En Vox no esconden su alegría tras conocer que su grupo parlamentario, controlado por diputados expulsados del partido, va a desaparecer porque "se estaba usurpando el nombre de Vox de manera ilegítima y generando confusión". Por este motivo, José Ángel Antelo, presidente provincial, habló con el único diputado fiel con el que cuentan en la Asamblea, Pascual Salvador, para que abandone y se incorpore al Grupo Mixto. "Ahora se abre un nuevo camino y nadie podrá ocupar nuestro nombre", asegura.

Antelo recuerda que una vez perdieron el control de su grupo parlamentario, en 2020, y después de la moción de censura a Fernando López Miras, Vox pidió la convocatoria de elecciones "para que volviera la decencia a la Asamblea Regional", al considerar que en la cámara murciana había un "panorama único en España y en toda Europa".

"El reglamento de la Asamblea está mal hecho", insiste el líder de Vox en la Región, ya que "la oposición no está representada por los partidos". En su opinión, un diputado debe "irse si no está de acuerdo con las directrices de su formación política".

Para él, con la desaparición del grupo parlamentario controlado por Juan José Liarte y Francisco Carrera, expulsados de Vox, "la democracia ha salido ganando y ha vuelto el respeto al votante".

José Ángel Antelo afirma que su único interlocutor ha sido Pascual Salvador, la única voz autorizada por Vox en la Asamblea Regional. "Yo no he hablado con más gente", asegura. No obstante, manifiesta que desde su partido hubieran hecho lo mismo aunque Campuzano no hubiera dado el paso.

Subvenciones públicas

Desde Vox aprovechan esta maniobra para exigir el fin de las subvenciones públicas a los partidos a través de los parlamentos autonómicos. "Es indecente que desde la Asamblea cada diputado reciba casi 5.000 euros, además de su propio sueldo", apostilla.

"Somos el vivo ejemplo de que sin financiación pública un partido puede salir adelante. Los recursos públicos tienen que estar alejados de las formaciones políticas", añade.