Economía

La crisis del comercio arrastra a los bazares chinos de la Región al cierre

Los establecimientos que llegaron con el inicio de la globalización empiezan a bajar la persiana

Un bazar cerca de la Cárcel Vieja, en Murcia, que va a cerrar.

Un bazar cerca de la Cárcel Vieja, en Murcia, que va a cerrar. / Juan Carlos Caval

María José Gil

María José Gil

Los bazares chinos tampoco se libran de la crisis que sufre el pequeño comercio en la Región. Estos establecimientos en los que es posible encontrar cualquier tipo de artículos también han empezado a bajar la persiana ante las dificultades que encuentran todos los negocios para sobrevivir desde que la escalada inflacionista provocada por la invasión de Ucrania ha disparado los costes de todas las empresas.

La competencia de los grandes centros comerciales y el cambio en los hábitos de consumo que se produjo como consecuencia de la pandemia también están llevando a echar el cierre a los bazares más consolidados de la ciudad de Murcia, como el que había junto al mercado de Verónicas, en la calle de la Aduana. 

La inflación está dando la puntilla a las dificultades creadas por la pandemia

Igualmente se está produciendo un goteo de cierres en San Antón y en la calle Roque López, en la zona comprendida entre las avenidas Constitución y Libertad.

Otros están liquidando sus existencias, como el de la avenida Primo de Rivera, cerca de la Cárcel Vieja.

La llegada de este tipo de negocios a Murcia fue uno de los primeros signos de la globalización, porque empezaron a ofrecer artículos importados de China por un precio inferior a los que vendía el resto de establecimientos.

El amplio horario de apertura fue una de sus grandes bazas para captar a la clientela y algunos de ellos incluso acabaron sustituyendo a las antiguas tiendas de menaje tradicional, que no pudieron resistir a los cambios provocados por la eclosión de las importaciones de productos asiáticos que se produjo hace algo más de tres décadas.

La crisis de los contenedores que encareció el transporte marítimo ha castigado más a estos negocios

La posibilidad de comprar en cualquier parte del mundo que las plataformas de comercio electrónico ofrecen a los consumidores y los problemas logísticos que ha sufrido el transporte marítimo en los primeros años de la pandemia, cuando se disparó el el precio de los contenedores que transportan los barcos, ha reducido sus posibilidades para competir.

El presidente de la Asociación Cultural Hispano-China, Xudong Zhao, recuerda que «el precio de los contenedores subió mucho», lo que afectó especialmente a los establecimientos chinos que vendes productos transportados por vía marítima.

A estas dificultades se ha sumado la inflación, que ha disparado los gastos de todos los negocios, «no solo del comercio chino. No puede aguantar más».

Xudong Zhao explica que ahora «se invierte más en negocios de gastronomía», con la llegada a España de nuevas empresas de distribución de productos de la cocina tradicional china. Apunta que la comida típica y los condimentos auténticos utilizados en su país están despertando un gran interés en los consumidores, por lo que prevé que «habrá más supermercados y restaurantes que ofrezcan estos productos».

Asegura que no tienen nada que ver con «los rollitos de primavera o con el cerdo agridulce» conocidos hasta ahora. «Eso ya ha pasado».

Sostiene que las empresas dedicadas a la distribución de estos nuevos productos en el mercado español tienen grandes almacenes y plataformas logísticas en Madrid y en Barcelona, que distribuyen al resto del país. «China está preparada para exportar productos elaborados y prefabricados», afirma.

"Murcia es un desastre"

Carmen Piñero, presidenta de la patronal regional de comercio Coremur, asegura que «Murcia es un desastre». La representante de la federación de comerciantes ha venido alertando desde el inicio de la pandemia del cierre de establecimientos que no habían podido resistir los estragos del confinamiento y de las restricciones posteriores, a los que se ha sumado en el último año el impacto de la subida de la factura energética, que ha disparado los costes. 

Ante la desaparición de los negocios regentados por los comerciantes originarios de China asegura que «ahora estamos todos en igualdad de condiciones. Ellos tienen los mismos problemas que nosotros».

Carmen Piñero defiende que la Administración debe poner dinero para reflotar el pequeño comercio y ofrecerle las posibilidades de recuperación que están aplicándose en otras comunidades, como el cheque descuento que permite al cliente conseguir una rebaja en sus compras. «Tienen que hacer un esfuerzo. A ver si los (políticos) que salgan en estas elecciones tienen mayor conciencia y lo arreglan», señala.

Primeros supermercados de comida china

Mientras que los bazares chinos instalados desde hace décadas en todas las ciudades y pueblos de la Región están sufriendo las mismas dificultades que el resto del pequeño comercio, las empresas del país asiático han empezado a abrir otro tipo de supermercados en Murcia, en los que ofrecen productos de alimentación, bebidas y artículos típicos, como el de la calle de la Merced, junto a la Universidad. La oferta de estos establecimientos está despertando una gran curiosidad entre los consumidores, que se ve alentada especialmente por las redes sociales.