La bolsa de viviendas sin estrenar en venta repunta por primera vez en doce años

El volumen de viviendas nuevas en venta ha aumentado en la Región un 1,7% en 2022. El repunte registrado el pasado año es el primero que se detecta desde 2010, cuando el mercado inmobiliario empezó a absorber el stock de casas sin estrenar acumulado después del estallido de la burbuja inmobiliaria que frenó la actividad del sector de la construcción. El cambio de tendencia aparece reflejado en el Boletín de Coyuntura difundido este viernes por la Croem, que muestra su sorpresa ante este incremento imprevisto. La Región se sitúa así entre las cinco comunidades en las que aumenta la oferta de casas sin vender.

Según los datos recogidos en el informe del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la oferta de casas que buscan comprador se ha elevado en 2022 hasta las 19.769, cuando el año anterior no llegaba a las 19.500.

Se trata por tanto de un repunte de 238 casas, que también ha sorprendido a la Asociación de Promotores Inmobiliarios presida por José Ramón Blázquez, dado que la producción de viviendas en la Región sigue siendo muy reducida en comparación con la época del boom inmobiliario y la oferta anual apenas crece. El pasado año se terminaron 2.452, lo que supone un 43% más.

No obstante, esta primera subida detectada en las estadísticas del Ministerio coincide con la escalada de los intereses hipotecarios que se ha producido después de una larga etapa de tipo de interés baratos.

Según los datos que recoge la Croem, la firma de hipotecas sobre viviendas ha caído un 13,2% hasta mayo, lo que atribuye a «una evolución condicionada por el endurecimiento de la política monetaria y el alza de los tipos de interés».

La Región había sido una de las comunidades autónomas que se vieron más castigadas por la crisis de 2008 y que llegaron a acumular un mayor stock. La quiebra del sector inmobiliario dejó unas 30.000 casas sin vender, la mayor parte de las cuales acabaron embargadas por las entidades bancarias, que después las transfirieron a la Sareb cuando se creó el llamado banco malo con el objetivo de permitir que el sector financiero pudiera soltar lastre y liberarse de la carga que soportaban.

A pesar de las subastas y de las actuaciones que pusieron en marcha los bancos y las cajas de ahorros y posteriormente la Sareb, la Región ha sido una de las comunidades con mayores dificultades para dar salida a los apartamentos situados en las urbanizaciones y complejos residenciales que se quedaron colgados.

Desde 2010 la cifra se ha ido reduciendo a medida que el mercado iba absorbiendo la oferta hasta llegar a situarse por debajo de las 19.500 casas en venta, después de haber rozado las 20.000 el año anterior.

En los primeros años el descenso anual se situó entre el 5% y el 6%, aunque en los últimos ejercicios se ha venido produciendo un descenso menor.

Esta tendencia ha cambiado de signo al acabar 2022, al registrarse un repunte del 1,69%, cuando el año anterior había registrado un descenso del 2,77%.

Las 19.769 casas sin estrenar que había en venta al acabar el pasado año representaban el 2,49% del parque de viviendas de la Región.

Por provincias, Murcia es la sexta con un mayor peso dentro del stock nacional, con un 4,45%. Madrid ocupa la primera posición, con el 10,83%, mientras que Alicante acapara el 7,50% y Valencia, 4,82%. El pasado año el mayor incremento se ha registrado en Madrid, que ha aumentado su bolsa de casas en venta un 6,77%. El segundo puesto lo ocupa La Rioja, con el 3,89%, seguida de Murcia (1,69%), Cataluña (1,34%) y Asturias (0,88%).

Prácticamente la mitad del stock nacional se acumula en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía. El Ministerio calcula que en toda España había al 31 de diciembre de 2022 algo más de 444.500 viviendas nuevas sin vender.

El balance que ofrece la Croem también refleja que la construcción muestra signo de estabilización, con un retroceso del 1,1% en los visados de viviendas, mientras que la licitación pública se ha reducido un 63% en relación al año anterior, en el que se había disparado la inversión pública debido a la proximidad de las elecciones municipales y autonómicas.

La contratación de obra pública sumó 159,4 millones de euros entre enero y mayo. De esta cantidad corresponden a la Administración central 72,2 millones, mientras que los ayuntamientos han licitado 53,9 y la Comunidad 33,3.

Por otra parte, la compraventa de viviendas se ha estabilizado en los cinco primeros meses, con un leve descenso (-0,5%), aunque los precios han seguido creciendo y se han revalorizado un 3,7% en el segundo trimestre.

La Croem eleva al 1,5% la previsión de crecimiento económico

La Croem percibe una mejora en las expectativas de crecimiento de la economía regional para este año que contribuye a aumentar la confianza empresarial, en contrate con la incertidumbre que proyectan el estancamiento de las economías europeas a las que se dirigen las exportaciones regionales y la atonía de la industria, según se recoge en el Boletín de Coyuntura correspondiente al segundo trimestre del año.

Por el contrario, en el informe de la patronal se indica que el sector servicios «ha permitido contrarrestar la situación hasta el momento, particularmente por la pujanza de la actividad turística, que mantiene altas tasas de crecimiento y se encuentra ya cerca de recuperar los niveles de 2019, cuando logró sus mejores registros históricos». La previsión responde a «las buenas expectativas que genera la actividad turística antes del inicio de la temporada alta».

Destaca especialmente que las pernoctaciones en establecimientos reglados repuntaron un 7,9% anual hasta mayo». El presidente de la Croem, José María Albarracín, señala que la evolución de la economía regional ofrece «sensaciones encontradas», dado que las previsiones de crecimiento resultan positivas, aunque precisa que la creación de empleo tampoco mantiene ya el rimo de crecimiento de años anteriores. La patronal calcula que la economía regional podría crecer por encima 1,5% en 2023, a pesar de que las previsiones iniciales habían sido menos optimistas.

Ante «la resiliencia endógena» que percibe en la economía regional eleva al alza la previsión de crecimiento del PIB en todo 2023, «un porcentaje superior al pronosticado» inicialmente. Explica que «entre abril y junio el PIB murciano avanzó un 1,6% anual, tasa similar a la nacional (1,8%), que tiene traslado a las previsiones de crecimiento económico para el conjunto del año», indica.

También las exportaciones han ayudado a mantener la buena marcha de la actividad económica. «Las ventas exteriores de la Región de Murcia sobrepasaron los 6.100 millones de euros hasta mayo, aumentando un 5,1% anual si se excluyen los productos energéticos». La industria es el sector que ofrece un balance más negativo y «registra el peor desempeño de las distintas comunidades autónomas, lastrada por las ramas energéticas y químicas». La producción industrial acumula una contracción del 8,9% hasta mayo, que contrasta con la estabilidad nacional (0,6% anual). Madera y corcho (-42,2%), cuero y calzado (-25,9%) y química y farmacéutica (-21,0%) son las actividades que ofrecen peores resultados.

En la agricultura también se han producido descensos en la producción de algunas variedades de frutas y hortalizas a causa de las tormentas registradas en primavera, que hacen prever una disminución del balance anual del sector. La ganadería registra retrocesos en los sacrificios, que llegan al 35% en el caso del bovino.

La cifra de empresas de alta en la Seguridad Social se mantiene estable, prácticamente con el mismo número del año anterior, mientras que se ha frenado la fuga de compañías murcianas a otras comunidades. En el segundo trimestre la Región atrajo a un número de empresas de otras comunidades (42) superior al de las que se marcharon (35)».

Por otra parte, la Croem recuerda que la Comunidad Autónoma sigue manteniendo un déficit muy superior al autorizado para este año, aunque destaca que la Administración regional ha reducido la deuda con los proveedores a 53,4 millones, mientras que en noviembre alcanzaba los 255 millones. El plazo de pago se reduce a 53 días, cuando en marzo llegaba 310.

José María Albarracín vuelve a apelar a la responsabilidad de los partidos para evitar que «la incertidumbre» política ponga en peligro la buena marcha de la economía regional. Defiende la necesidad de que «se alcancen acuerdos» para la formación de los gobiernos de la Región y de España «pensando solo en el interés general y no en el interés partidista».