Agua

Una treintena de ‘ruinas hidráulicas’ en el Segura desaparecerán bajo la pala

Azudes o motas deterioradas u obsoletas serán derruidas durante los próximos cinco años en la cuenca para quitar obstáculos al curso del agua 

La CHS comenzará demoliendo dos barreras en el río Zumeta aunque prevé invertir 400.000 euros hasta 2027 para estas actuaciones

Derribo del azul de Moratalla

Derribo del azul de Moratalla / CHS

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

Presas pasto de las excavadoras. Durante los últimos meses se ha extendido en España el bulo de la destrucción de infraestructuras hidráulicas para agravar el estado de sequía en el país. La regulación de los cauces durante décadas ha propiciado la aparición de barreras en el curso de los ríos. Perseguían objetivos como almacenar recursos o ayudar en su distribución para determinados usos, así como frenar las avenidas de agua en caso de fuertes precipitaciones. Con el paso del tiempo, y la mejora en los sistemas de abastecimiento o reutilización del agua, muchas de estas estructuras han quedado obsoletas y en un estado de ruina.

En el Segura, una de las cuencas más reguladas de toda Europa, la situación no es distinta. Estas infraestructuras abandonadas o en desuso interrumpen la continuidad de los ríos. En concreto, la gran mayoría de barreras son motas o pequeños azudes que ya no sirven. La Confederación Hidrográfica del Segura tiene identificados 206 presiones o barreras que alteran los cauces. De ese inventario, sólo 28 (13,6%) están catalogadas como infraestructuras obsoletas por encontrarse ya derruidas, colmatadas o en desuso.

«Los azudes ocasionan en muchos casos un efecto barrera, especialmente sobre la fauna piscícola, y con ello, un potencial impacto por alteración de la continuidad longitudinal del río», apuntan desde el organismo de cuenca. El mayor número de presas, azudes o diques de localizan en el río Mundo en su camino hacia el Segura, y desde este hacia su desembocadura en Guardarmar, además de los principales afluentes de la margen derecha de la cuenca.

El nuevo Plan Hidrológico del Segura contempla demoler estas barreras con una inversión de 400.000 euros a ejecutar durante el periodo 2022/27. La primera fase consistirá en realizar una nueva identificación de cuales son estos obstáculos, que se llevará a cabo a partir de «la información que aporta el inventario realizado e incorporado a los documentos iniciales del vigente plan hidrológico, así como de nuevas inspecciones sobre el terreno».

Río Zumeta

De momento, ya se ha identificado la necesidad de ejecutar dos demoliciones en el río Zumeta con un presupuesto de unos 165.000 euros. La medida se llevaría a cabo dentro de una de las Reservas Naturales Fluviales y, en este caso, se considera «probada la afección que están causando esas infraestructuras a la trucha común (salmo trutta) especie autóctona de las cabeceras de los ríos de la demarcación». De los dos azudes, uno daba servicio a una piscifactoría que está en desuso desde hace décadas y el otro a un viejo molino que está derruido. «En la actualidad se está haciendo el estudio legal y una pesca eléctrica aguas arriba y abajo del azud para estudiar posibles afecciones ya sean positivas o negativas».

La Confederación aclara que en ninguno de los casos supondrá la eliminación de volúmenes almacenados de agua que se destinen a abastecimiento o regadío.

Deterioro del espacio fluvial

El organismo de cuenca reconoce en su plan que el «deterioro hidromorfológico del espacio fluvial y ribereño, así como de los lagos y zonas húmedas de la demarcación, e incluso de su litoral costero, es muy importante». De ahí la necesidad de actuar contra las catalogadas como ‘barreras infranqueables’.

No son pocas las organizaciones conservacionistas que en los últimos años han reclamado, por ejemplo, eliminar barreras del río entre la Contraparada y la ciudad de Murcia, que llegan a provocar la sensación de tener un caudal artificial. Entre esos obstáculos, por ejemplo, está las compuertas automáticas del Segura a la altura de La Fica, en la capital.

La CHS demolió dos azudes en Moratalla y Murcia por su desuso

Los únicos antecedentes que constan en los últimos años de retirada de azudes obsoletos en la cuenca del Segura se produjeron en el río Moratalla, dentro del ámbito del proyecto Segura-Riverlink (2014), y en el tramo del río Segura que va desde la Contraparada hasta la ciudad de Murcia. 

Ambos azudes eran de muy pequeña altura: el de Moratalla tenía aproximadamente medio metros y el del Segura alrededor de un metro. El primero se construyó con motivo de una antigua estación de aforos y el de Murcia para oxigenar el río aguas arriba de la capital cuando existía un gran problema de contaminación orgánica en el cauce. Ninguno de los dos azudes tenía en ese momento ningún uso. 

La CHS justificó ambas demoliciones por la nula utilidad que tenían, la renaturalización y la mejora del estado hidromorfológico, y por tanto ecológico, de la masa de agua en la que se ubicaba. Además de afectar al paso del agua, señalan, «también afectaba a la continuidad longitudinal del río y en especial a la fauna piscícola que se veía impedida para remontar ese obstáculo». Los dos azudes destruidos tuvieron como objetivo la mejora de la población del barbo del sur, una especie en regresión en la cuenca del Segura y una de las 5 especies autóctonas que nos quedan.