca abandonó la cafetería que regenta en la Arrixaca.

"Nos costó sacar el primer Orgullo porque se temía que no hubiera una gente que diera la cara"

La Región de Murcia ha cambiado mucho desde que Costa comenzara a hacer activismo. «La visibilidad de las personas en LGTBI era muy distinta. Nos costó trabajo sacar el Orgullo porque se temía que no hubiera una masa de gente suficiente que diera la cara», señala. Fue en su segundo año en el colectivo cuando la marcha ocupó la Gran Vía de la capital del Segura. Fueron treinta coches. El año siguiente ya salieron las carrozas. A partir de ahí, todo fue para arriba hasta el golpe que supuso la pandemia.  

No menos importantes han sido los avances legislativos impulsados por No Te Prives. «Hemos luchado por un montón de derechos que no teníamos. Y en los últimos años hemos visto cómo se afianzaba la Ley del Matrimonio Igualitario, cómo la Región aprobaba su ley de derechos LGTBI y cómo se creaba el protocolo de atención sanitaria a personas trans». Costa reconoce que pidieron a los técnicos que no le dieran mucha publicidad a este protocolo porque «Vox acaba de entrar en las instituciones» y no querían que «se tiraran encima».

Ganar espacios para la comunidad LGTBI ha sido otro de los objetivos y Costa habla orgulloso de la Plaza Pedro Zerolo de Molina de Segura. «Y en Murcia, aunque es muy modesta, tenemos una Plaza de la Diversidad».

"Hace años solo salíamos en noticias desagradables y lo hemos cambiado"

Luchar por la buena imagen de las personas LGTBI en los medios de comunicación ha sido otra máxima de esta asociación. «Hace unos años solo salíamos en noticias y desagradables. No éramos portada de un periódico por una fiesta o por la reivindicación, sino solo cuando nos atacaban. La Junta Directiva que yo he encabezado se propuso cambiar eso. Por eso hemos participado en movimientos sociales que no solo tienen que ver con el colectivo». De ahí sus apariciones en las mareas de la sanidad y de la educación o en las protestas por las pensiones.

No todo ha sido coser y cantar. Las charlas de diversidad sexual en los centros educativos estarían prohibidas si fuera por uno de los socios del actual Gobierno, Vox, y, sin embargo, consiguieron seguir ofreciéndolas. En Molina no pararon ni durante la pandemia. «Hemos conseguido una sociedad más abierta. Lo compruebo cuando comparo cómo venían a nosotros las personas trans hace diez años y cómo vienen ahora».

Y todo, a pesar de que la ayuda de las instituciones regionales han brillado muchas veces por su ausencia. «Todas las iniciativas que se han llevado a cabo en esta región a nuestro favor han sido propuestas por el PSOE y Podemos». El primero no gobierna desde 1995 y el segundo aún no se ha estrenado. Solo apunta una excepción: la Ley LGTBI de 2016, que se aprobó por unanimidad.

"Algunos se avergüenzan de los mayores LGTBI, pero son motivo de orgullo"

Ciudadanos no vino a facilitar las cosas y los peores enfrentamientos de Costa fueron con Isabel Franco. «Creyó que nos compraba por poner nuestra siglas en su Consejería y se equivocó completamente». 

Con aciertos y errores, Jesús Costa solo pide a los que vengan detrás que «valoren el trabajo hecho» y «que no se pierda la historia»: «Estamos aquí porque ha habido personas mayores de las que ahora se avergüenzan algunos, pero que tendrían que ser motivo de orgullo».

[object Object]
  1. En 2017, el mismo día del Orgullo, Delegación del Gobierno de Murcia permitió una marcha del colectivo de ultraderecha Lo Nuestro. Evidentemente, la Policía tuvo que frenar a estas personas violentas para que no se produjeran incidentes, aunque no pudieron evitar y se produjo alguna agresión.
  2. Que la consejera LGTBI durante la pasada legislatura, Isabel Franco, no le cae en gracia a Jesús Costa no es ningún secreto. Tanto es así, que cuando ambos recibieron un Premio Fomento de la Tolerancia en 2022 (momento en el que ella fue abucheada), el expresidente de No Te Prives devolvió su galardón.
  3. El último Orgullo LGTBI de Murcia acabó con una polémica inesperada cuando un inspector de la Policía Local se atrevió a parar el espectáculo en la plaza Belluga después de que la cantante Rocío Sáinz se quitara la camiseta y mostrara sus pechos, como suele hacer en todas sus actuaciones.

Dos candidaturas para renovar la Junta Directiva

El 26 de octubre se hizo oficial la renuncia de Jesús Costa como presidente del colectivo No Te Prives y será el próximo 1 de diciembre cuando se decida quién le sustituye y qué socios formarán parte de la nueva Junta Directiva. 

Es la primera vez que se presentan dos candidaturas. Por un lado, una más continuista que está liderada por Félix Peñalver, que lleva muchos años trabajando con las personas trans de la Región. Le acompañan Diego Alguilera como vicepresidente, Eva Illán de tesorera y Encarnación Pérez como secretaria.

En la otra candidatura se presenta Germán Echevarría de presidente, Óscar García de tesorero y Francisco Javier Ramos como secretario. 

Esta última es más crítica con la gestión que se ha estado haciendo los últimos años en el colectivo y ya se hicieron oír durante el último Orgullo, cuando desde la asociación se decidió que no habría marcha por la Gran Vía. En su lugar, se celebró una concentración en la plaza Belluga que terminó apareciendo en todos los telediarios después de que un policía local decidiera parar un concierto porque la artista que estaba sobre el escenario se quitó la camiseta y dejó su pecho al descubierto.