Las lagunas de Las Salinas de Alhama se enfrentan al deterioro y la falta de agua

Aves migratorias, especies en peligro de extinción o mamíferos acostumbrados a las zonas esteparias son habitantes de los Saladares del Guadalentín, un espacio natural que no se entiende sin las lagunas de Las Salinas de Alhama de Murcia, núcleo de biodiversidad en la Región y refugio de animales amenazados como la malvasía cabeciblanca o la cerceta pardilla. Sin embargo, el estado de deterioro de las antiguas balsas de la depuradora municipal amenazan con dejarlas sin agua.

Las lagunas están formadas por tres balsas que sirven de hábitat a las aves que visitan los saladares más otra balsa perteneciente a la comunidad de regantes. Todas ellas se alimentan de los excedentes depurados de la potabilizadora de Alhama, unas instalaciones situadas a escasos metros. El mal estado de las canalizaciones que conectan las lagunas «provoca directamente una importante falta de flujo de agua a las balsas, lo que redunda en un déficit importante» de este recurso, reconoce la Consejería de Medio Ambiente.

Esto lleva aparejado una grave amenaza para uno de los puntos calientes de la biodiversidad regional. «No se garantiza la continuidad del potencial biológico de la zona». Arquetas y conductos rotos, pérdidas de agua en las conexiones entre las balsas o ausencia de circulación del agua debido a la acumulación de suciedad, maleza y proliferación de raíces y troncos en los interiores de las tuberías.

Plan de choque en los Saladares del Guadalentín para frenar su deterioro

La Dirección General de Medio Natural señala en un informe sobre el estado de la lagunas que «se echan en falta» instalaciones capaces gestionar mejor los recursos hídricos aguas abajo del punto de toma de la estación depuradora. A esto añaden que es necesario cuantificar volúmenes y caudales destinados a cada una de las balsas para conocer qué necesidad de agua tiene cada una para llegar al buen «mantenimiento y conservación del lugar protegido». Este espacio, además, está catalogado como Zona de Especial Protección de Aves.

La eliminación de cañas, que ocupan gran parte de las balsas, o la reconstrucción del vallado perimetral actualmente roto o inexistente son otras dos cuestiones que se deben resolver. En conclusión, la Consejería señala que «las instalaciones actuales se encuentran deterioradas y no permiten garantizar ni gestionar los caudales de agua adecuados y necesarios para la adecuada conservación de la zona».

Obras en dos meses

Ante esta situación, Medio Ambiente acometerá unas obras de remodelación en las balsas y en las tuberías que las conectan. El importe de la partida asciende a casi 320.000 euros y, en cuanto se adjudique las actuaciones, estas deberán durar dos meses. Entre las medidas estará la renovación completa de la red de conductos de alimentación de agua de las balsas, limpieza y desbroce de las mismas y de todo el perímetro de las lagunas, instalación de nuevas arquetas y pozos de registro, la construcción de nuevos aliviaderos para las balsas y la medición de los caudales y del nivel del agua en las lagunas.

Los trabajos permitirían el bombeo de agua entre las lagunas y verter el caudal que rebosa en alguna de las tres balsas principales, en la destinada a la comunidad de regantes de Alhama o en la rambla de las Salinas, que desemboca en el río Guadalentín.

La Consejería también va a llevar a cabo otra serie de actuaciones en todo el perímetro de los Saladares del Guadalentín como la restauración de parcelas públicas alteradas por el tráfico o por la actividad agrícola, la intervención sobre caminos y accesos en mal estado, la rehabilitación del mirador Río Guadalentín o la actuación sobre una vieja balsa para riego. Estas medidas están presupuestadas en 160.000 euros y son una primera intervención de conservación de un espacio protegido ante el retraso en la aprobación del Plan de Gestión Integral de este territorio incluido en la Red Natura 2000.

Las lagunas, además, contarán con una torre de observación de aves que se levantará a más de cinco metros del suelo y permitirá avistar especies protegidas como la malvasía cabeciblanca, la cerceta pardilla, la cigüeñuela o el calamón.