Salud

Pascuala salvó a su marido de la diálisis con el primer trasplante de donante vivo no compatible de la Arrixaca

Un matrimonio cuenta su experiencia dos meses después de la intervención en el hospital murciano

España roza el récord precovid de trasplantes con 5.383, un 13 % más

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EFE

Una alteración en un gen iba a condenar a Paco a la diálisis, pero Pascuala, su mujer, no dudó un instante -y eso que sintió "todos los miedos del mundo"-, en darle uno de sus riñones, un gesto con el que ha mejorado no solo su calidad de vida, también la de toda la familia.

Apenas dos meses después de la intervención en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia ambos están "muy, muy bien" y comen "de todo, eso sí, con moderación y bajo en sal". Antes, Paco estaba "superlimitadísimo" y apenas podía comer de nada, relata Pascuala.

El suyo fue uno de los 19 trasplantes diarios que se registraron en España durante el mes de noviembre de 2022, cuando se alcanzó el máximo histórico de 569, según los datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). En todo el año se hicieron 5.383 (3.502 renales), un 13 por ciento más que el año anterior, una cifra que se aproxima, y mucho, a los niveles prepandemia.

La estrada hasta aquí "no ha sido fácil", ni mucho menos. Empezaron a recorrerla hace unos diez años, cuando una ligera insuficiencia renal llevó a Paco, que hoy tiene 60 años, a someterse a un estudio genético que confirmó una alteración de un gen que le venía de familia y que también tienen una hermana suya y uno de sus tres hijos.

Y mientras su hermana y su hijo fueron totalmente asintomáticos, a Paco "le tocó el caprichoso", y poco a poco la salud de sus riñones se fue minando.

Pascuala tuvo "muy claro desde el principio" que si llegaba el momento de que su marido iba a necesitar un riñón, ella se lo iba a dar, aunque Paco era muy reticente porque "le daba pánico" ponerla en riesgo y que le "pasara cualquier cosa".

Esta enfermera de 58 años sabía bien los riesgos, pero "los tenía asumidísimos"; además, estaba convencida de que, "después de 39 años casados", eran compatibles. Sin embargo, el estudio de compatibilidad desveló que no lo eran.

"Fue un jarro de agua fría", recuerda sin poder contener las lágrimas en toda a entrevista -"Te ha tocado la llorona", bromea- pero en el hospital le detallaron todas las opciones disponibles y se lanzaron a dar el paso. Es la primera vez que este centro realiza un trasplante de donante vivo no compatible. "No era fácil, pero quien no arriesga no gana", subraya.

La mujer niega su valentía porque ha "pasado todo el miedo del mundo", pero el resultado compensa todas las inquietudes y sinsabores y espera además haber dado un ejemplo a sus hijos; por eso anima a quien pueda a donar, porque "cualquiera podríamos necesitarlo en algún momento de la vida", concluye.