Laboral

Los médicos que trabajan para las aseguradoras cobran casi lo mismo que hace 30 años

UPTA afirma que las compañías y las clínicas privadas pagan solo 18 euros por consulta a los especialistas

Un médico atiende a un paciente

Un médico atiende a un paciente / L.O.

María José Gil

María José Gil

Los médicos autónomos que trabajan para las compañías de seguros y para las corporaciones de hospitales privados se sienten «explotados». La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) afirma que unos 1.800 profesionales de la Región «que ejercen especialidades como Oftalmología, Pediatría, Medicina Familiar, Podología o Dermatología» están cobrando prácticamente lo mismo que hace 30 años por las consultas de los asegurados. La organización sostiene que la retribución de los médicos de Medicina General llega a reducirse a ocho euros por visita, mientras que los especialistas alcanzan los 18 de media, apenas tres más que en 1990. 

Según los cálculos de UPTA, los especialistas están cobrando por la primera consulta solo tres euros más que hace tres décadas, cuando las compañías aseguradoras pagaban unas 2.500 pesetas de entonces (15 euros). «Los datos que posee UPTA son asombrosos desde el punto de vista económico, porque en los últimos 30 años apenas han subido los precios de los servicios médicos ejercidos por estos profesionales», indica la organización.

Su presidente, Eduardo Abad, calcula que la mitad de los 3.639 médicos de la Región que están dados de alta en la Seguridad Social como autónomos trabajan para las empresas de seguros y para clínicas privadas.

Abad considera a estas compañías como «uno de los de los principales focos de falsos autónomos en nuestro país», dado que los profesionales de la Medicina que atienden a sus clientes cotizan como trabajadores por cuenta propia, a pesar de que en la mayoría de los casos trabajan para una sola empresa.

En toda España calcula que unos 50.000 profesionales de las distintas especialidades trabajan en exclusiva para las compañías aseguradoras o para clínicas privadas. «En muchos de esos casos, los profesionales son falsos autónomos que trabajan en condiciones precarias y con una evidente falta de seguridad jurídica. Además, son indirectamente causantes de competencia desleal con los profesionales que prestan sus servicios médicos en pequeños centros de titularidad propia», critica.

Abad apunta que «las conversaciones con los representantes de la asociación Unipromel, creada por los profesionales dedicados al ejercicio privado de la Medicina, ponen de manifiesto la precaria situación que atraviesan miles de autónomos de la sanidad que ejercen especialidades como la Oftalmología, Pediatría, Medicina familiar, Podología o Dermatología, entre otras muchas, profesionales que trabajan para las compañías de seguros sanitarios o clínicas que les someten a condiciones económicas vergonzosas».

También los talleres de reparación de vehículos han acusado a las compañías de seguros de aprovechar «su situación de dominio del mercado» para imponerles unas tarifas inferiores al coste real del arreglo de los coches accidentados. Varias patronales nacionales, entre las cuales se encuentra la confederación a la que pertenece Gretamur, presentaron una queja ante la Unión Europea, que ha obligado a la Comisión de la Competencia de España a abrir una investigación.