La Fundación Ingenio, patronal agraria del Campo de Cartagena, capitalizó anoche el enfado de los agricultores de la comarca en una multitudinaria convocatoria celebrada en un salón de fiestas de Torre Pacheco. En torno a mil personas se congregaron en esta cita que sirvió para poner encima de la mesa lo que la fundación califica como la «gran mentira» en torno al Mar Menor.

Los «instrumentos legales» construidos en los últimos años han llevado a la actividad agraria en torno a la laguna al «límite», y estas leyes «nacen de una gran mentira», insistía ayer la directora de Ingenio, Natalia Corbalán. «Los políticos nos han ocultado la verdad», exponía la dirigente en un ambiente claramente caldeado por las regulaciones regionales y estatales sobre el sector primario. Corbalán cargó duramente contra la Ley del Mar Menor, que redefinió como «ley de destrucción de la agricultura», y contra el presidente regional, Fernando López Miras.

El jefe del Ejecutivo fue objeto de duras críticas durante las intervenciones de los distintos miembros del equipo directivo de la fundación, e incluso fue abucheado por el público. En concreto, Corbalán quiso señalar al presidente por no recibirle desde la creación de la fundación pese a haber solicitado una reunión hasta en tres ocasiones y, añade, por dejarla «tirada como una perro» en la sala de espera del palacio de San Esteban, sede del Ejecutivo regional, esta semana en una cita a la que se comprometió el presidente.

«No quiere escuchar a los agricultores», remarcaba anoche Corbalán, que le señalaba como culpable de la depreciación del suelo agrícola de la comarca, las pérdidas patrimoniales de los agricultores y las «expropiaciones encubiertas» que se dan entre agricultores al verse obligados a alquilar sus tierras para la instalación de placas fotovoltaicas por la «hiperregulación normativa» que «estrangula» la economía agraria. La responsable puso énfasis en la nula aportación de dinero público que reciben: «Somos libres porque no nos financia nadie», señala. Una declaración que muchos interpretaron como una búsqueda para desvincularse del resto del sector agrícola.

El jefe del Ejecutivo fue acusado de "no querer escuchar" a los productores

Corbalán, a su vez, cargó contra la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, por solicitarle también hasta tres citas sin que haya respuesta positiva por parte del Ministerio. Respecto a las medidas del acuífero de la Confederación Hidrográfica del Segura, que obligó este verano a los agricultores a certificar que no contaminan esta masa de agua con nitratos, la directora de Ingenio las tachó de «otra mentira» junto a la obligación de contratar un asesor agrícola para las fincas, las entidades de colaboración agrarias a las que obliga la Ley regional. Por último, definió la ILP del Mar Menor como «una artimaña, la mentira más grande de todas».

A la convocatoria asistieron, entre otros, el presidente de Proexport, Mariano Zapata, el presidente de la federación de cooperativas agrarias Fecoam, Santiago Martínez, o el dirigente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Manuel Martínez.

Fósforo y mediciones

La fundación trató de restar importancia y desmentir los estudios científicos de diversos organismos, instituciones y centros de investigación públicos y privados que señalan a los nitratos agrícolas como principal causa del deterioro del Mar Menor.

Corbalán y el presidente de Ingenio, Adolfo García, enfocaron el problema de la laguna en los vertidos de aguas fecales, los desbordamientos de la red de saneamiento, el mal estado de esta, la deficiente depuración y la infracapacidad de los tanques de tormenta, así como las urbanizaciones sin alcantarillado que vierten al Mar Menor.

La organización achaca la degradación de la laguna a los vertidos fecales y la mala depuración

En concreto, expusieron ante el aplauso de los presentes datos y estudios de elaboración propia o de, señalan, organismos internacionales que apuntan al fósforo (de origen urbano), amonio y materia orgánica procedentes de las aguas residuales como responsables del crecimiento de ova verde o algas en la laguna. Una de las ingenieras agrónomas de la Fundación apuntó, además, que hallaron bacterias fecales en el sedimento de las zonas de baño.

Al mismo tiempo, aseguran que llevan monitorizando el Mar Menor desde marzo, en los puntos de recogida de datos oficiales: «No existe rastro de nitratos en el agua de la laguna», apuntan. «Estamos amenazados», señalaba García, «tenemos claro que la agricultura es compatible con el buen estado del Mar Menor».

Corbalán cerró su intervención con una frase que fue jaleada: «Quien señale al nitrato ahora, será enemigo del agricultor».

Esta redacción trató de obtener ayer una valoración de la Comunidad, sin éxito.

La Fiscalía pide los estudios y datos de la fundación

El Ministerio Fiscal, que ha investigado en varias ocasiones la contaminación del Mar Menor y sus causas, ha reclamado a la Fundación Ingenio los estudios, datos, resultados de las muestras y todas aquellas pruebas científicas que han realizado en los últimos meses. Así lo anunció anoche la directora de la Fundación Ingenio, Natalia Corbalán, frente a los agricultores que asistieron. La organización remarcó que incluso ha creado un observatorio propio en el Mar Menor para no depender de las fuentes oficiales.