UMU y UPCT unen fuerzas para fortalecer la relación entre ambas

Desterrar la vieja idea de la competitividad para apostar todo al trabajo conjunto. Los equipos rectorales de la Universidad de Murcia (UMU) y la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) celebraron este jueves una jornada de convivencia para afrontar el 2023 con otra perspectiva en cuanto a los lazos que unen las dos universidades públicas de la Comunidad.

Con una relación en ocasiones distante en la que no se lograban forjar grandes acuerdos entre ambas instituciones en los últimos años, rectores y vicerrectores pretendieron este jueves «unir esfuerzos para afrontar los retos del sistema universitario público de la Región», subraya el rector de Murcia, José Luján.

Cinco horas de reuniones en el parque tecnológico de Fuente Álamo entre los responsables de las grandes áreas de cada universidad para, entre otras cosas, despertar del sueño profundo el proyecto Campus Mare Nostrum, nacido en 2009 y que hoy en día es un plan casi apagado.

Las dos instituciones habían centrado sus esfuerzos en el acceso a las alianzas europeas de universidades que han logrado ambas en los últimos años, así como en la integración por separado en distintas redes de universidades públicas en España como la asociación UP4 para las politécnicas de Madrid, Cataluña Valencia y Cartagena, y la asociación Grupo 9, donde esta misma semana entró la UMU como universidad colaboradora.

«Esto ha provocado que abandonáramos un poco la relación entre ambas», reconoce Beatriz Miguel, rectora de la UPCT, «pero queremos trabajar unidos, ver los proyectos conjuntos en los que podemos ir avanzando y ver también en qué fallábamos». La primera meta pasa por lograr el uso compartido de los espacios y el acceso a las ofertas de servicios y actividades en ambas universidades por parte de los estudiantes tanto de Murcia como de la Politécnica.

«Que puedan acceder a las salas de estudio, servicios culturales, de ocio, deportivos o a los fondos bibliográficos... Hay que cambiar el foco y ponerlo en que un estudiante de cualquiera de las dos universidades es un estudiante del sistema universitario regional», detalla Luján. Otro punto está en los estudios interuniversitarios, donde ambas lograron sacar adelante el grado en Ingeniería de Datos. La intención ahora es reforzar los másteres conjuntos, unos posgrados que «reúnan las fortalezas que tenemos las dos universidades», añade el rector.

Fortalezas científicas

Buscar el objetivo de complementarse una a la otra pasa también por el campo científico. «Hay grupos de investigación muy potentes que podrían trabajar unidos», señala la rectora de la Politécnica. Áreas como la agroalimentación, el agua, la inteligencia artificial o la biomedicina «representan a la singularidad regional, donde hay que buscar espacios donde converger», apuesta Luján.

En un contexto económico complicado para las dos universidades, con recorte de gastos y consumiendo por completo los remanentes de años pasados, Miguel abre la posibilidad a realizar contratos externos para servicios comunes, como auditorías, o la contratación de la luz, el agua o el gas para reducir gastos. Además, ve con buenos ojos compartir la gestión de la asesoría jurídica que necesitan ambas instituciones.

Todos estos planes falta cerrarlos, pero ambos rectores quieren mostrar avances de cara al público en el próximo acto por el día de Santo Tomás de Aquino. En otro discurso, el de inicio de curso en octubre del pasado año, Luján puso precisamente el acento en que los proyectos que persiguen ambas universidades por separado «han terminado por afectar al paradigma de relación» entre ellas.

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