Los diputados Juan José Liarte y Francisco Carrera, así como el resto de miembros del Grupo Parlamentario Vox, ya extinto, y del Grupo Mixto, tienen treinta días para presentar en la Secretaría General de la Asamblea las cuentas justificativas de las subvenciones recibidas hasta el momento, reintegrando a la Tesorería las cantidades que no estén justificadas. Así lo comunicó ayer la letrada-secretaria general de la Cámara murciana en un escrito en el que comunicaba a estos diputados los acuerdos adoptados en la Mesa de la Asamblea el lunes pasado.

Carrera, recientemente nombrado portavoz provisional del Grupo Mixto, manifestó a La Opinión que van a devolver al erario público los «más de 200.000 euros» que no han gastado del Grupo Parlamentario Vox

Cabe recordar que este órgano parlamentario, gestionado por Liarte y Carrera, recibía una subvención del parlamento murciano que ascendía a los 19.455 euros al mes desde 2019.

"Ese dinero que recibíamos se utilizaba para pagar los sueldos de los trabajadores y material de oficina"

Juan José Liarte - Diputado

La participación de Vox en la maniobra política que llevó a la disolución de su propio grupo perseguía, entre otros objetivos, cortar la financiación de estos dos diputados, ya que estaban detrás del acto que trajo a Murcia a Macarena Olona, en guerra abierta con la dirección del partido de Abascal. 

Sin embargo, Carrera asegura que los gastos para organizar la conferencia no eran del Grupo Parlamentario Vox: «Salieron de nuestro bolsillo, algo que es incomprensible para ese partido». 

Su compañero Juan José Liarte afirma que fue una «cuestión personal» la que les llevó a invitar a la excandidata de Vox para la Junta de Andalucía. Subraya que habría sido una «imprudencia» gastar el dinero que recibían para alquilar el Paraninfo de la Universidad de Murcia (UMU) —que les costó unos 400 euros—, «aunque los servicios económicos nos dijeron que estaba justificado». 

«Hemos llevado cuidado exquisito y el dinero de esa cuenta se ha utilizado para pagar los sueldos de nuestros trabajadores y material de oficina», añade. 

Sus proposiciones de ley ya no verán la luz

Con la desaparición del Grupo Parlamentario Vox decaen todas las proposiciones de ley que habían registrado en la Asamblea. Por eso, ahora les tocará «volver a registrarlas», indicaba ayer Juan José Liarte, exportavoz del grupo extinto, a esta Redacción. 

No obstante, y «siendo realistas», el diputado tiene poca fe en que estas iniciativas lleguen a pleno porque «no hay tiempo». No hay que olvidar que el proyecto de ley de presupuestos para el año 2023 se llevará todo el protagonismo y las elecciones están a la vuelta de la esquina. 

Cuatro son las proposiciones de ley del Grupo Parlamentario Vox que estaban por debatirse. Por un lado, la de cuidados paliativos, que buscaba regular el ejercicio de los derechos de la persona «durante el final natural de la vida y preservar su dignidad», según se explicaba en su título I. 

Garantizar el mantenimiento de los puestos de trabajo del profesorado de religión en los centros públicos era el objetivo de una de estas proposiciones de ley. En este caso, ni siquiera la consejera de Educación, la expulsada de Vox Mabel Campuzano, estaba de acuerdo.

Otra sobre legado histórico venia a «mitigar y a discernir» las consecuencias que pudiera tener la Ley de Memoria Democrática estatal. «No todo lo anterio a 1975 es malo», defienden los diputados rebeldes de Vox. 

La de medio ambiente es la que estaba más «verde», en palabras de Liarte. Se trataba de una ley marco administrativa para la que habían contado con el asesoramiento de una consultoría especializada.